La actual administración, para distinguirse de su antecesora, decidió otorgarle todo el poder a Maximiliano Cortázar. Este personaje nombra a la mayoría de los encargados de las direcciones de comunicación en las diferentes secretarías, quienes tienen que reunirse semanalmente con Max, como le dicen sus cercanos, para rendir cuentas, analizar el panorama y planear estrategias.

Incluso el presupuesto para campañas presidenciales aumentó este año. Más de mil 600 millones de pesos se destinarán a dar a conocer programas gubernamentales. Eso aparte de los tiempos oficiales en radio y televisión, el 1.25 por ciento de anuncios por hora y 30 minutos diarios en cada uno de los medios audiovisuales.

Pero, a ocho meses de la gestión calderonista, la situación es incierta, titubeante y contradictoria. Tres asuntos lo demuestran palmariamente: el caso de Zhenli Ye Gon, los estallidos en los ductos de Pemex y la propuesta de reforma fiscal.

1. Respecto a la incautación de más de 205 millones de dólares a un supuesto comerciante de productos farmacéuticos, las sospechas empezaron desde el principio. Tanto así que el periódico Reforma demostró que las cantidades de que hablaban las autoridades inicialmente eran menores a las que en realidad se encontraron. Ahora, ya no se sabe en dónde está la fortuna. Una versión dice que en Banejército, otra que en un banco nacional, otra más que en Estados Unidos y la más reciente, en el Banco de México.

Por si algo faltara, por primera vez un integrante del equipo presidencial, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, va a Estados Unidos a levantar una demanda contra el también llamado “Charlie”, para poner a salvo su reputación. Mientras, su jefe Calderón insiste que lo dicho por Ye Gon es “falso”, “ridículo” y “tonto”: “cuentos chinos”. Si esto último es cierto, ¿qué objeto tiene ir a refutar ante la justicia estadounidense a un sujeto que es narcotraficante, embustero y su credibilidad está por los suelos?

Por cierto, en el libro Herencia maldita de Ricardo Ravelo (Grijalbo, 2007) hay un personaje Javier Lozano, narcotraficante del cártel de Amado Carrillo Fuentes, que hace operaciones ilícitas con diversos miembros de gobiernos.

¿Coincidencia o algo más?

2. Estallidos en Pemex. Los primeros informes decían que se trataba de accidentes. Sobre todo en los tres de Guanajuato. Cuando ocurrió el cuarto, en Querétaro, entonces se puso como responsable al Ejército Popular Revolucionario (EPR). En una súbita aparición a bordo del avión presidencial, vimos nervioso a Maximiliano Cortázar diciendo que estaban en contra de ese tipo de estallidos. Reforzó el asunto la Secretaría de Gobernación. Muchos comentaristas cercanos al régimen avalaron esa tesis. Insistió en el planteamiento, Eduardo Medina Mora, titular de la PGR. Calderón dijo que su gobierno aún no puede confirmar si el EPR “fue realmente el responsable, por lo que continuarán las investigaciones”, y minimizó la actividad de esa guerrilla, ya que aseguró: “sólo aparece de manera intermitente para buscar notoriedad mediática”. Dicho comentario dejó helado a su interlocutor principal, el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien había dicho que condenaba todo acto terrorista y se solidarizaba con el gobierno de Calderón.

Ahora resulta que en México, realmente, no hay certeza de que los eperristas hayan causado los ataques, ni mucho menos que sean de peligro.

3. Sobre la Contribución Empresarial a Tasa Única (CETU), los empresarios mexicanos, el Frente Amplio Progresista y el PRI la rechazan por diversos motivos. Por si algo faltara, los inversionistas españoles se quejaron ante Calderón del asunto, algo que trascendió de una reunión privada que llevaron a cabo mexicanos e hispanos.

¿No que ya todo estaba arreglado? ¿A qué se debe que tirios y troyanos se quejen? ¿Por qué no se previó correctamente el encuentro secreto México-España?

Muchas interrogantes y pocas respuestas. La comunicación actual, en entredicho. Y cada vez hay más enredos y contradicciones.

jamelendez@prodigy.net.mx

Fecha de publicación: Agosto 2a quincena de 2007 | Año 5 | No. 85