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Cuando se celebró la feria europea ILA-2002 (Alemania, Berlín) se suscribió un memorando de cooperación con el grupo alemán EADS a fin de estudiar el mercado del avión anfibio Be-200.

Datos previos del estudio de mercadeo muestran que a los anfibios incorporan motores Rolls-Royce y la demanda será de 320 aparatos.

Al decir de Yuri Brázhnikov, viceministro de Situaciones de Emergencia de Rusia, la Unión Europea apoya la idea de crear una "escuadrilla europea" compuesta de aviones y helicópteros destinados a la lucha contra incendios, desastres ecológicos, operaciones de búsqueda y rescate de personas siniestradas. A favor de esta iniciativa se expresaron Alemania, Italia, Francia y Grecia. Los medios y fuerzas de la "escuadrilla europea" tendrán que utilizarse a solicitud de Estados cuyas unidades de rescate no estén en condiciones de cumplir por su cuenta tareas de este tipo. Por ejemplo, en caso de desastre tecnógeno o acto terrorista que causen víctimas y destrucciones. En opinión de Brázhnikov, Rusia puede aportar a la "escuadrilla europea" aviones Be-200 e Il-76, helicópteros Mi-26T, Mi-8MTV y Ka-32A. "Por supuesto que son los Be-200 los que van a desempeñar el papel principal".

De prueba fidedigna de la fiabilidad del anfibio de Taganrog y de su capacidad de funcionar en condiciones más complicadas puede servir una serie de vuelos de prueba realizados en Armenia donde el avión Be-200 despegaba y aterrizaba en un aeródromo terrestre que se encuentra a una altitud de 1580 m sobre el nivel del mar y sobre la superficie del lago Seván (1950 m sobre el nivel del mar).

En la sexta edición de la Feria "Hidroaviasalón" (en 2006) participaron dos aviones Be-2000. Uno, que pertenece al Centro Científico-Técnico de Aviación en Taganrog, acababa de regresar de Portugal donde fue contratado para extinguir incendios forestales durante los meses de verano y lo hizo con éxito. (Todo parece indicar que ese país puede ser el primer adquirente de anfibios rusos). El otro Be-200 fue presentado por el Ministerio de Situaciones de Emergencia que actuó en calidad de cliente y ya explota tres aparatos de este tipo. Otros cuatro aviones se le entregarán antes de que finalice 2007. Durante las labores del "Hidroaviasalón", durante cuatro vuelos de Be-200 se establecieron ocho récords mundiales.

Este aparato ruso posee características excepcionales. El avión puede despegar desde una pista de tierra de hasta 1800 m de largo, desde lagos y mares con una profundidad mayor a 2 metros y con olas de 1,2 metros de altura (un oleaje de hasta 3 grados). Volando en régimen de hidroplaneo (velocidad de 150-190 km.p.h.) Be-200 recoge en 12-14 segundos 12-13 toneladas de agua para llenar sus 8 secciones de tanques dispuestos bajo el suelo. El avión tiene también instalados a bordo varios tanques cuyo volumen total es de 1,3 metros cúbicos para líquidos químicos. Por medio de bombas centrífugas éstos pueden añadirse al agua para aumentar la eficacia de la extinción.

La mayor eficacia se logra si cerca del lugar del incendio hay un depósito de agua. En tal caso la extinción se lleva a cabo de esta forma: el avión recoge agua, se dirige hacia el foco del incendio y luego vuelve hacia el embalse para hacer otra toma. En caso de que la distancia entre el aeródromo y el foco del incendio es de 100 km y entre el embalse y el incendio, de 10 km, con una carga de combustible Be-200 puede arrojar al foco del incendio hasta 270 toneladas de agua.

Una mayor eficacia se logra cuando en la extinción de un incendio participan varios aviones a la vez. Gracias al sistema de pilotaje y navegación de a bordo ARIA-200 (fruto del trabajo conjunto del instituto científico ruso de equipos de a bordo y la empresa norteamericana Allied Signal Airspace), la extinción de incendios puede efectuarse en régimen automático, incluyendo la aproximación al foco del incendio y a la superficie acuática para recoger agua, la entrada a la toma de tierra y determinación exacta, en caso de visibilidad limitada, la posición recíproca de los aviones que forman un grupo. El arrojamiento de agua puede realizarse tanto en una descarga simultánea como mediante apertura sucesiva de las trampillas de los tanques.

El peso máximo de despegue desde tierra es de 37,2 toneladas. La velocidad máxima es igual a 610 km.p.h. El techo de servicio es de 8000 km. La autonomía a esta altura con 7200 kg de combustible es de 1800 km. La autonomía de entrega es de 3850. La carrera de despegue desde tierra es de 700 m y desde agua, 1000 m. La carrera de aterrizaje es de 950 m y la de acuatizaje, 1300 m. La longitud del avión es de 32,05 metros. La envergadura, 31,88 metros y la altura en reposo es de 8,9 metros.

Actualmente se explotan en el mundo más de 120 aviones de extinción de incendios. Son mayormente aviones anfibios canadienses CL-215 y CL-415 Canadair de la corporación Bombardier. Pero estos aviones están ya obsoletos, siendo su rendimiento un 30% del Be-200. Además, en cuanto al precio, los aviones canadienses son más o menos iguales que los rusos pero tienen menor tamaño y capacidad. Ya que el desgaste del avión que realiza operación de extinción de incendios se produce a ritmos acelerados, ya en una perspectiva próxima la industria innovadora de Rusia puede desplazar a la corporación Bombardier desde el mercado de aviones anfibios de extinción de incendios.

Únicamente los aviones anfibios US-2, que actualmente desarrolla la corporación nipona "ShinMaywa Industries" a base del aparato US-1 pueden competir con aviones anfibios rusos. La empresa ha realizado minuciosos estudios de marketing y afirma que en los próximos tiempos el mercado mundial podrá necesitar cerca de 200 aviones anfibios de extinción de incendios de la clase US-2, capaces de recoger desde la superficie de lagos y ríos hasta 15 toneladas de agua, o sea, 2-3 toneladas más que Be-200, y llevarla hacia los focos de incendios a una velocidad de hasta 555 km.p.h. No obstante, debido a su alta velocidad de crucero del avión ruso, el rendimiento (según la cantidad de entregas de agua al foco del incendio) del US-2 y Be-200 será prácticamente igual.

La elevada velocidad ascensional del anfibio ruso representa su ventaja indiscutible, especialmente durante la extinción de incendios en espacios reducidos (en zonas montañosas) y durante la recogida y arrojamiento de agua, habiendo obstáculos naturales (árboles, colinas).

Siendo más ligero que el avión japonés, el aparato ruso es capaz de desarrollar una velocidad casi dos veces más alta. Además, estando más dotado de equipos energéticos y de un sistema sofisticado y sensible a las condiciones de explotación, el aparato estará en desventaja frente a Be-200 en cuanto a los gastos de explotación directos. De ahí que los fabricantes rusos están en el derecho de aspirar a dominar parte considerable del mercado.

(Continuará)

Fuente
RIA Novosti (Rusia)