Quienes sirven de intermediarios – y eso es un secreto a voces- se quedan
en Miami con un 95 % del dinero que las agencias federales destinan
para una operación política diseñada para desestabilizar al gobierno cubano,
pero que en realidad se ha convertido en un negocio corrupto de muy buen
provecho económico para las organizaciones y personas del exilio cubano cuya
verdadera función en Estados Unidos es la de defender políticamente al
Presidente Bush como hacen en todas partes los alabarderos de cualquier
administración de turno .

En otras palabras, que la supuesta ayuda del gobierno norteamericano a la
oposición en la isla se ha convertido en una verdadera estafa en la que los
mismos titulados disidentes están comprometidos porque reciben por su
silencio cómplice unas cuantos miserables monedas de los millones de dólares que
se reparten como botín en Miami los pícaros de siempre, los autotitulados
patriotas de la intransigencia histórica y alguno que otro oportunista
recién llegado de la isla que aquí se presentan en los programas de la radio
y la televisión defendiendo la corrupta operación de subvención económica
a la oposición en Cuba, que no son otros que los mismos que en Miami se
quedan con la parte del león, la masa gorda y suculenta del jamón mientras
que mandan para los Disidentes de la isla el hueso o la piltrafa, que
para el caso es lo mismo.

Los que cobran dinero por hacer oposición a un gobierno, no son
patriotas. Son vulgares mercenarios que no tienen vergüenza, honor ni dignidad.

Y más si quien paga es un gobierno extranjero. ¡Eso se llama traición!
Les habló para Réplica de Radio-Miami, Max Lesnik

Fuente: Radio Miami, miércoles 13 junio 2007.