Ducho en mentir, manipular y engañar, el gobierno de George W. Bush inventa toda suerte de pretextos para propinar un golpe bélico a Teherán, en un plan descabellado que se sabe como se iniciaría, pero imposible predecir como terminaría, a juzgar por la tradición de combate, la preparación militar y los incentivos para la lucha que caracterizan al pueblo iraní.

La propia prensa occidental no rehuye estos temas, por el contrario. El diario londinense The Guardian reveló hace poco que la CIA norteamericana se ha encargado de suministrar datos falseados sobre la industria nuclear de Irán al Organismo Internacional de Energía Atómica, con el interés de crear todo un clima de alarma propicio para un ataque contra el país islámico.

La agencia de inteligencia estadounidense ha hablado con insistencia de presuntos depósitos secretos de armas nucleares en territorio iraní, lo que recuerda en mucho un pretexto similar utilizado por la Casa Blanca para invadir a Iraq, sin que hasta el presente se haya probado una sola acusación en ese sentido.

The Guardian realza que la mayoría de estos informes de la CIA carecen de documentos con ubicaciones de tales "almacenes secretos", y los inspectores que utilizaron dichos datos no encontraron la menor evidencia.

No obstante, el camino está trillado por Washington en sus intentos por golpear a Irán. Según revelaciones del semanario New Yorker, que cita "fuentes anónimas" de la Casa Blanca, ya el Pentágono tiene un proyecto para bombardear puntos claves iraníes si en un plazo de 24 horas se recibe la orden de ataque.

La publicación establece que además existen comandos especiales listos para ingresar en Irán y apresar a nacionales vinculados a los rebeldes iraquíes, aun cuando, aclara el semanario, no se está planificando una guerra de larga duración contra Teherán.

Mientras, y en reciente visita a Estambul, la luchadora pacifista norteamericana Cindy Sheehan advirtió que una agresión militar de la Uniòn a Irán es perfectamente posible, e incluso existen planes muy avanzados en ese sentido. Sheehan concluyó con una aseveración que, por compartida, puede ser el cierre ideal de estas reflexiones: "W. Bush es el peor peligro para la estabilidad mundial", y lo que hace, piensa y planea lo confirma rotundamente."

Agencia Cubana de Noticias