El triunfo de la Revolución Socialista, el 25 de Octubre de l9l7, no fue sino la culminación de una intensa cadena de sucesos que se desarrollaron en la Rusia Zarista desde la década de los años 60 del siglo XIX, en que se comienzan a efectuar las “revueltas” campesinas contra los terratenientes, levantamientos campesinos que obligaron al zarismo a abolir el régimen de servidumbre en l86l, hasta la noche del 25 de octubre de l9l7, cuando se hallaba en todo su apogeo la insurrección de Petrogrado y el poder en Moscú había pasado ya de hecho a manos del Soviet de la ciudad.

Esa noche, el Congreso de los Soviets de toda Rusia, en donde los bolcheviques tenían una aplastante mayoría, resolvió tomar todo el poder en sus manos, mediante un acuerdo que decía: “Apoyándose en la inmensa mayoría de los obreros, soldados y campesinos, apoyándose en la insurrección triunfante llevada a cabo por los obreros y la guarnición de Petrogrado, el Congreso toma en sus manos el Poder”.

Esa misma noche, el Congreso de los Soviets tomó otras dos resoluciones trascendentales: la primera el decreto sobre la paz, mediante el cual proponía a los países beligerantes: Inglaterra, Francia y Alemania, que concerten un armisticio inmediato que termine con la primera guerra mundial que estaba asolando a Europa, y lleven adelante las negociaciones sobre la paz; y la segunda resolución, el decreto sobre la propiedad de la tierra, en el que se declaraba “inmediatamente abolida, sin ningún genero de indemnización, la propiedad de los terratenientes sobre la tierra”. Mediante este decreto se declaraba abolido para siempre el derecho de propiedad privada sobre la tierra, que pasaba a ser sustituída por la propiedad de todo el pueblo y del Estado; se socializaba así las tierras de los terratenientes, de la corona y de la iglesia y se les entregaba, en disfrute gratuito, a todos los trabajadores.

Esta es una breve síntesis de lo que fue la culminación de la Revolución Socialista de Octubre, Revolución que no fue tan simple ni fácil, puesto que fue el resultado de años de constante trabajo político y, en los últimos ocho meses de l9l7, de febrero a octubre, la realización de una intensa campaña para conquistar a la clase obrera y a millones de campesinos, para ponerlos del lado de la revolución socialista; fue el intenso trabajo del Partido Bolchevique y su gigantesca labor política, la labor que hizo posible la preparación de las masas para la Revolución Socialista de Octubre.

Los momentos más importantes y decisivos en la historia del Partido Bolchevique durante esos nueve meses de intensa preparación de la Revolución de Octubre, fueron: la llegada de Lenin de la emigración, sus Tesis de Abril, la Conferencia de abril del Partido y su VI Congreso.

Los acuerdos del Partido infundieron a la clase obrera fuerza y seguridad en el triunfo y le dieron soluciones para los problemas más importantes de la revolución. La Conferencia de Abril encaminó al Partido Comunista hacia la lucha por el paso de la revolución democrático-burguesa a la revolución socialista. El VI Congreso orientó al Partido hacia la insurrección armada contra la burguesía y su gobierno provisional.
Los partidos conciliadores, el socialrevolucionario y el menchevique, los anarquistas y otros partidos no comunistas, culminaron su trayectoria: todos ellos se convirtieron en partidos burgueses que defendían la integridad y conservación del régimen capitalista.

La clase obrera, dirigida por el Partido Bolchevique, aliada a los campesinos pobres y apoyada por los soldados y los marinos, derribó el poder de la burguesía, instauró el Poder de los Soviets, creó el Estado soviético socialista, abolió la propiedad de los terratenientes sobre la tierra, entregó el disfrute de ésta a los campesinos, puso término a la guerra conquistando la paz y creó las condiciones para el desarrollo de la construcción del socialismo y la instauración de la dictadura del proletariado, abriendo así para la historia la posibilidad de que se inicie una nueva era para la humanidad: la era de las revoluciones proletarias.