No puede olvidarse en cualquier análisis sobre este asunto que el Demócrata no es un partido diferente en miras y propósitos al Republicano, e incluso figuras trascendentes dentro de sus filas apoyaron en su momento la agresión contra Bagdad.

De hecho, las discusiones en el seno del legislativo norteamericano no apuntan a decisiones tajantes, aunque contrapuestas de cierta manera. Ahora la Cámara Baja acaba de aprobar nuevos gastos para la continuación de las acciones bélicas, pero con el adjunto de que las tropas norteamericanas deben regresar al país el próximo año.

De hecho la votación en ese tramo fue muy reñida, 218 votos a favor de la enmienda y 212 en contra, y George W. Bush se apresuró a decir que si el proyecto gana la simpatía de la totalidad del Congreso no vacilará en hacer uso del veto presidencial.

Los fondos suplementarios acordados suman 124 mil millones de dólares, un monto para nada despreciable, el cual incide directamente sobre los ya azotados bolsillos de los contribuyentes y los abrumados gastos sociales.

Y mientras los demócratas maniobran para intentar brindar un rostro opositor, pero sin pintas radicales, el gobierno no cesa de persistir en vender la idea de que la guerra puede ganarse, que todo es cuestión de tiempo, y de la no conveniencia para los "intereses nacionales" de la salida de USA del Medio Oriente y Asia Central.

Las calles de la Uniòn llenas de manifestantes en los últimos días no parecen ser argumentos para tomar en cuenta por la Casa Blanca.

Explicable entonces los rècords de impopularidad de un mandatario quien solo atiende los intereses de los sectores petroleros y armamentistas, y da la espalda al pueblo y sus reclamos.

Agencia Cubana de Noticias