Ya nadie lo puede poner en dudas. El apellido del ex jefe del gobierno de España, la mas representativa figura de la derecha de su país, José María Aznar, viene de asno. Porque sólo a un borrico se le puede ocurrir irse a México con el solo y deliberado propósito de hacer esas entupidas- de otra manera no pueden ser calificadas – unas declaraciones públicas, diciendo que le daba todo a su apoyo político y moral al candidato del Partido de Gobierno Felipe Calderón.

Y eso dicho en México, con lo sensibles que son los mexicanos con las intervenciones extrajeras en sus asuntos internos, y mas si vienen de españoles, que ellos llaman «gachupines» o de los vecinos del norte, sobre todo, si estos son del Partido Republicano como es el caso del Presidente Bush.

Las leyes mexicanas, como las de casi todas las naciones del mundo prohíben a gobiernos extranjeros o a partidos políticos o a figuras públicas de otras naciones , inmiscuirse en los procesos electorales del país. No puede ser de otra manera, aunque bien sabemos que hay gobiernos que como es el caso de la actual administración Republicana del Presidente Bush, que de manera abierta expresa su apoyo a los políticos de su preferencia en otros países, y como sucedió recientemente también en México, ha tratado hasta de imponer sus leyes en el exterior violando la soberanía de otras naciones.

El caso de la aplicación de la ley Helms-Burton al hotel María Isabel Sheraton todavía viene mortificando la conciencia de los mejicanos por lo que de intrusismo en los asuntos internos de esa nación tiene esa irresponsable disposición dictada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

Y como «a quien no quiere caldo, tres tazas» ahora se aparece el español José María Aznar diciendo que entre los tres candidatos a la presidencia mejicana , él le daba su pleno respaldo al candidato del PAN, el Partido de la derecha que está actualmente en el gobierno.

Su declaraciones no pueden ser más inoportunas porque precisamente en estos momentos el Presidente Vicente Fox, que quiere que su mandato lo herede el candidato de su Partido Felipe Calderón, está tratando a toda costa de convencer a los mexicanos que el PAN no es, como todo el mundo y su tía saben, el movimiento político que representa los intereses políticos económicos e ideológicos de la derecha internacional.

Al candidato del PAN Felipe Calderón, que no parece ser el preferido de los electores mexicanos, le ha hecho un flaco servicio la declaración de apoyo a su candidatura hecha por el «Gachupín» José María Aznar.

Con esa clase de amigos, no se necesitan enemigos. Ya lo decíamos al comenzar este artículo: Aznar viene de «asno».
De otra manera no tendría explicación tan soberano disparate.