El lunes 30 de abril de 2007, un tribunal israelí declaró a Mordechai Vanunu culpable de haber violado la prohibición de conceder entrevistas a periodistas extranjeros, como lo hizo con la Red Voltaire en 2005 y con otros medios de prensa ingleses, estadounidenses, australianos y franceses.

Vanunu, quien ya había sido condenado a 18 años de prisión en 1986 por revelar al Sunday Times las actividades nucleares israelíes desarrolladas en la instalación de Dimona, donde trabajó como ingeniero, fue liberado en 2004 luego de purgar la sentencia antes mencionada, pero sigue siendo objeto de una serie de restricciones que se renuevan de año en año y entre las que se encuentran la prohibición de salir de Israel y la de tener contacto con periodistas extranjeros. Estas restricciones seguían en vigor diez días antes de la realización del nuevo juicio. Aunque el mundo ya sabe que Israel dispone del arma atómica, el gobierno israelí mantiene las medidas ya impuestas con ánimo de acallar la voz de uno de sus principales opositores.

En efecto, Mordechai Vanunu denuncia periódicamente las prácticas del gobierno israelí, al que califica de apartheid. En la entrevista que nos concedió en 2005, declaraba: «No podemos aceptar este Estado judío. El Estado judío de Israel es lo contrario a una democracia; necesitamos un Estado para todos nuestros ciudadanos, cualesquiera que sean las creencias religiosas de estos. La solución está en un Estado único, para todos sus habitantes, de cualquier religión, como sucede en democracias como Francia o Suiza, y [que sea] no sólo un Estado para los judíos. Un Estado judío no tiene absolutamente ninguna razón de ser. Los judíos no necesitan un régimen fundamentalista como el que reina en Irán. La gente necesita una verdadera democracia, que respete a los seres humanos. Hoy tenemos en el Medio Oriente dos Estados fundamentalistas: Irán e Israel. Pero Israel está muy adelantado en materia de fundamentalismo, ¡incluso más que Irán!».

La decisión del tribunal israelí podría enviar nuevamente a Mordechai Vanunu a la cárcel. La sentencia, que puede ser objeto de una apelación ulterior, se conocerá el 18 de mayo.