El siguiente fue el análisis beneficio-riesgo sobre el trigo que, entre otros productos, se presentó al gobierno en mayo del 2004, cuando se pasó la ley 28298 (Marco para el Desarrollo Económico del Sector Rural) cuyo objetivo era preparar al Sector Rural para el TLC. Esta ley, más de dos años después, aún no se reglamenta: ¿por qué?

Hoy –sólo entre enero a noviembre 2006- vemos un aumento del 42% en el precio del trigo. ¿Cuál sería el beneficio del TLC en este caso?

Trigo

Logro a alcanzar: extensión del orden de 120,000 hectáreas con productividad comparable a la que actualmente se alcanza nivel internacional (hoy para una demanda interna de 1.4 millones de toneladas, a 7 TM/Ha, se podrían extender hasta 200,000 Ha); consecuente mejora del precio del producto al mercado y nivel de competencia internacional vis a vis los tratados de libre comercio.

Beneficios:

Generación del orden de 360,000 puestos de trabajo directo, estables (ahora incluso más puestos de trabajo).

Concurrencia gradual del precio del grano con los precios internacionales, los cuales hoy se elevan por la enorme demanda de China (y hoy por la mayor dedicación de tierras al cultivo del maíz y de otras oleaginosas para producir bio-combustibles en EE.UU. y otros países)
Seguridad de contar con la producción nacional para cubrir escasez estacional o estructural del grano por efecto de la alta demanda y su consecuente incremento de precio.

Posibilidad de mezcla de la harina de trigo con otras harinas de mayor valor nutritivo, para la producción del pan a menores costos.

Adición de nuevos sujetos productivos formales a la economía nacional, que de manera promocional se incorporarán a la tributación.

Paz social

Ganadores:

La población en general que podrá contar con el suministro para consumo a precios razonables y variedad de ofertas de pan.

Los agricultores eficientes

Los mismos agricultores que podrán gozar de facilidades para su integración en Empresas Productivas Capitalizadas y tener acceso al crédito de manera eficiente y respaldada.

La economía que incorporará cerca de 600,000 consumidores al mercado; cosa que no ocurre si se sigue privilegiando el trigo importado.

El Estado que ordenará el sector, lo formalizará de manera promocional e incorporará nuevos contribuyentes.

El país que mejorará su balanza comercial.

Perdedores:

Los importadores del grano que tienen el poder económico del lobby para mantener sus privilegios.

Aparentemente el mercado por el presunto-aparente encarecimiento de las harinas y el pan (ver análisis de riesgos)

Riesgos:

De hacerlo:

La amenaza de la industria farinácea de incrementar el precio de las harinas y el pan, en asociación evidente con los importadores del grano.

Mitigación: Con una implementación ordenada y gradual de la producción nacional de trigo, no se impide que se siga importando, pero controlando todo intento de sobre-stock que inhiba la adquisición de la producción nacional.

La aparente amenaza de la “roya amarilla” plaga que atacó en el pasado a plantaciones de trigo en el Perú y que hoy es absolutamente controlable (argumento permanente de los importadores).

Mitigación: Cuidado y control de riesgo. Transferencia al seguro.

De no hacerlo:

La profundización de la pauperización del agro y la inminente reacción social, por negársele una oportunidad de crecimiento productivo; con lo cual los aparentes beneficios de importar el grano carecerán de significación.

Incremento de los precios al consumidor del pan y de los sub-productos farináceos.

Hoy, noviembre 2006 ... sin comentario.