Teniendo por fondo una precaria situación socioeconómica en la república, el crecimiento en el presupuesto de las instituciones armadas en 2005 llegó a más del 90%, alcanzando 250 millones de dólares, mientras que la ayuda militar que EE.UU, le presta a Georgia ha crecido más de dos veces, totalizando 74 millones de dólares. Parte considerable de estos medios, según estiman especialistas, va destinada a las compras de armas que suministran generosamente los países de Europa del Este que acaban de ingresar en la OTAN, Turquía, así como Ucrania que tanto aspira a ingresar en la Alianza Atlántica. Los suministros de viejo material bélico soviético a Transcaucasia pagado con dinero de EE.UU. con connivencia tácita de la Alianza Atlántica amenazan con hacer rebrotar en un futuro próximo los conflictos que persisten en esta área.

Los dirigentes de Rusia han llamado reiteradamente la atención sobre el hecho de que estos últimos años los país de Europa del Este suministren armas a Georgia y que esto se haga no sin apoyo de "terceras partes" interesadas. Es más, según manifestó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ese material se suministra a Georgia "en violación de las normas que rigen en el mercado internacional de armas".

La última declaración enérgica a este respecto la hizo Sergei Ivanov, vicepresidente del Gobierno y ministro de Defensa de la Federación de Rusia, el 28 de septiembre antes de la reunión del Consejo Rusia-OTAN que se celebró en Eslovenia. ""Algunos Estados miembros de la OTAN, que, según la última moda, ahora se estilan llamarse joven Europa, suministran a Georgia armas que en su día habían sido suministrados a estos países por la Unión Soviética, prohibiéndose su reexportación" -, dijo Ivanov al calificar estos actos de "violación directa del Tratado de Control de Armas Convencionales y de ‘piratería’".

Según afirma la revista "Exportación de Armamentos" que cita una relación en poder de la ONU, durante el período 2002-2005 se suministraron a Georgia 61 tanques, 52 vehículos blindados de un tipo y 30 de otro tipo, 36 obuses, 6 rampas lanzamisiles, 39 morteros de 120 mm, 12 aviones de asalto Su-25К, 8 helicópteros de combate, 2 helicópteros de transporte, 12 helicópteros multipropósito Bell UH-1H (de éstos 4 están destinados al desmontaje para obtener piezas de recambio), 1 lancha portamisiles, 2 lanchas guardacostas y 2 pequeñas barcazas de desembarco pequeño.

El material arriba enumerado fue suministrado principalmente por la República Checa y Ucrania, así como por Bulgaria, Turquía, Grecia y EE.UU. Además, según informa la "Revista Militar Extranjera", los suministros de armas a Georgia los realizaron también Macedonia, Serbia y Montenegro, Albania, Hungría y Rumania.

Lo curioso es que a principios de septiembre el ministro de Asuntos Exteriores de Serbia y Montenegro, Vuk Draskovic, prohibió la realización de otro suministro de armas para Tbilisi, alegando que "estas armas pueden usarse contra Rusia. "Preferimos quedar en quiebra a suministrar armas a los enemigos de Rusia". En estos términos se expresó un representante de la fábrica de armas en Kraguevac. Es curioso que justamente después de la declaración hecha por Draskovic, el canciller georgiano Guela Bezhuashvili, se reuniera con el presidente de Serbia, Boris Tadic. Pero Bezhuashvili no logró arreglar con Tadic las divergencias a propósito de los suministros de armas serbias a Georgia.

En octubre fue Piotr Simonenko, líder de la facción del Partido Comunista en el parlamento de Ucrania, quien declaró que a Georgia se le suministran armas ilícitamente. Al decir de Simonenko, "Ucrania suministró 40 tanques a Georgia que se encuentra ahora en conflicto con Rusia". Días después otro miembro del parlamento ucraniano, representante de este partido, Georgui Kriuchkov, comunicó que se preparan para ser enviados los sistemas antiaéreos portátiles "Osá", misiles "tierra-aire" y aviones Su-27. Según datos en su poder, los tanques suministrados fueron pagados por los norteamericanos.

Para nadie es un secreto que enormes sumas de dinero extrapresupuestarias se ponen a disposición del Ministerio de Defensa de Georgia por concepto de ayuda que brindan otros países, en primer lugar EE.UU. En efecto, sería muy difícil explicar de otro modo, de dónde saca este país bastante pequeño (4,5 millones de habitantes) y bastante pobre (su PIB es de 736 dólares per cápita) medios financieros para incrementar su potencial bélico.

Según informó a RIA Novosti Ruslán Aliev, científico del Centro de Análisis de Estrategias y Tenologias, el presupuesto total de las instituciones armadas de Georgia en los años 2002, 2003 y 2004, fue de 54,3; 74,7 y 130 millones de dólares, correspondientemente. Según datos en su poder, en 2005, el crecimiento del presupuesto militar sobrepasó el 90% y llegó a 250 millones de dólares, y eso que, según dice el experto, este incremento se produce con relación al PIB de la república: si en 2002 el presupuesto de las instituciones armadas tenía el 1,6% del PIB, en 2005 se aproximó casi al 40%. Según datos proporcionados por la "Revista Militar Extranjera", 40% de estos medios se gastan en la partida "Compras de Armamento y material bélico".

También crece la cantidad de medios extrapresupuestarios, en particular, la de la ayuda militar de EE.UU. Así, solamente en 2005 Washington asignó para las necesidades militares de Georgia cerca de 74 millones de dólares, lo que supone un aumento al doble en comparación con el año 2004 (30 millones de dólares).

Según afirma la "Revista Militar Extranjera" "en los últimos 12 años los norteamericanos han prestado a Georgia ayuda, incluida la militar, por valor de $1.300 millones". Así, por ejemplo, en los años 2002-2004, en el marco del programa estadounidense "Instrucción y equipamiento", según datos facilitados por "Jane’s Sentinel Security Assessment", Russia and the CIS", se gastaron 64 millones de dólares. El coste de otro programa norteamericano, o sea, "Operación para mantener la estabilidad", que viene realizándose desde 2005, es de 60 millones de dólares. Además, la ayuda desinteresada que EE.UU. presta en el marco de los programas "Financiación de las compras de armas por estados extranjeros (FMF)" e "Instrucción y Formación de Especialistas extranjeros (IMET)"". En el marco de los programas FMF e IMET, en 2005 EE.UU. asignó para Georgia las 11,9 y 1,4 millones de dólares, respectivamente (en los 2006 y 2007 se prevé mantener la financiación a nivel de 2005).

Turquía se considera segundo socio militar de Georgia en importancia (es miembro de la OTAN desde 1952). Según los datos que aparecen publicados "Jane’s Sentinel Security Assessment, Russia and the CIS", a partir de 1998 Turquía ha prestado a esta república transcaucásica una ayuda militar gratuita por valor de unos $40 millones.

Los propios dirigentes georgianos tampoco disimulan que la compensación para los suministradores de armas se paga con cargo a los programas extranjeros. Así, por ejemplo, a fines del año pasado el ministro de Defensa de Georgia, Irakli Okruashvili, admitió que la República Checa había donado al Ministerio de Defensa de Georgia "cierta cantidad de equipos militares y armas", haciéndolo con arreglo al programa georgiano-norteamericano "Operación para mantener la estabilidad". Así y todo, el titular de Defensa de Georgia añadió que a Rusia no le tiene que importar el problema de "a quién Georgia compra armas o las recibe como regalo".

El esquema de suministros según el que Georgia compra armamentos a los países de Europa del Este con dinero de EE.UU. resulta ventajoso no sólo para Tbilisi sino también para sus suministradores que, debido a que tienen que adoptar las normas de la OTAN se ven obligados a deshacerse de sus armas viejas.

Además, dirigentes de algunos países de Europa del Este (Ucrania, Polonia) apoyan los planes de EE.UU. con vistas a diversificar los suministros de hidrocarburos a Europa, puesto que su venta debe influir directamente en los presupuestos de estos países gracias a los ingresos que obtengan de su tránsito. Conviene recordar en esta relación que la concepción de una OTAN energética, que obtiene perfiles cada vez más concretos, fue propuesta justamente por Varsovia que hoy día se opone activamente a la construcción del gasoducto noreuropeo.

Transcaucasia, como ya reconoció en agosto pasado el republicano Richard Lugar, presidente del Comité del Senado USA para Asuntos Exteriores, tiene importancia "estratégica" para "la exportación de petróleo y gas desde Kazajstán obviando Rusia e Irán". Concretamente, a través del territorio de Georgia pasa el oleoducto Bakú - Tbilisi - Ceihan cuya construcción ha sido cabildeada por la Casa Blanca.

Los ánimos separatistas que reinan en Osetia del Sur y Abjasia en modo alguno van a favorecer la seguridad de esta arteria de transporte. Además, el arreglo de los diferendos territoriales constituye una de las condiciones indispensables para el ingreso en la OTAN a que Georgia tanto aspira. Los analistas dudan que los dirigentes de ese país comiencen a dar muestras de arte diplomático en su trato con las dos autonomías arriba citadas. Entonces, se optará por la vía militar.

A juzgar por las declaraciones que hacen las autoridades de los países de Europa del Este, allí están conscientes de lo ambiguo de la situación y quisieran aprovecharla. Por ejemplo, cuando al ministro de Defensa de Polonia, Radoslaw Sikorski, se le preguntó sobre la exportación ilegal de armas soviéticas a Georgia éste dijo "no saber nada de ello" y si dicha exportación tuviera lugar no veía nada ilícito en esos suministros. "No me consta que a Georgia han sido impuestas ciertas sanciones en este plano" -, dijo Sikorski.

Semejantes declaraciones hace también Bulgaria. El ministro de Defensa de ese país, Veselin Bliznakov, hizo recordar que no hay ningunas sanciones respecto a Georgia, y por tanto, no veía por qué tenían que suspenderse los programas de cooperación técnico-militar con Tbilisi. Máxime que, según su opinión, estos programas "hacen un determinado aporte a los esfuerzos por estabilizar Georgia".

El ministro de Defensa de Lituania, Juozas Olekas, tampoco admite acusaciones que le formulan los dirigentes de Rusia. "Suministrar armas a los países de la democracia nueva es absolutamente correcto y justo. Una parte del armamento le fue regalada a Lituania en la década pasada" -, afirma Olekas. Según él, en 2002 Lituania le entregó a Georgia armas ligeras que le sobraban y municiones que antes había obtenido de Polonia, teniendo permiso de ésta para la entrega de armas. "Pienso que fue un gesto amistoso y de buena voluntad" -, dice el titular de Defensa lituano.

Por otra parte, expertos advierten que el comportamiento de los países de Europa del Este sea interpretado únicamente el afán de liquidar "su viejo material bélico soviético". "Es evidente que Saakashvili piensa pelear con alguien -, afirma el científico del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías. Sólo queda adivinar con quién".

"Un análisis del balance de las amenazas externas e internas de Georgia muestra que el Gobierno de Georgia no tiene la intención de emplear las armas ofensivas adquiridas contra Turquía, Armenia o Azerbaiyán. No tiene con quien pelear, a excepción de Osetia del Sur, Abjasia y Rusia. Georgia se prepara para la guerra con dinero de EE.UU. y con la tácita aprobación de la OTAN, lo cual difícilmente pueda considerarse como acto amistoso con respecto a Rusia" - , continúa Alíev.

Por eso las declaraciones que los dirigentes georgianos hacen acerca de su intención de arreglar los conflictos por vía negociada no deben engañar a nadie. "De dar crédito a lo que Saakashvili dice cuando afirma que es amante de la paz, convendría sacar la conclusión de que todas estas compras se han hecho con el único fin de malgastar dinero porque los tanques, morteros y cazas no tienen ningún otro empleo"-, concluye el experto.

Cuando el presidente de Rusia advierte que "el desarrollo de la situación en Georgia puede desembocar en un derramamiento de sangre y los dirigentes georgianos aspiran a reconstituir la integridad territorial de su país por vía militar", está muy próximo a la verdad.

Fuente
RIA Novosti (Rusia)

RIA Novosti, 27 de octubre de 2006.