Soldados israelíes evacuando sus muertos y heridos. A pesar de la enorme superioridad armada brindada por los Estados Unidos y los monstruosos abusos contra los civiles, la tropas de Israel no logran cumplir ningún objetivo militar en el Líbano.

Cruentos choques oponen hoy a tropas israelíes reforzadas y al Hizbalá en el Sureste libanés, mientras el desasosiego israelí por la falta de resultados de su invasión contra el Líbano se hace más patente.

Las confrontaciones ocurren en las localidades meridionales de Aita as Shaab, Aadaise y Taibe, esta última blanco de fuertes bombardeos de la aviación y la artillería de Tel Aviv desde el fin de semana.

Cerca de esta última ciudad, en Qana, la aviación israelí protagonizó el domingo uno de sus peores errores castrenses actuales al bombardear un edificio y matar a seis decenas de civiles, en su mayoría niños, se recordó.
Fuentes del Hizbalá (Partido de Dios, islámicos chiíta) dijeron aquí que tres soldados israelíes murieron y varios resultaron heridos en los choques, detonados por la intención del Tsahal de crear una franja de dos kilómetros de profundidad en el mediodía libanés.

Los restos mortales de soldados israelíes así que sus armas destruídas.
Foto David Guttenfelder / AP

Esa zona tapón, siempre según fuentes israelíes, sería suficiente para detener los disparos de cohetes autopropulsados de los milicianos contra el norte de su territorio.
A tres semanas de su invasión y bombardeos masivos contra este pequeño y casi inerme país árabe, Israel carece de resultados tangibles y, por el contrario, ha recibido críticas, no por veladas menos abundantes, sobre su conducta.

Sus dos soldados siguen en manos de los islámicos, las fuerzas internas libanesas de todas las confesiones, otrora enfrentadas, se han abstenido de criticar al Hizbalá y medios internacionales desestiman la utilidad de la invasión.

Prueba de ese estado de cosas son las declaraciones, hoy, del canciller finlandés, Erki Tuomioja, quien descartó que la penetración de las tropas de Tel Aviv vaya a tener éxito y pronosticó que contribuirá a aumentar el apoyo a los hizballahi.
Otro hecho significativo es la ruptura de la tregua de 48 horas proclamada para este lunes por el primer ministro israelí, Ehud Olmert, presionado a todas luces por el comando del ejército, sometido a críticas por su falta de resultados tangibles.

Asimismo, el anuncio por Tel Aviv de su disposición de canjear dos prisioneros libaneses por los dos soldados capturados por el Hizbalá a principios de julio trasluce el desconcierto pues desmiente alegaciones iniciales de que nunca negociaría con "terroristas".

Ese desconcierto e incongruencias ejercen presión sobre Estados Unidos, cuya secretaria de Estado, Condoleezza Rice, muestra mayor cautela a la hora de "echar su cuarto a espadas" en favor de Tel Aviv y deriva hacia posturas menos parciales, al creer de observadores.

Fuente
Prensa Latina (Cuba)