El realizador estadounidense Oliver Stone pidió las autorizaciones necesarias para rodar en Teherán un film biográfico sobre Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán. Después de haber recibido una negativa en un primer momento, Stone obtuvo al final al aceptación de la República islámica de Irán a condición que la película reconstituya los sucesos con veracidad exacta de su vida sin entrar en la ficción.

Stone hizo entonces marcha atrás , el realizador hizo saber que él no proyectaba por el momento un viaje a Teherán y previa este film entre otros proyectos. En Irán, el anuncio de este largo metraje ocasionó grandes preocupaciones dentro del entorno de los editorialistas conservadores estadounidenses que temían un escenario distorsionara la realidad y los prejuicios norteamericanos.