A dos mil 313 ascendió la cifra de soldados norteamericanos muertos durante los casi 36 meses de guerra en Iraq, tras sufrir otras dos bajas en la occidental provincia de Al Anbar.

El mando estadounidense informó hoy que dos soldados asignados al 28 Grupo de Brigada de Combate perdieron sus vidas la víspera, cuando operaban en ese territorio del llamado triángulo sunita.

Además de los decesos, las tropas de ocupación estadounidenses reportaron que en el período sus formaciones sufrieron más de 17 mil heridos.

Esos datos son visibles en sitios web que informan las bajas reconocidas por el Departamento de Defensa y el Comando Central estadounidenses, lo cual influye en su credibilidad.

Pese a las pérdidas, el jefe de operaciones en Iraq, general John Abizaid, afirmó la víspera en Washington que la presencia de sus tropas podría extenderse en este país árabe hasta normalizarse su situación.

Ante un subcomité de la Cámara de Representantes, Abizaid añadió que esa permanencia tendría los propósitos de neutralizar a quienes denominó terroristas y a proteger el suministro petrolero.

Según el general, las razones más importantes para extender esa presencia militar son la lucha contra grupos como Al Qaeda y disuadir lo que Estados Unidos considera como el interés expansionista de Irán.

El jefe de operaciones no hizo centro de su alocución las pérdidas de sus fuerzas en los 36 meses, tema que socava la certidumbre de los contribuyentes norteamericanos sobre la viabilidad de esta guerra.

No obstante defender la permanencia militar, Abizaid dijo que sería inferior al contingente de 200 mil soldados que Estados Unidos posesionó en el Golfo Pérsico, el 65 por ciento en Iraq.

Fuente
Prensa Latina (Cuba)