La prensa no ha resaltado un largo fragmento de la carta dirigida por Mahmud Ahmadineyad a George W. Bush el 8 de mayo de 2006. El presidente iraní pone muy seriamente en duda la versión oficial del 11 de septiembre de 2001. «Señor Presidente: dice al comienzo. Los acontecimientos del 11 de septiembre fueron una horrible catástrofe. Es deplorable y horrible el asesinato de inocentes donde quiera que se produzca en el mundo. […] Todos los gobiernos tienen el deber de proteger la vida, los bienes y el bienestar de sus ciudadanos.» Luego el presidente iraní presenta su análisis de los atentados: «El 11 de septiembre no fue una operación [militar] como otra cualquiera. ¿Habría podido ser planificada y ejecutada sin una coordinación con servicios de inteligencia y seguridad –o sin su infiltración extensiva?» Y Ahmadineyad ataca: «Por qué los diferentes aspectos de este ataque fueron mantenidos en secreto? ¿Por qué no se nos dice quiénes son los responsables que descuidaron sus deberes? ¿Y por qué los responsables y los culpables no son identificados ni presentados ante un tribunal?» Estas graves acusaciones no fueron publicadas. Si bien son compartidas por un gran número de responsables políticos, pocos son los que se atreven a presentarlas públicamente.