Los resultados del escrutinio presidencial en México llevaron al poder al Partido Acción Nacional (PAN), liderado por Felipe Calderón, con ligera diferencia de 1% sobre su rival de izquierda López Obrador, mientras otros partidos obtuvieron el resto de los votos.
Calderón es apoyado por la administración estadounidense. La derecha mejicana aspira, entre otras cosas, a acelerar el desarrollo económico del país, a reducir el índice de desempleo y a hacer frente al flujo migratorio «ilegal» hacia Estados Unidos, sirviendo al mayor interés de los neoconservadores: detener la expansión del socialismo en América Latina, lo que hace perder el sueño a los dirigentes estadounidenses.
Dudamos que Calderón y su partido logren detener la tendencia «izquierdista» que caracteriza a la sociedad mejicana, pues la mayoría absoluta de la población se encuentra en extrema pobreza, una mayoría que ve en el Partido de la Revolución Democrática y en su líder Andrés Manuel López Obrador el sueño de una vida mejor, lejos de la tutela de la Casa Blanca. El programa electoral de Obrador contenía muchas medidas referentes al ciudadano mejicano como el mejoramiento de las condiciones económicas y sociales de los pobres, la reducción de los impuestos y el mejoramiento del nivel de vida de los jubilados, los enfermos y los inválidos.
Asimismo, para tranquilizar a los ricos y a los hombres de negocio mejicanos, Obrador prometió respetar la propiedad privada y estimular las inversiones extranjeras siempre que sirvieran a la economía nacional.

Fuente
Rezgar
Primer diario electrónico e independiente de la izquierda laica en el mundo árabe.

«اليميني المحافظ فيليبي كالديرون، زعيم حزب الحركة الوطنية», por Adnan Hussein Ahmed, Rezgar, 11 de julio de 2006.