Para la Casa Blanca tiene que constituir un dolor de cabeza que ambos pueblos latinoamericanos marchen por derroteros diferentes a los dictados desde la Oficina Oval, y se conviertan de esa manera en una alternativa cierta para quienes aún viven bajo el nocivo peso del neoliberalismo y la represión.

De ahí que los personeros oficiales norteamericanos insistan en concentrar sus ataques sobre Caracas y La Habana, y en ese tinglado se inscriben las recientes declaraciones de dos personajes del mundo del espionaje, el general Michael Hayden, director de la CIA, y John Negroponte, torturador y conspirador nato, director de inteligencia nacional. Durante un encuentro con una comisión senatorial especializada, ambos revelaron que el presidente George W. Bush ordenó "incrementar la atención sobre Cuba y Venezuela", considerados como "amenazas a la seguridad de los Estados Unidos".

Por su parte Negroponte recordó que su oficina nombró a un funcionario para "atender" precisamente a ambas naciones y que en el Departamento de Estado existe un "coordinador oficial" para ocuparse del retorno de Cuba a la "democracia".

El promotor de la violencia en Centroamérica durante la década de los ochenta y los noventa de la pasada centuria, añadió en su informe que con respecto a La Habana existe un "altísimo compromiso" de la Casa Blanca para provocar allí un cambio de régimen.

Por si fuera poco, la abogada e investigadora estadounidense Eva Goldimer, alertó públicamente por esos días que la administración de George W. Bush ha dedicado no menos de 26 millones de dólares para financiar a los sectores de oposición dentro de Venezuela, causantes de paros sectoriales, manifestaciones violentas, campañas mediáticas y hasta de un golpe de estado fascista contra el presidente legítimo Hugo Chávez.

Nada, que para el guerrerista en la Oficina Oval los sonados fracasos en Asia Central no bastan, y al parecer insiste en poner a prueba la resistencia de dos procesos revolucionarios cada vez más unidos y firmes en sus posiciones liberadoras y antiimperialistas.

Agencia Cubana de Noticias