El presidente de Estados Unidos visitará la próxima semana algunos países de la región: Brasil, Uruguay, Colombia, México y Guatemala. Es una importante gira, con varios objetivos. Señalemos algunas implicancias:

1.- Busca un acercamiento con su socio privilegiado regional, Brasil. Prioriza así los intereses comunes, sobre las eventuales diferencias respecto al ALCA, MERCOSUR y la relación con Venezuela. Punto importante de la agenda será estrechar vínculos en temas estratégicos como en energía, en este caso el etanol. Se busca también dar un espaldarazo al hegemón regional, en el papel prudente y moderado que ha estado asumiendo Lula en los últimos años.

2.- Se pretende poner una cuña en el MERCOSUR. El gesto privilegiado hacia Uruguay, es la continuación de la reciente suscripción del TIFA, que ha dejado abiertas las posibilidades de un acuerdo más amplio que podría culminar en un TLC. Esto es incompatible con el MERCOSUR y ha generado el rechazo de Brasil y Argentina, y obligó a una visita de Lula previa a la llegada de Bush para asegurar la continuidad del MERCOSUR. Al margen de las formalidades, existen problemas reales especialmente con el tema de las asimetrías y los escasos beneficios que están obteniendo los países más pequeños del bloque.

3.- También da un claro respaldo al nuevo presidente mexicano elegido en cuestionados comicios, y la visita a Colombia y Guatemala busca fortalecer la iniciativa de una articulación hemisférica de los países del Pacífico, en base a los que apoyaron el ALCA y tienen o quieren un TLC con Estados Unidos.

Es importante resaltar, que en el área andina no visita Perú sino Colombia (que a diferencia de lo sostenido por algunos voceros del gobierno y analistas locales, constituye su aliado estratégico). Lo hace en un momento difícil para el gobierno colombiano, donde su canciller tuvo que renunciar por el escándalo de los vínculos del gobierno con los paramilitares, tema que se ha añadido como problema a resolver para que el congreso norteamericano apruebe el TLC.

4.- Buscar el aislamiento de Venezuela. A la conocida hostilidad y cruce de adjetivos bilaterales, se añaden dos acusaciones recientes desde Estados Unidos. Que Chávez ahuyenta no solo a los inversionistas de su país, sino a los de toda la región. Y, lo más grave, que estaría impulsando una inaceptable carrera armamentista.

Los convenios bilaterales de inversión y de protección suscritos en la región, las políticas de liberalización de apertura que en mayor o menor grado se mantienen y los TLC suscritos les brindan a esos capitales garantías extraordinarias, independientemente de lo que haga o deje de hacer Venezuela. Y si hay un país que está impulsando una desaforada carrera armamentista, este es Chile sobre el que ni Estados Unidos ni otros países están diciendo absolutamente nada en público.

Venezuela con el ALBA, logró sumar a su inicial relación con Cuba sólidos vínculos con Bolivia, y más recientemente con Ecuador y Nicaragua. Acaba de recibir la visita del presidente argentino, donde se anunciaron nuevos importantes acuerdos de cooperación y donde se resaltó la complementariedad existente entre los dos países. Antes, recibió la visita y el apoyo de Lula en medio de su campaña electoral reeleccionista. En suma, será muy difícil alcanzar el objetivo del aislamiento, más aún si Venezuela decidiera retornar a la CAN.

5.- Como se aprecia, cada país hace su juego de acuerdo a sus intereses. En el Perú la prensa anuncia la visita de Bush para el 2008, sin destacar que no será una visita de Estado al país, sino su asistencia a una Cumbre multilateral como es la de APEC. Mientras visitará países vecinos, solo conversa media hora con nuestro presidente. Nuestro país debería tomar debida nota de los últimos movimientos y actuar de acuerdo al interés nacional, retomando posiciones históricas de la Cancillería, dejando de jugar un papel subordinado a las grandes potencias o a las que pretenden serlo a escala regional.