En su capítulo III - tiene siete - aborda todo lo relacionado con el establecimiento de las instituciones democráticas y el respeto a los derechos humanos. Curiosamente, la relación de medidas a aplicar en esta materia por el "gobierno de transición" comienza con la creación de un órgano represivo y el "ajuste de cuentas" que llevarían a cabo.

"Como prioridad inmediata - dice el texto - el gobierno de Estados Unidos ayudará a establecer una fuerza policial civil realmente profesional y ofrecerá asistencia para su entrenamiento técnico por parte del Departamento de Estado, quien tendrá la responsabilidad de su total organización y dirección política y utilizará la experiencia de los departamentos de Justicia, Tesoro y Seguridad de la Patria."

Acto seguido, y como para no dejar lugar a especulaciones acerca de las tareas que acometerá esa policía en su esfuerzo por enseñar a los cubanos a respetar los derechos humanos, anuncia sin tapujos el referido ajuste de cuentas. Veamos:

"Procesar a los ex funcionarios y miembros del gobierno, del Partido, de las fuerzas de seguridad, de las organizaciones de masas y otros ciudadanos pro gubernamentales, quizás también a muchos miembros de los Comité de Defensa de la Revolución. La lista puede ser larga."

Con la frase final evidentemente quieren demostrar su plena conciencia de estar formulando una clara amenaza a la inmensa mayoría de la población del país.

Y aunque esta medida no es, ni mucho menos, la única torpe ingenuidad contemplada en las casi 700 páginas del plan aprobado en mayo del 2004 y su complemento de julio del 2006, sí es la más grave, y tal vez, la más cómica.

Esta duda se fundamenta en la existencia de otras medidas contenidas en el capítulo II, relativas a la educación y la salud, ¡tan amplias! que llegan a proponer: "Inmunizar inmediatamente a todos los niños menores de cinco años que estén por vacunar contra las principales enfermedades infantiles en el sistema actual de sanidad."

A esta estupidez, dictada por desconocer que la totalidad de los infantes cubanos están protegidos contra 13 enfermedades, se añade aquella en la cual se proponen " asegurar que las instalaciones y los servicios educacionales estén disponibles para la mayor cantidad posible de personas."

Parece que los servicios especiales de inteligencia, creados recientemente por el duo Bush-Negroponte para espiar a Cuba, no han descubierto que en la mayor de las Antillas, donde la mortalidad infantil es de 5, 3 por cada mil nacidos vivos, solo superada en el continente por Canadá, la totalidad de los muchachos entre seis y 15 años se encuentran en el sistema nacional de enseñanza y reciben servicios educacionales gratuitos y de probada calidad.

Parece oportuno advertir a los autores del plan, que debían enmendar una inexplicable omisión del documento: la necesidad de formar de manera acelerada suficientes tribunales y construir a toda velocidad cientos de cárceles para juzgar y recluir en ellas, a los siete u ocho millones de cubanos que serían condenados por ser miembros del gobierno, militar en el Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, prestar servicios en las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior o pertenecer a las Milicias y a las organizaciones de masas con membresía multimillonaria.

No es ocioso que alguien con sentido común les advierta que los encarcelados serían esos que los Primero de Mayo, los 26 de Julio y cada vez que son convocados, llenan las plazas y las avenidas de la capital y de toda Cuba.

Bueno, tampoco debe ser subestimada la capacidad de los asesores de Bush, pues quizás han calculado que la inmensa mayoría de esas personas hayan entregado su vida en el combate frontal librado antes contra los invasores.

Agencia Cubana de Noticias