El reclamo está suscripto por el Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Abuelas de Plaza de Mayo, Berta Schuberoff (abuela de Macarena Gelman), la Asociación de ex Detenidos-Desaparecidos, el Comité para la Defensa de la Ética y los Derechos Humanos y Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Uruguay, entre otros.

En la carta pública, los reclamantes denunciaron a Moller por "consagrar la impunidad" y detener las investigaciones del secuestro y asesinato de la joven argentina, trasladada a Uruguay como parte de un "secuestro y robo de bebés", según un informe de la agencia Prensa Latina.

También señalaron que "aún hoy, sabiendo el lugar donde fue asesinada, no hay uno solo de los implicados en el traslado y posterior asesinato de María Claudia al Servicio de Información de Defensa (SID)".

Al respecto, identificaron a los represores militares Mayor Manuel Cordero, el ex Capitán José Arab, el Teniente Coronel Juan A. Rodríguez Buratti y, el Coronel, José Nino Gavazzo.

Moller ordenó archivar el caso en contradicción con la decisión del presidente, Tabaré Vázquez, quien -al asumir la presidencia el 1 de marzo del 2005- aseguró que "el caso de María Claudia no esta contemplado en la Ley de Impunidad", vigente en el país.

El archivo del caso fue resuelto por la justicia uruguaya el 19 de octubre de 2005 a pedido de Moller, una decisión que provocó el rechazo de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), entre otras organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales.

“La UTPBA manifiesta su repudio y malestar por esta decisión, que no sólo atenta contra la posibilidad de esclarecer los crímenes que produjeron las dictaduras militares, tanto en nuestro país como en Uruguay, sino que además ampara a sus ejecutores: La impunidad no será eterna”, señaló el comunicado de la entidad en uno de sus párrafos.

Tanto María Claudia como su marido, el periodista Marcelo Gelman, fueron secuestrados por la dictadura argentina en 1976.

Marcelo fue asesinado en la Argentina, en tanto que María Claudia, quien estaba embarazada, fue trasladada a Uruguay, donde luego de dar a luz a su hija Macarena a principios de noviembre de 1976, también fue asesinada.

María Claudia era hija de María Eugenia Cassinelli, integrante de Madres de Plaza de Mayo fallecida en 1995, y de Antonio García Iruretagoyena.

Los represores uruguayos la mantuvieron secuestrada en el SID, luego la llevaron al Hospital Militar, para que tuviera a su hija, Macarena, a la que tuvieron engañada tras haber sido entregada a una familia policial, y finalmente fue trasladada al centro clandestino de detención y tortura conocido como base Valparaíso.

La investigación llevada adelante por Juan Gelman con el apoyo de familiares, amigos y medios periodísticos, posibilitó que la hija de María Claudia y Marcelo Gelman fuera encontrada en Montevideo y recuperara su identidad, pasando a llamarse María Macarena Gelman García Iruretagoyena.

Las organizaciones de derechos humanos señalaron en la carta publicada en el diario uruguayo “La República” que "nadie puede llegar a comprender que se consagre la impunidad en un caso que es de los más emblemáticos en cuanto a la demostración del genocidio (caracterizado por el tráfico de vientres y robo de bebés) que se ha perpetrado en nuestros países".

Indicaron que el caso Gelman "demuestra el plan macabro de haber secuestrado en vida una niña de apenas 19 años de edad, embarazada de 7 meses y medio, quien había recién comenzado a vivir llena de esperanzas".