"El 2 de diciembre se decide en gran medida el futuro del país", declaró Putin al comparecer en el congreso de partidarios suyos, reunidos el miércoles en el moscovita estadio Luzhnikí. "Más que el reparto de escaños, se decidirá en esta fecha la cuestión fundamental: ¿a quién se confía la ejecución de los planes para el desarrollo de Rusia?". "La victoria en diciembre también significa la victoria en marzo próximo, en las elecciones presidenciales", dijo.

"Vayan sin falta a las urnas y voten por Rusia Unida", pidió Putin.

Continuidad y renovación

Lo más importante a día de hoy, al decir del mandatario ruso, es "preservar la continuidad del rumbo a un desarrollo estable y sostenible, asegurar el crecimiento del bienestar y la seguridad de la Patria contra los riesgos políticos". "No podemos admitir que la Duma de Estado se transforme en una algazara de populistas, paralizada por la corrupción y la demagogia".

Todos los organismos del poder en Rusia se renovarán por completo en el transcurso de los próximos meses, constató Vladímir Putin. "Lo único que necesitamos es la victoria para que esta renovación sea un éxito y avance por el camino correcto, para que el futuro Parlamento y el presidente puedan cooperar con eficacia, en beneficio de todos los ciudadanos", resaltó.

También se requiere la renovación dentro de Rusia Unida, para que consiga los objetivos proclamados, señaló. "Ha de ser un partido flexible, móvil y atento hacia la opinión pública", dijo. Putin recordó que había aceptado ser el número uno de Rusia Unida a pesar de que esta organización no es una herramienta política ideal. "Lo hice con plena consciencia. Creo que así podré ayudar a la formación de un Poder Legislativo que tenga prestigio y capacidad", explicó.

Rusia recuperó su posición entre las diez economías más importantes del planeta, recordó el presidente. "Y no es el límite. Expertos independientes, tanto aquí como en el extranjero, están absolutamente convencidos de que en diez años puede convertirse en la quinta economía del mundo, si mantiene el actual rumbo del desarrollo y preserva los ritmos del crecimiento económico", declaró.

El crecimiento del PIB en los últimos ocho años fue del 70% y la capitalización englobada de las empresas rusas incrementó más de 30 veces, dijo. Putin repasó también otros éxitos de su gobierno, como la triplicación del salario real, la liquidación anticipada de la deuda externa, el recorte del índice de mortandad y los primeros síntomas del aumento de la natalidad.

"Somos capaces de hacerlo y lo haremos sin falta", agregó.

A juzgar por las recientes encuestas, más del 13% de los rusos no ha decidido aún a quién respaldarán el 2 de diciembre. En su discurso, Putin hizo un intento por movilizar a los "indecisos".

"Todavía nada está predeterminado de una vez por todas". "La estabilidad social, la recuperación económica, la paz en nuestra tierra y el incremento del nivel de vida, modesto pero obvio, todo ello no ha caído desde el cielo ni funciona aún, lamentablemente, en modo de ejecución automática. Es el resultado de una lucha constante - a veces, muy dura y violenta - y de un conflicto de intereses, tanto en el interior del país como en el escenario internacional".

Fuerte diatriba contra adversarios

Sin llamar a los adversarios por el nombre, Putin aprovechó su discurso para lanzar una fuerte diatriba contra los grupos de oposición radical, como La Otra Rusia, que pretende organizar estos días un mitin en Moscú, así como contra los comunistas, quienes ocupan el segundo lugar después de Rusia Unida en intención de voto.

Entre los oponentes de Rusia Unida hay gente que quisiera restaurar el poder de oligarcas, afirmó el presidente. "Uno puede encontrar sus nombres entre los candidatos y los patrocinadores de algunos partidos. Quieren tomar una revancha, volver al poder, recuperar la influencia y restaurar poco a poco un régimen oligárquico basado en la corrupción y la mentira".

"Ahora van a salir a la calle. Algo han aprendido de expertos extranjeros, se han entrenado un poco en las naciones vecinas y ahora lo intentarán aquí", observó Putin. "¡No les dejaremos!", gritó alguien en la sala. "¡Así me gusta!", reaccionó el presidente.

"Lo único que pueden estos señores, si vuelven al poder, es engañar, robar al pueblo y llenarse los bolsillos. Y lo harán con su típico cinismo y brillo en los ojos", advirtió. "No les saldrá nada", aseguró.

Sin mencionar directamente a otros partidos, Putin calificó de "especulación política" los intentos de explotar las dificultades que todavía subsisten en el país.

"Lo hacen quienes gobernaron a Rusia durante décadas y a finales de los 80 dejaron a la gente sin productos ni servicios elementales. Sin carne, fósforos, azúcar y sal. Los que, sin duda alguna, habían preparado con su política la desintegración de la URSS".

"Son los que en la década del 90 ocupaban puestos de alto nivel y actuaban en perjuicio de la sociedad y el Estado, atendiendo los intereses de estructuras oligárquicas y dilapidando el patrimonio nacional. "Los que adoptaban, año tras año, presupuestos desequilibrados e irresponsables que finalmente derivaron en el default y en una caída brutal, de varias veces, del nivel de vida...", recordó. Son los que pusieron a la agricultura nacional la etiqueta despectiva de "agujero negro"; "redujeron a cero la financiación de la ciencia y el sector de defensa e insistieron en un recorte radical e infundado del Ejército ruso". "Los que rehusaron durante años el pago de subsidios infantiles, pensiones y salarios; los que nos llamaron de forma traicionera en el período más difícil, de una intervención terrorista contra Rusia, a negociar y, en realidad, a lograr un pacto con los terroristas, con los asesinos de mujeres y niños". "En resumidas cuentas, son los que sumieron a Rusia, a finales del siglo pasado, en la miseria y en la corrupción generalizadas que estamos combatiendo hasta ahora", concluyó.

"Quienes se oponen a nosotros, no quieren que implementemos nuestro plan porque persiguen objetivos muy diferentes y tienen planes muy diferentes sobre Rusia". Quieren un Estado débil y enfermizo, una sociedad desorganizada, despistada y dividida, dijo.

"Desgraciadamente, también hay gente dentro del país que acecha como chacales cerca de embajadas y legaciones diplomáticas contando con el apoyo por parte de fundaciones y Gobiernos extranjeros, en lugar de buscar respaldo de su propio pueblo", afirmó Putin.

Fuente: Ria Novosti, 21/ 11/ 2007.