Ellos son acusados por la desaparición y asesinato de María Claudia García Gelman, nuera del poeta argentino Juan Gelmán, que a los 19 años fue llevada a Uruguay con embarazo avanzado. Tras tener su hija, fue asesinada y desaparecida. Se empieza a hacer justicia en el Caso Gelman sólo 20 años después.

Según informaciones de la prensa el juez federal argentino Guillermo ontenegro, que pidió a Brasil la extradición de Manuel Cordero, investiga el caso Gelman en el marco de la coordinación represiva desarrollada por los ejércitos de la región, que se conoce como Plan Cóndor. Las extradiciones habían sido solicitadas por el secretario de Derechos Humanos de Argentina, Luis Eduardo Duhalde, luego que el Tribunal de Apelaciones en lo Penal de 2° Turno archivara el expediente el 19 de octubre de 2005.

Es la primera vez desde la restauración democrática de 1985 en Uruguay que seis agentes de la dictadura acusados de violaciones de los derechos humanos fueron arrestados. La justicia argentina investiga la responsabilidad de estos uniformados uruguayos en la desaparición y muerte de María Claudia, secuestrada en agosto de 1976 en Argentina por agentes de la dictadura, junto con su esposo Marcelo Gelman, cuyo cadáver apareció poco después.

Ella, de 19 años y con un embarazo de ocho meses y medio, fue trasladada a Uruguay por personal militar uruguayo en octubre de ese año e internada en un centro de detención ilegal. Luego de dar a luz, fue asesinada a comienzos de 1977 por un oficial de policía, presuntamente Medina, según las investigaciones en Argentina.

La hija de María Claudia, Macarena Gelman, fue identificada y ubicada en Uruguay, donde había sido criada por la familia de un policía desde que le fue sustraída a su madre. Esta historia se pudo conocer gracias a años de investigaciones llevadas a cabo por su abuelo, Juan Gelman. El gobierno uruguayo del socialista Tabaré Vázquez, iniciado en marzo de 2005, puso en marcha una campaña para hallar los restos de unos 26 desaparecidos en este país presuntamente enterrados en cuarteles y otros predios militares, de un total de unos 200 con igual destino trágico, la mayoría de los cuales fueron secuestrados en Argentina.

Hasta ahora sólo se han podido identificar los restos de Ubagesner Chávez Sosa y de Fernando Miranda, sepultados en distintos lugares cercanos a Montevideo y en jurisdicción militar tras ser asesinados en sesiones de tortura. Un informe del Ejército entregado al gobierno a mediados del año pasado, con lo que parecía la indicación precisa de los restos de María Claudia, no condujo a nada, tras meses de excavaciones.

Fuente
Adital (Brasil)
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