El pasado domingo 26 de noviembre, el pueblo ecuatoriano acudió a las urnas para elegir entre la biblia y la correa, símbolos que caracterizaron a Álvaro Noboa y a Rafael Correa, respectivamente, durante la campaña electoral para la Presidencia de la República. Autoridades de control del sufragio, así como militares, policías, observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), coordinadores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Delegados del PRIAN y Alianza País, entre otros, estuvieron puntuales en las mesas electorales a nivel nacional.

Los medios de comunicación, que decidieron contratar sus propias empresas de conteo rápido, luego del fracaso de la empresa brasileña E-VOTE en la primara vuelta, transmitían, en vivo, los hechos que ocurrían en los recintos electorales. Radio, televisión y prensa escrita seguían los pasos de los candidatos, especialmente en el momento que éstos iban a sufragar, para recoger las primeras opiniones respecto al desarrollo del proceso. Fue fácil observar el favoritismo de los medios de comunicación para sus candidatos. Canales de televisión como TC, Gamavisión y Canal Uno, desde la mañana brindaron suficientes espacio al ex candidato Álvaro Noboa. Mientras Ecuavisa hizo lo propio con el candidato Rafael Correa. La diferencia la marcó Teleamazonas TV y Red Telesistema, a través de la cadena Elecciones 2006, que se mostraron como los más democráticos por tener a los dos candidatos en sus estudios. Jorge Ortíz hasta ahora no deja aprovechar cualquier oportunidad para recalcar ese hecho: “Teleamazonas y RTS han mantenido independencia, lo que no ocurrió con otras cadenas que ustedes saben” dice.

Luego de permanecer por la mañana en su residencia, Álvaro Noboa salió a las 12h40 en su automóvil Mercedes Benz color rojo, junto a sus hermanas Isabel, Diana y María Elena, mientras los medios informaban que simpatizantes del PRIAN intentaban comprar los votos a las afueras de los recintos electorales. A las 13h28, con un fuerte resguardo policial, militar y personal; estuvo en el colegio “Ana Paredes de Alfaro” de Guayaquil, para sufragar, y se dieron las primeras novedades: contestó las preguntas de todos los medios de comunicación, menos de los reporteros de Ecuavisa, a quienes hizo sacar del recinto a empujones, con la participación de militares. Luego se arrodilló frente a los simpatizantes que le acompañaban. Desde las 14h00 hasta las 14h30 acompañó a su esposa, Anabella Azin, y a su ex binomio Vicente Taiano a sufragar, y desapareció, hasta que a las 17h08 minutos, cuando en declaraciones en TC televisión se autoproclamó como el nuevo presidente del Ecuador. Sin embargo, los resultados indicaban lo contrario: Rafael Correa era el nuevo Presidente de la Republica. A las 18h45, y luego de conocer que los resultados estaban en su contra, desesperado y furibundo decía que esperará el pronunciamiento final del TSE.

Por su parte, los simpatizantes de Correa, luego de un agitado día, se agolparon en la avenida De los Shirys para festejar su triunfo.

ECUAVISA, que con Carlos Vera promovió a Rafael Correa en los noticieros y en la cobertura de las elecciones, cubría los pormenores del ex candidato de Alianza País. Aunque en los momentos más álgidos de la publicación de resultados, Vera desapareció de la pantalla, en una actitud por demás sospechosa. Era como el canal oficial del presidente electo; así se demostró cuando fue el primer medio al que Correa respondió una pregunta durante la rueda de prensa con medios nacionales e internacionales. A las 07h30 recibió a los medios de comunicación en su domicilio, cuando desayunaba con su esposa y tres hijos en una modesta mesa. A las 08h00 estuvo en el Colegio San Gabriel, para acompañar al sufragio a su binomio Lenin Moreno, y denunció los primeros síntomas de fraude por parte del PRIAN; convocó a la ciudadanía a vigilar su voto.

A las 09h25 acudió al Colegio “Central Técnico”, acompañado por varios de sus simpatizantes, y en medio de aplausos de los electores, procedió a votar. Cuando eran las 10h35, Correa llamó a una rueda de prensa para confirmar lo dicho en la mañana: que los ciudadanos vigilen su voto por denuncias de compra de conciencias por parte de simpatizantes del Prian y se retiró para asistir a la misa de 11h00 en la Iglesia de San Francisco. Luego de pasar la mañana en la capital decidió trasladarse a su ciudad natal, Guayaquil, a las 14h00, para acompañar a su madre a votar. A diferencia de los aplausos de apoyo, en esta ciudad fue diferente: gritos en su contra fueron escuchados por simpatizantes de Álvaro Noboa. Regresó a las 16h00 a la capital y se dirigió al Hotel Dann Carlton para esperar los resultados parciales de la elección, mientras los medios de comunicación anunciaban su triunfo por una gran diferencia frente a su contendor. Cuando marcaron las 17h45, en la avenida De los Shyris, los colores de Correa se apoderaron de los ciudadanos que festejaron el triunfo del primer presidente economista del país.

Mientras tanto, en rueda de prensa dirigió un discurso respecto a que en su gobierno se mantendrá la dolarización, no se firmará el TLC, se declarará una moratoria de la deuda externa, si el país no está en condiciones de cumplir con su pago; el retorno del Ecuador a la Oorganización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), confirmó a parte de su gabinete, negociará con el MERCOSUR, dijo que las FARC no son terroristas, y finalmente, que pondrá fin al neoliberalismo que mucho daño ha causado al pueblo ecuatoriano.

Han pasado tres meses del inicio de la campaña electoral para elegir al presidente de la República. Entre discursos y ofrecimientos de los candidatos finalistas, el pueblo terminó por elegir a la correa y no a la biblia.