Y en el caso de Iraq y la guerra de conquista de petróleo ejecutada por Washington, el mecanismo pudiera ser el mismo. El "edificio" de la ocupación militar norteamericana está en crisis total. Las grietas corren en todas direcciones, con la terrible variante de que los ejecutores de semejante dislate parecen ser tan tozudos que esperarán a que el techo se les venga encima o les aplaste de forma inexorable.

Los pronósticos aparecen todos los días. El influyente The New York Times indicaba hace muy poco que no hay el más mínimo futuro para la presencia bélica norteamericana en territorio iraquí, y por tanto lo aconsejable y verdaderamente sensato era organizar el inmediato retiro de las tropas ocupantes, que acumulan más de tres mil bajas fatales y han provocado la muerte de unos 600 mil nacionales.

Ya los representantes y senadores estadounidenses, en reñidas votaciones, han dado su veredicto, ciertamente aún tibio, pero al menos contrapuesto al empecinamiento presidencial: las fuerzas ocupantes deben marcharse y para ello ha de ponerse en práctica un calendario oficial, iniciativa rechazada por la Oficina Oval, quien amenaza abiertamente con vetar.

Por demás, los principales aliados de la Casa Blanca en la invasión han salido del escenario o declarado lo harán en breve, en tanto gobiernos apegados a USA como el de Arabia Saudita admitieron que el ataque a Iraq "constituye una ocupación extranjera ilegítima", mientras figuras militares como el ex general Barry McCaffrey aseguran: las acciones de la insurgencia tienden a incrementarse y las tropas norteamericanas corren un grave peligro estratégico, dictamen contrastante con sus optimistas observaciones de los años 2005 y 2006.

En pocas palabras, el edificio tiene fisuras enormes y pierde por día solidez, estabilidad y seguridad. Los planos más recientes dictaminan la cercana ruina, y solo George W. Bush no quiere enterarse de lo que sucede e insiste en nuevos plazos y nuevas victorias, solo existentes en su particular imaginario de ex beodo con ínfulas místicas.

Agencia Cubana de Noticias