La resolución de la ONU fue presentada por el propio ministro de Relaciones Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque. El apoyo a Cuba fue masivo entre los países miembros de esta organización internacional ya que Cuba recibió 183 votos a favor y solamente cuatro en contra (EEUU, Israel, Islas Marshall y Palau) con la respectiva abstención de la isla Micronesia.

El ministro Felipe Pérez Roque señaló que "la guerra económica desatada por EEUU contra Cuba, la más prolongada y cruel que se haya conocido, es un acto de genocidio y constituye una violación flagrante al derecho internacional y a la Carta de la ONU".

El embargo apunta sobre todo a impedir en un primer momento el comercio entre EEUU y Cuba, evitar que el turismo norteamericano se dirija hacía las playas paradisíacas de la isla caribeña, impedir las transacciones financieras, créditos y operaciones bancarias con otros países y lo más peligroso, como lo puntualizó el propio ministro Roque, impedir en un segundo tiempo las relaciones comerciales con los demás países del globo mediante el mismo dispositivo de extraterritorialidad mediante el chantaje, la presión o coerción política a terceros países.

Pérez Roque denunció ante el plenario de la Asamblea General de la ONU las maniobras de EEUU para impedir la adopción de esta resolución, presionando por ejemplo ferozmente a Australia para que presentara una enmienda al documento.

La resolución de Cuba se ha impuesto al final y este resultado es el reconocimiento al informe elaborado por el mismo Secretario General de la ONU, Kofi Annan, bajo el título: "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EEUU contra Cuba".

La leyes y medidas promulgadas por la administración Bush estos últimos años pretende equivocadamente reforzar y ampliar el embargo comercial y financiero de la isla, lo que afecta primeramente las condiciones de vida de la población civil cubana.

La pregunta que se hacen las naciones del mundo es que si esta vez el gobierno norteamericano entenderá que por más potencia que sean los EEUU de América no pueden seguir pisoteando el derecho internacional y la Carta de la Naciones Unidas del cual es miembro.

Es la quinceava vez que las Naciones Unidas vota condenando el bloqueo estadounidense contra Cuba.