Por DAX TOSCANO SEGOVIA*
 ALTERCOM

Pasado el tiempo, la pestilencia de la administración de justicia de EE.UU. se ha hecho más evidente, sobre todo bajo el gobierno de George W. Bush. Los hechos, y por supuesto el olor, lo confirman. Basta con señalar que el secretario de Justicia estadounidense, Alberto González, ha avalado la utilización de la fuerza y la práctica de la tortura contra los prisioneros en la cárcel de Guantánamo, so pretexto de combatir al terrorismo.

El cinismo de los funcionarios fascistoides gringos es manifiesto.

El día viernes 6 de abril de 2007 la jueza federal de El Paso, Texas, Kathleen Cardone, concedió la libertad condicional bajo fianza al terrorista Luis Posada Carriles. El 9 de abril la magistrada negó la moción presentada por la fiscalía para suspender dicha orden. Posada Carriles podría salir en libertad en las próximas horas, una vez que pague la fianza. Este sanguinario individuo, responsable directo del asesinato de ciudadanos cubanos y de otras nacionalidades, goza de la benevolencia de la prostituida justicia norteamericana que, sin vergüenza alguna, lo presenta como un pobre viejo que se encuentra en delicado estado de salud.

Queda claro que la jueza Cardone cedió ante la presión de las mafias de la gusanera de Miami. También es obvio que el gobierno norteamericano no tiene ningún interés para impedir que Posada Carriles salga en libertad. La razón es clara: Luis Posada Carriles fue entrenado por la CIA. Él ha sido un instrumento de la política criminal de las administraciones norteamericanas y de las organizaciones contrarrevolucionarias con sede en Miami para atacar a Cuba. Por eso le brindan ayuda, para así mantenerlo callado.

Mientras los terroristas gozan de estos privilegios, luchadores sociales y antiterroristas continúan detenidos injustamente en cárceles gringas.
Mumia Abu Jamal lleva preso 25 años. Este líder afroamericano fue acusado del asesinato del agente de policía Daniel Faulkner. Las pruebas presentadas por la defensa de Mumia demuestran su inocencia. Sometido a un juicio en el que se violaron todas las normas legales y procesales, Mumia Abu Jamal fue condenado a la pena capital. En el año 2001 la pena de muerte fue revocada, no así el veredicto de culpabilidad. Hans Bennet explica que “el 17 de mayo, el Tribunal de Apelaciones escuchará los argumentos orales en el caso del periodista negro Mumia Abu-Jamal, quien sigue en el corredor de la muerte. La corte considerará cuatro cuestiones ya certificadas para la apelación. Posteriormente tomará la decisión de concederle un nuevo juicio a Abu-Jamal, avalar la sentencia de cadena perpetua o reimponer la pena de muerte”.
Desde la cárcel, Mumia Abu Jamal, “La voz de los sin voz”, continúa defendiendo con su pluma la lucha de los pueblos del mundo que hoy se levantan para hacerle frente al imperialismo genocida.

Cinco luchadores antiterroristas cubanos que se infiltraron en las organizaciones criminales anticubanas de Miami, llevan detenidos 10 años en diferentes prisiones federales de los EEUU. Los abogados defensores de Antonio Guerrero, de Fernando González, de Gerardo Hernández, de René González y Ramón Labañino, pese a los obstáculos que les ha impuesto el sistema judicial norteamericano, han demostrado que los Cinco no cometieron delito alguno contra la Seguridad de los EEUU. La labor de ellos era la de recoger información que impidiera el cometimiento de actos terroristas contra Cuba por parte de los grupos de delincuentes, asesinos y narcotraficantes que penetraron. Pese a todo esto, la justicia sigue brillando por su ausencia en el caso de los Cinco. El odio profesado por la administración Bush contra Cuba, así como la presión de la mafia cubanoamericana, han impedido que se tome una decisión legal justa en este caso.

Entre tanto, terroristas como Posada Carriles podrán ir a sus casas para seguir planificando sus acciones criminales, todo gracias a la prostituida justicia gringa.

*DAX TOSCANO SEGOVIA: Ecuatoriano, Profesor de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador