Olga Feliú ingresó a la Contraloría General de la República cuando era estudiante de derecho en la Universidad de Chile. Siendo integrante de la División de Coordinación Jurídica de la Contraloría, le tocó trabajar
con un joven abogado que empezaba a destacarse: Pablo Rodríguez Grez.

Olga Feliú se mantuvo en la Contraloría durante toda su vida, hasta ser designada senadora en 1990. En su currículum se menciona que, en el ejercicio libre de su profesión, asesoró a la Colonia Dignidad entre 1980 y 1990.
Waldo Ortúzar, en tanto, recién egresado de derecho, en 1957, creó el estudio Ortúzar, Feliú & Sagüés. Luego asumió como Fiscal Nacional Económico en el gobierno de Jorge Alessandri (1958-1964), y retomó esas funciones tras el golpe militar de 1973.

Pinochet y su esposa eran agasajados por Schäfer en Colonia Dignidad.

El 23 de diciembre de 1994, el diario La Tercera informó que los doctores Otto Dörr, Santiago Soto y Félix de Amesti; los empresarios Pedro Lizana, Hernán Briones y Eugenio Heiremans, y el abogado Waldo Ortúzar “serán los integrantes del directorio del comité asesor para la formación de la ONG que se hará cargo del hospital y escuela de Villa Baviera, en la Séptima Región del país”.
Pareció claro, ya entonces, que Ortúzar era un hombre clave para Paul Schäfer y los directivos de Dignidad.
Varios años antes, Ortúzar había incorporado a su estudio jurídico al abogado Orlando Poblete Iturrate, asesor de la Presidencia de la República entre 1979 y 1987 y luego, en los años 87 y 88, ministro secretario general de Gobierno.
El vínculo es obvio: Pinochet-Poblete-Ortúzar-Schäfer. Si cabe alguna duda, habría que recordar que Waldo Ortúzar asumió la defensa del general Augusto Pinochet tras una acusación constitucional en 1998.

Ortúzar también se preocupó de cultivar otras relaciones. En 1996 era miembro del Comité Jurídico de la Fundación Paz Ciudadana, entidad creada por Agustín Edwards. Allí compartía con Enrique Montero Marx, ex ministro de Pinochet actualmente procesado, Ricardo Rivadeneira, Luis Bates, actual ministro de Justicia, Luis Ortiz Quiroga y Manuel Guzmán Vial.

Ortúzar falleció en 2001, Schäfer hoy está detenido y procesado. Pinochet también enfrenta a la justicia. Pero algunos de sus amigos siguen progresando. Orlando Poblete, por ejemplo, hoy rector de la Universidad de Los Andes, uno de los feudos de la candidatura de Joaquín Lavín.
Entretanto, Soledad Alvear declaró que cuando fue ministra de Justicia (1994-1999) fue objeto de presiones de políticos de la derecha a favor de Villa Baviera (ex Colonia Dignidad). “Me tocó recibir -dijo la ahora precandidata presidencial- a varios parlamentarios, hoy de oposición, que iban a defender a la Colonia. Resistí esas presiones y a través del Sename (Servicio Nacional de Menores) presentamos recursos para proteger a los niños”.
La época a que se refiere Soledad Alvear corresponde al período en que la abogada Olga Feliú se desempañaba como senadora institucional.

Las 128 cuentas de Pinochet

Por otra parte, los oscuros manejos de Pinochet para acumular una colosal fortuna se vieron confirmados con nuevos antecedentes que entregó la investigación del Senado de Estados Unidos. El tercer informe senatorial sobre este tema señala que Pinochet manejaba 128 cuentas en los bancos Riggs, Citibank, Banco de Chile (Nueva York), Coutts Bank, Banco Atlántico, Banco Spirito Santo (Miami) y PineBank (Miami).

El senador republicano Norm Coleman, al dar a conocer el nuevo informe, declaró: “Esta es una triste y sórdida historia de lavado de dinero, que involucra cuentas de Pinochet en varias instituciones financieras, utilizando seudónimos, cuentas off shore y asociados cercanos”.
Entre los “asociados cercanos” figuran los generales (r) Jorge Ballerino, Guillermo Garín y Gustavo Collao. Este último oficia como abogado defensor de Pinochet junto con Pablo Rodríguez Grez. También aparecen militares activos como Juan MacLean y Gabriel Vergara. La investigación del Senado norteamericano revela que esas personas transferían fondos a las cuentas que Pinochet mantenía tanto con su nombre como con algunos alias, como “Daniel López”.

El informe norteamericano también analiza las cuentas de empresas de papel de la esposa de Pinochet, Lucía Hiriart, y de su hijo Marco Antonio. Pinochet y su mujer tenían cuentas bipersonales a nombre de empresas fantasmas como Santa Lucía Trust, Trilateral Trust, etc.

La investigación de las cuentas secretas de Pinochet -que demuestran que se trata del ladrón más grande de la historia nacional-, prosigue en Estados Unidos y en Chile. No es aventurado suponer que pueden aparecer vínculos financieros -aparte de los políticos- entre Pinochet y Schäfer, en operaciones para las que el concurso de abogados y financistas era indispensable