por Alejandro Zegarra Pezo; ecologo22@yahoo.es
6-3-2007

Sin disponer de la licencia social para explotar su ilegal proyecto
Río Blanco y persisitiendo en la negativa de abandonar tierras
comunales ocupadas ilegalmente, Minera Majaz, subsidiaria peruana de
la transnacional británica Monterrico Metals, en abierta actitud
presuntuosa, provocadora, agresiva e ilegal, que puede traer fatales
consecuencias, abrió una oficina en la ciudad de Ayabaca, aún sin
disponer de la respectiva licencia de funcionamiento y en el colmo de
la desverguenza, al costado de la central de comunidades de Ayabaca o
casa del campesino, los que a diario observan indignados, las lujosas
camionetas doble tracción de los mineros que desean destruir sus
sagradas tierras de las cuales dependen y depende la producción de
agua para todo el noroeste de Perú. En esta oficina se realizan
sospechosas reuniones y se planifican arteras acciones, pretendiendo
doblegar a los valientes comuneros que defienden sus tierras con la
vida, doblegando con limosnas y falsas promesas a pobre gente
citadina, inoculando pernicioso veneno y presionándoles a traicionar,
calumniar, chantajear....a sus propios hermanos, generando un clima de
zozobra en esta bella provincia de la serranía piurana que intentan
destruir.

Hace algunos meses los mineros de Majaz,organizaron una gran marcha,
reuniendo aprox. 100 personas asalariadas por ellos y dirigidas por un
gerente de esta minera, los que premunidos de carteles promineros,
pretendían dirigirse a Huancabamba, atravesando antes la valiente
comunidad de Yanta y utilizando una vía comunal.

Gritando arengas a la explotación minera, comenzaron esta ilegal
caravana minera, desde la ciudad de Ayabaca, ingresando a la
jurisdicción de la comunidad de Yanta, provocando con sus estridentes
gritos pro-mineros a todos los comuneros de Ayabaca, que en una
valiente acción comunal, con pleno derecho legal y rememorando su
pasado Guayacundo, ejecutando una inteligente y pacífica estrategia,
supieron detener y someter a esta ilegal, agresiva y fúnebre marcha,
liderada por un supuesto defensor de los derechos humanos y medio
ambiente local: un minero.

Fue realmente una irracional acción, que una vez más, denota que a los
mineros poco les importa lo que hacen o piensan los dueños de las
tierras que piensan destruir, fue una actitud prepotente, invasora,
agresiva y provocadora que pudo traer fatales consecuencias o, tal vez
esto era lo que el invasor minero perseguía, generar la violencia
comunal. No pensó en ningún momento en la sabiduría de los dirigentes
locales, para solucionar este conflicto férreamente pero en forma
pacífica.

Hoy los mineros de Monterrico Metals, Newmont y otras transnacionales
mineras, siguen pretendiendo generar el caos en las comunidades del
interior de Ayabaca, elegidas para destruir. Han contratado espías que
en forma encubierta, visitan y a veces se establecen en pacíficas
comunidades serranas, tratando de promover la minería o generando la
división comunal.

Es en la comunidad de Andurco, puerta de entrada a la comunidad de
Yanta, donde recientemente se nos ha informado la llegada y
asentamiento de dos sujetos pro-mineros que están desestabilizando el
pueblo y denunciando ante la policía a todo aquel que se opone a los
mineros.

En respuesta al mezquino comportamiento de los mineros de Majaz o
Monterrico Metals de Inglaterra, el municipio provincial de Ayabaca,
representado por su demócrata y valiente alcalde Humberto Marchena,
tomando en cuenta el clamor de su pueblo, decidió no otorgar licencia
de funcionamiento para la oficina de Minera Majaz, resaltando la
ilegalidad de esta minera en Ayabaca y considerarla una amenaza para
la paz social, reiterendo la posición del gobierno local y del pueblo
ayabaquino que es contraria a cualquier tipo de explotación minera en
su jurisdicción. Lo cual se verá reflejado en la multitudinaria
consulta popular que se realizará en junio del presente año.

Toda la poblacion de la serrania piurana está unida y con férrea
disciplina, se opone a las nefastas pretensiones mineras.