Se ha perdido trágicamente una oportunidad de demostrar que se puede hacer justicia, incluso en un caso como el de Saddam, señaló Philip Alston, especialista independiente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que sesiona en Ginebra.

A juicio de Alston, profesor de leyes en la Universidad de Nueva York, el gobierno en Bagdad debería suspender la ejecución de otros dos acusados junto con Saddam como una muestra de su intención seria de abandonar "un sistema judicial premeditado y arbitrario".

Esas reclamaciones del experto estadounidense, contenidas en declaraciones que circulan hoy en esta sede, están en igual sintonía con una petición de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, cursada ayer a Bagdad.

Barzan Ibrahim, el ex jefe de inteligencia durante el gobierno de Saldan, así como Awad Hamed, quien tuvo a su cargo la Corte Revolucionaria de Iraq, aguardan por su ejecución en la horca.

Pero las autoridades de derechos humanos de la ONU piden conmutar esa pena capital por la de cadena perpetua, ante lo que ellos han señalado como "falta de justeza e imparcialidad" en ese proceso judicial.

Un portavoz oficial de la ONU dijo que el nuevo secretario general, Ban Ki Moon, apoya ese reclamo de conmutación de pena presentado al gobierno en Bagdad, aun cuando ha declinado rechazar la condena a muerte.

Según las versiones que citan al especialista Alston, las autoridades iraquíes le negaron a Saddan la oportunidad de procurar el perdón o la conmutación de su sentencia y en cambio su ejecución fue apresurada por razones políticas.

"La manera humillante en que fue conducida la ejecución de Saddan violó claramente la ley de derechos humanos", afirmó el profesor Alston.

Fuente: Agencia Prensa Latina, IPI, 4 de enero 2007.