Carbonizada al día siguiente de su derrota frente a Silvio Berlusconi en 2001, la izquierda italiana ganó las últimas elecciones optando por el debate, las primarias y la unidad.
Ante todo, la izquierda logró salir victoriosa en las elecciones porque escuchó a los ciudadanos y, sin tabúes, supo edificar su programa con ellos, fuera de los caminos recorridos por los partidos políticos. Romano Prodi inauguró una nueva forma de hacer política que debería servir de inspiración a toda la izquierda frente a una derecha tentada, como acabamos de ver, a reformar la sociedad sin consultarla. Esta creatividad y esta energía deben servir de inspiración, por lo que lancé en Francia una gira para escuchar y debatir.
La segunda innovación que permitió esta victoria de la izquierda italiana fue la organización de las primarias. Los ciudadanos, aquí también, están cansados de las oscuras transacciones y de los acuerdos indescifrables que determinan la estrategia diaria de los partidos políticos. Organizar semejantes primarias no sería más complicado en Francia que en Italia. En cuanto a las dificultades de organización que se nos oponen regularmente, me parecen ridículas comparadas con las elecciones que organicé en el Kosovo en guerra.
La tercera fuerza de la izquierda italiana ha sido finalmente la de mantener su unidad a pesar de las inevitables fuerzas centrífugas y a pesar de las maniobras de Berlusconi. ¿Acaso para evitar un nuevo 21 de abril la izquierda francesa no podría plegarse a la misma preocupación por el interés general?
Por su creatividad, apertura y determinación la izquierda italiana supo proponer a los electores italianos el camino de un éxito lleno de promesas a pesar de las circunstancias, que no está basado en las mentiras o maniobras, sino que abre el camino a una reforma honesta y moderna del país. Hoy es deber nuestro, de todos los militantes de la izquierda francesa, aprender y aplicar las lecciones de esta elección.

Fuente
Le Figaro (Francia)
Difusión: 350 000 ejemplares. Propiedad de la Socpresse (creada por Robert Hersant, hoy es propiedad del constructor de aviones Serge Dassault). Es el diario de referencia de la derecha francesa.

«Les leçons de Romano Prodi à la gauche française», por Bernard Kouchner, Le Figaro, 18 de abril de 2006.