El próximo 9 de junio se inicia el juego bonito, el más globalizado de todos. La parafernalia está lista, las empresas transnacionales están preparados para la presentación de sus productos en cada uno de los millones de televisores del mundo. Los aficionados nos aprestamos a ver jugadas y goles, a volvernos comentaristas y hacer apuestas. Acomodaremos los horarios en nuestros trabajos… la fiesta está por empezar. Lo único que falta es nuestra selección compitiendo para tener un mejor pretexto, de estar pegados al televisor. Se nos olvidarán los problemas de manera temporal y haremos apuestas sobre el futuro campeón. ¿Quién será el ganador?

No queremos jugar el papel del aguafiestas para los aficionados y fanáticos del fútbol. Otros medios nos dirán lo que queremos oír acerca de cada uno de los jugadores, de las jugadas de Ronaldinho, la velocidad de Messi, atajadas de los arqueros, golazos y sorpresas en resultados. Queremos aventurarnos a comentar el Campeonato Mundial de Fútbol desde otras aristas, como son los contextos en donde se desarrollaron cada una de las selecciones que van a competir. ¿Y porqué no tratar de hacer un indicador de los probables resultados que se pueden esperar? No son certezas, son probabilidades.

Basados en las estadísticas mundiales presentadas por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), como son el Indice de Desarrollo Humano (IDH) [1], el Compendio estadístico de Agricultura y Alimentación de la FAO, presentados por Naciones Unidas para el año 2005, y claro, el factor de la experiencia futbolística de acuerdo con el número de campeonatos en los que se ha participado. Con base en el análisis del cuadro anexo, podemos justificar algunas predicciones.

Por ejemplo, en el Grupo A, como aficionados colombianos queremos que sea Ecuador uno de los clasificados, porque hace parte de nuestra región, pero también reconocemos que dentro de ese grupo sus jugadores vienen de un contexto en el cual su país es uno de los que menos invierten en salud, tienen menos consumo de calorías y menos experiencia en participación en campeonatos. Por el contrario los Alemanes tienen todos los indicadores a su favor. Se supone, que un ecuatoriano debió superar muchos más problemas para llegar a competir de tú a tú con los alemanes. Ahí está uno de sus méritos.

En el Grupo B, todos los factores favorecen a Suecia e Inglaterra. Lo interesante es que los paraguayos por su autoestima Guarany y su voluntad ganadora, pueden ser la sorpresa. A los trinitenses les falta la experiencia, su esperanza de vida es la menor del grupo y tienen una de las más bajas inversiones en médicos por habitante; habría que descartar la clasificación de los isleños.

En el Grupo C, encontramos a Costa de Marfil, que es el país que tiene todos los indicadores más bajos. Está en el puesto 163 del IDH. Mientras que en un habitante de ese país se invierte US$107 por concepto de salud, en países Bajos, uno de sus competidores invierten casi 24 veces más. En este sentido no se puede decir que hay igualdad de condiciones para competir.

En el Grupo D encontramos a Angola, país africano, cuya esperanza de vida al nacer es de 40.8 años. Mientras que la de Portugal y México es mayor de 75 años. Quiere decir que mientras estos últimos están en la flor de su vida, los angoleños ya están buscando la tumba.

En el Grupo E, se encuentra la selección de EEUU y la de Ghana. Comparando el Producto Interno Bruto –PIB– por persona, encontramos que mientras que el primero tiene US$ 37.562, el segundo ni siquiera llega al 10 por ciento de aquel. Por cada 100.000 habitantes, los gringos tienen 549 médicos, Italia tiene 606 y Ghana solamente 9.

En el grupo F, se cumple la excepción de la regla, porque está Brasil. Selección lider indiscutible, cuyo país ha hecho de este deporte una verdadera industria, con base en el arte y la calidad de sus jugadores. Mientras que sus indicadores sociales son los más bajos del grupo, su indicador de experiencia es el más alto de toda la tabla y mucho más alto que el de sus competidores de grupo.

En el Grupo G, encontramos en un extremo a Suiza y en el otro a Togo. En el primero hay un consumo de calorías diario de 3.470, mientras que en el segundo sólo se llega a 2.300, por lo cual Togo es uno de los países donde hay alta presencia de la desnutrición infantil. En estas condiciones, clasificar al mundial, es un gran mérito de esta selección.

Y finalmente encontramos el Grupo H, donde participa España, Arabia Saudita, Ucrania y Túnez. Los Ucranianos traen la experiencia de la ex Unión Soviética a través de la cual participaban con una amplia capacidad de competición. Túnez en el mundial anterior fue una gran sorpresa. España no irá tan confiada a este evento, porque en el anterior fue un fiasco.

Hagámosle fuerza a los paises pobres, porque llegan a competir en condiciones de desventaja evidente con las selecciones de los países ricos. Pero si usted va a apostar la tanda de cerveza cuando esté viendo los partidos o en la definición de clasificados, tenga en cuenta que el fútbol no es sólo el arte y la voluntad de los jugadores, sino que también cuenta los contextos donde se desarrollaron y la cultura en medio de la cual se desenvuelven, así la mayoría de estos jugadores hoy estén en clubes europeos.

Puedo apostar que la mayoría de los clasificados de cada grupo, en la primera vuelta, son los que tienen el mayor IDH, más Brasil y Túnez.

[1El IDH, relaciona esperanza de vida al nacer, tasa de alfabetización y tasa de matriculación y producto interno bruto per cápita en dólares EEUU.