Bonelli fue corresponsal de Clarín en España, de Don Balón, France Fotball y Playboy. En la Argentina trabajó en El Gráfico y en los diarios La Razón y Sur. También en la Agencia Interdiarios. Fue director y editor de las revistas El Clásico y Duende Diez. Hoy colabora en el diario “El Mundo Deportivo” de Barcelona. Con Jorge Valdano, de prologuista, hizo el libro “Raúl, el futuro”, referido a la vida futbolística del actual delantero del Real Madrid y la selección española.

- ¿Qué posibilidades tenemos de ganar la copa en Alemania?

 Y... tenemos, aunque para mi Brasil tiene más que el resto. Si llegan a andar derechos va a ser muy difícil ganarles. Tienen muy buenas individualidades, más que cualquiera. A mi el equipo argentino me gustaba más con Bielsa, pero todo puede ser, Argentina también tiene buenos jugadores.

- Entre Peckerman y Bielsa te quedás con Bielsa ¿y entre Bielsa y otros técnicos de nuestro país?

 Con el Coco, el Coco Basile me encanta, no de ahora. Entre todos: el Coco, sin ninguna duda, y ahí, cerquita, Bielsa. Ninguno de ellos renuncia a atacar, pero el Coco es menos táctico y sus equipos siempre han jugado el fútbol que a mi me gusta. Además, es un personaje, un tipazo.

- ¿Y la zona qué te parece?

 No creo que haya que agarrarse la cabeza, hay que jugar: Holanda es un equipo joven, que renovó el plantel, con buena técnica, tiene un tipo temible, Ruud Van Nistelrroy; Serbia y Montenegro no anda nada mal y Costa de Marfil no va a ser fácil, aunque, insisto, Argentina es difícil para los demás, hay que pensarlo así. Hay que jugar y jugar, e ir al frente. Si Argentina va para adelante, si no especula, si juega pensando seriamente en el arco de enfrente, Argentina está para pelear bien arriba.

- Te hago una de Wing, una pregunta que acostumbramos a hacer... ¿quién fue, o es, para vos, el mejor wing que viste?

 ¿Derecho o izquierdo?

- Primero, izquierdo.

 El negro Ortiz, el que jugó en San Lorenzo, en River y en la selección. Ese, con la pelota en los pies, pegado a la raya, era imparable y hacía lo que quería. Otro fue Verón, el padre de la brujita, una gran habilidad, jugaba en Estudiantes. Bueno, ya te dije dos por izquierda. Por derecha: el loco Houseman, fue campeón en Huracán, con el flaco Menotti y, también con el flaco, campeón del mundo del 78, un fenómeno. Otro, Garrincha, brasileño, nunca se sabía por dónde iba a encarar y en una baldosa te inventaba cualquier historia. Y el loco Bernao, un puntero derecho que tenía Independiente y la selección nacional. ¿Está?

- No, no está, ¿Maradona o Pelé?

 ¿Me estás cargando? Diego, Diego y Diego. Pelé fue un jugadorazo, tenía panorama, pegada, gambeta, era muy bueno saltando a cabecear, guapo. Pelé era muy bueno, de verdad. Pero Diego era brillante y en el Napoli, al que sacó campeón el solito, la rompió y en Barcelona la rompió, casi solito, y en Boca y en Argentinos y en la selección y en la luna. Pelé tenía -en el Santos y en la Selección de Brasil- a algunos monstruos que también la rompían: Didi, Dorval, Garrincha, Roberto, Carlos Alberto, Vavá, Coutinho...y así te puedo nombrar siete, ocho, diez más; mientras que Diego nunca tuvo a su lado monstruos.

Sí, en alguna ocasión, muy buenos jugadores, como en la selección de Basile en el mundial del noventa y cuatro: Redondo, un jugadorazo; Caniggia, que cuando estaba enchufado te mataba y Batistuta, una bestia, un goleador tremendo. Diego jugó campeonatos enteros en Europa, donde cuando lo agarraban lo mataban a patadas. Pelé nunca jugó en la liga de España o de Italia. Para mí, con todo lo que significó Pelé, no se puede dudar: Diego.

- ¿Y cómo lo llevaste a Cuba, a conocer a Fidel Castro?

 Un día le dije, si vamos a Cuba ¿vos venís? Y me dijo que sí. Al otro día, o un par de días después, le volví a preguntar, para asegurarme, y me dijo “ya te dije que sí”. Ni una palabra más, viajamos y en un momento estábamos todos -con la familia de Diego incorporada- frente a Fidel. Inolvidable. Otro mundo.

# “11 Wing Izquierdo” (Argentina)