* 40 asesinatos y 7 desapariciones forzadas de periodistas y trabajadores de prensa ocurridas en el sexenio de Vicente Fox Quesada y en lo que va del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa

* En 2007 fueron asesinados 6 periodistas y 3 trabajadores de la prensa y ocurrieron 3 desapariciones forzadas de informadores

En materia de derechos humanos, en México, el gremio periodístico al igual que otros grupos violentados nada tenemos que celebrar. Al presentar el Informe Anualizado al cierre del 2007, la Federación Latinoamericana de Periodistas FELAP-México denuncia nuevamente que nuestro país continúa en el primer lugar en el mundo en asesinatos, desapariciones forzadas y demás atentados y agravios contra los trabajadores de la prensa, sólo por debajo de Irak, que como hemos señalado es un caso sui géneris por sufrir una guerra de intervención por parte de Estados Unidos y sus aliados. Precisamente en el mes de diciembre fueron asesinados 2 periodistas más, para completar en el 2007, 9 asesinatos: 6 periodistas y tres humildes trabajadores de la prensa, y 3 desapariciones forzadas de informadores. La lista cruel del 2000 a la fecha asciende a 40 asesinatos: 37 periodistas y 3 trabajadores de prensa y continúan 7 colegas desaparecidos.

Con los últimos asesinatos y desapariciones, México mantiene el deshonroso primer lugar en el mundo en atentados a informadores y medios. En los últimos 7 años el registro de la Federación Latinoamericana de Periodistas FELAP, con el invaluable apoyo de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos FAPERMEX, y el Club Primera Plana, arroja esa lamentable lista trágica de 40 compañeros asesinados, más de 5 por año, además de que continúan desaparecidos 7 más. Lo más grave radica en que todos los casos yacen en la más vergonzosa impunidad. Nuevamente nos dirigimos al presidente Felipe Calderón Hinojosa para exigirle justicia, en el entendido de que sólo con su decisión política se puede revertir el fenómeno que tiene como objetivo único y fundamental el socavar las libertades de prensa y expresión, así como el derecho a la información.

Es de mencionarse, aunque resulta incomodo, que otras organizaciones internacionales en sus reportes den a conocer sesgada y por tanto incompleta, la lista de los asesinatos y desapariciones forzadas de trabajadores de la prensa. El presente Informe responde a una acuciosa investigación y desde luego a recoger constantemente la incidencias de los atentados a periodistas, prácticamente en el mismo instante en que ocurren.

Desde el periodo del foxismo nuestro país se convirtió en el número uno en atentados a periodistas en el mundo sin conflicto bélico, –sólo como ya apuntamos, atrás de Irak que sufre una guerra de intervención– con 40 periodistas asesinados y 7 aun desaparecidos. En los meses de gobierno de Felipe Calderón, donde el fenómeno de atentados a comunicadores no cesa, con 9 asesinados, 3 desaparecidos y el descubrimiento de los cadáveres de 2 compañeros secuestrados en el sexenio anterior, con lo cual la lista se eleva a la cifra mencionada de 40 muertos y 7 desaparecidos; a todo los anterior debemos de sumar los cientos de atentados de todo tipo que sufren los comunicadores y sus medios. Casos, todos, repetimos, que se encuentran en la más absoluta impunidad.

En concordancia con nuestro informe, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en una nueva actitud, da a conocer la multiplicación de agresiones y amenazas a periodistas. Coincide también con nuestro informe en el sentido de que no hay voluntad de las autoridades para investigar ese tipo de violaciones a las garantías de los informadores y sancionar a los responsables materiales e intelectuales, lo que genera impunidad.

La CNDH informó que abrió 84 expedientes de queja en 2007 por agravios contra periodistas en el ejercicio de su profesión, relacionados con presuntas violaciones a sus derechos fundamentales y que documentó 88 casos que se hicieron públicos en diversos medios informativos y que podrían constituir violaciones a las garantías fundamentales de los comunicadores, además de que constantemente está emitiendo las recomendaciones de los casos a las autoridades correspondientes.

Reconocemos también la disposición de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de revisar las listas de las víctimas del periodismo, no en el simple ejercicio de empatar cifras, sino en el compromiso de que ninguno de los casos quede impune. Es importante destacar que en lo que va de la administración de Felipe Calderón Hinojosa las agresiones a periodistas superan ya a las ocurridas en el mismo período del cruel foxismo.

Desde que se incrementó este fenómeno social, que vulnera directamente a la sociedad ante su derecho inalienable de estar de inmediata y perfectamente bien informada, el periodismo organizado del país, al través de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y su análoga continental la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, hemos exigido simplemente justicia, que de haberse cumplimentado por parte de las autoridades correspondientes, obviamente que se hubiera revertido el lacerante fenómeno.

Sin embargo, a pesar de la gravedad de la situación, jamás hemos merecido el mayor respaldo a nuestras denuncias por parte de la llamada gran prensa. Inclusive hoy, prefieren mencionar a organizaciones extranjeras, con guarismos crueles por debajo de la realidad, que a las asociaciones nacionales y regionales en nuestras condenas y en demanda permanente de justicia.

Por toda esta situación de vergonzante impunidad ante los crímenes de periodistas y la nula acción preventiva, situaciones que siempre hemos denunciado como desempeños seguros para socavar las libertades de prensa y de expresión, todos nos unimos con la demanda unificada de la FELAP y FAPERMEX que presiden respectivamente el colega argentino Juan Carlos Camaño y el chihuahuense, Roberto Piñón Olivas ¡No más asesinatos, desapariciones y demás atentados a periodistas, señor presidente, Felipe Calderón Hinojosa!

Nunca antes en la historia del país tuvimos que soportar un sexenio gubernamental federal tan brutalmente enemigo de la prensa, como el que terminó el jueves 30 de noviembre del 2006, a pesar de las acostumbradas declaraciones en contrario del entonces presidente Vicente Fox Quesada, quien afirmaba que durante su gobierno se puso fin a la censura.

Baste recordar que en este supuesto gobierno del cambio, asesinaron a 30 periodistas, cinco por año, desparecieron a 6 colegas, se cometieron cientos de toda clase de atentados, se crearon leyes privativas mordaza como la del ex gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía y, lo peor de todo en materia normativa, el foxismo puso en vigor la supuesta Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y las clonadas en diferentes entidades de la República.

Ante esta realidad lacerante que vive el gremio periodístico nacional y que ha tenido repercusiones vergonzosas allende las fronteras al convertirse México, país sin conflicto bélico, en el primero en el mundo en asesinatos, secuestros y demás atentados a comunicadores; pero sobre todo por la cobarde impunidad imperante ya que ningún caso ha sido aclarado, es por lo que exigimos: simplemente justicia.

También es de rechazarse la farsa de las declaraciones de Vicente Fox de que puso fin a la censura. ¿Cómo entonces debemos llamarle a toda esta realidad lacerante, fatal y trágica con la que se actuó en su gobierno en contra de los comunicadores y sus medios para socavar las libertades de prensa y expresión, así como contra el derecho a la información?

¿Cómo es posible que Vicente Fox, en su acto de despedida de los comunicadores se haya atrevido a invitar a los medios de comunicación no sólo a fortalecer el proceso democrático en México, sino también a difundir con “objetividad y profesionalismo” la información con la que se forma la opinión pública en la ciudadanía, y luego afirmara que a lo largo de su sexenio se puso fin a la censura, a la represión y al autoritarismo y que ahora a éste, su supuesto espacio de libertades, debe sumarse la responsabilidad de los medios en el marco de la ética y de la verdad?

En primer lugar, en la invitación al gremio está implícita la calidad de Torquemada del ex Jefe del Ejecutivo; mintió Vicente Fox al decir que acabó con la censura en su Gobierno. Al contrario, la situación fue brutal y asesina y por último es totalmente inaceptable que haya afirmado que durante su gobierno México fue “un sexenio de libertades”.

NOMBRES Y FECHAS DE LOS PERIODISTAS ASESINADOS Y SECUESTRADOS EN EL PERIODO SEXENAL DE VICENTE FOX QUESADA Y LO QUE VA DEL GOBIERNO DE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA (2000-2007)

1 de febrero de 2000, Luís Roberto Cruz Martínez, reportero de la revista Multicosas, de Reynosa, Tamaulipas, asesinado a balazos.

28 de abril de 2000, José Ramírez Puente, periodista de Radio Net, de Ciudad Juárez, Chihuahua, asesinado de 36 puñaladas.

19 de julio de 2000, Hugo Sánchez Eustaquio, editor del diario La Verdad, Atizapán de Zaragoza, Estado de México, se encontró su cadáver después de haber sido secuestrado.

9 de febrero de 2001, Humberto Méndez Rendón, reportero y conductor del Canal 9 de Durango, asesinado de 6 puñaladas en su domicilio en Gómez Palacio, Durango.

19 de febrero de 2001, José Luís Ortega Mata, director del semanario Ojinata, muerto en Ojinaga, Chihuahua.

9 de marzo de 2001, José Barbosa Bejarano, corresponsal de la revista Alarma, asesinado en Ciudad Juárez, Chihuahua.

24 de marzo de 2001, Saúl Antonio Martínez Gutiérrez, subdirector editorial del diario El Imparcial, de Matamoros, Tamaulipas; fue encontrado muerto con cuatro balazos en la cabeza en las inmediaciones de las poblaciones de Río Bravo y Matamoros.

17 de enero de 2002, Félix Alonso Fernández García, director de la revista Nueva Opción, de Miguel Alemán, Tamaulipas, asesinado con disparos de metralletas AK-47.

9 de abril de 2002, Pablo Pineda Gaucín, reportero del diario La Opinión, de Matamoros, Tamaulipas. Su cuerpo fue encontrado con un balazo en la cabeza cerca de Harlington, Texas, Estados Unidos, en la zona limítrofe con México.

16 de octubre de 2002, José Miranda Virgen, columnista del diario El Sur de Veracruz, murió por una explosión de gas en su domicilio. Se mantiene la sospecha de que fue intencional debido a su actividad crítica contra las autoridades locales.

13 de diciembre de 2003, Rafael Villafuerte Aguilar, director del periódico La Razón de Ciudad Altamirano, Guerrero, asesinado a balazos en Tierra Caliente, del mismo estado de Guerrero.

19 de marzo de 2004, Roberto Javier Mora García, editor del diario El Mañana y de la revista North Mexico Business, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue apuñalado cuando llegaba a su domicilio.

22 de mayo 2004, Leodegario Aguilar Lucas, editor de la revista Mundo Político de Acapulco, Guerrero, fue secuestrado el 22 de mayo; su cadáver incinerado fue encontrado el 8 de septiembre. Los restos presentaban impactos de disparos.

22 de junio de 2004, Francisco Javier Ortiz Franco, coeditor del semanario Zeta, de Tijuana, Baja California, ultimado a disparos frente a sus dos hijos menores.

31 de agosto de 2004, Francisco Arratia Saldierna, articulista de los periódicos El Imparcial y El Regional, de Matamoros, Tamaulipas. Fue baleado en una céntrica calle de esa ciudad.

28 de noviembre 2004, Gregorio Rodríguez Hernández, reportero gráfico y corresponsal de El Debate de Mazatlán en Escuinapa, Sinaloa, fue acribillado cuando cenaba con sus dos hijos.

5 de abril de 2005, Dolores Guadalupe García Escamilla, reportera y conductora de noticiarios de Stereo 91 de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Fue baleada el 5 de abril y falleció el día 16 del mismo mes, 11 días después, en la Clínica Hospital de Especialidades de esa ciudad fronteriza.

8 de abril de 2005, Raúl Gibb Guerrero, director del diario La Opinión de Poza Rica, fue asesinado a balazos en Papantla, Veracruz.

17 de septiembre de 2005, José Reyes Brambila, reportero del periódico Vallarta Milenio, de Guadalajara, Jalisco. Se le encontró apuñalado dentro de la cajuela del automóvil propiedad de la empresa.

30 de octubre de 2005, Hugo Barragán Ortiz, radioreportero y conductor de noticiarios de la estación Radio MAX, de Tierra Blanca, Veracruz, golpeado y apuñalado en su propio domicilio.

6 de enero de 2006, José Valdés, periodista radiofónico, asesinado en Sabinas, Coahuila. Su amiga y colega Pilar Cortázar, acusó del hecho a narcotraficantes ligados con militares, investigados por la víctima.

Marzo de 2006, Rosendo Pardo Ozuna, periodista de La Voz del Sureste, de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Durante su rutina de ejercicios matinales en bicicleta fue atropellado y luego rematado por sus asesinos con el mismo vehículo que lo embistió.

9 de marzo de 2006, Jaime Arturo Olvera Bravo, de La Piedad, Michoacán. Fungía como periodista independiente y había sido corresponsal del diario La Voz de Michoacán. Llevaba a su hijo de cinco años a la escuela cuando fue ultimado a mansalva.

10 de marzo de 2006, Ramiro Téllez Contreras, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, asesinado frente a su domicilio. Periodista radiofónico de EXA 95.7 FM.

9 de agosto de 2006, Enrique Pérez Quintanilla, asesinado en Chihuahua. Fundador de la revista Dos Caras, una Verdad, de contenido policiaco, denunciaba con frecuencia casos de corrupción dentro del gobierno. Se encontró su cadáver con signos de tortura y balazos.

26 de octubre 2006, Bradley Roland Will, periodista norteamericano, originario de Nueva York, corresponsal acreditado por la agencia Indymedia e integrante de la ONG humanitaria Asociación de Asesores de Derechos Humanos. Tenía alrededor de dos meses trabajando sobre la situación en Oaxaca. De acuerdo a informaciones periodísticas se dice que murió en un ataque perpetrado por un grupo de paramilitares contra miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, APPO, durante los disturbios en esa entidad.

10 de noviembre de 2006, Misael Tamayo Hernández, director del periódico El Despertar de la Costa, se le encontró muerto con varios impactos de bala y huellas de tortura en un hotel ubicado a la salida de la carretera Zihuatanejo-Ixtapa, Guerrero.

15 de noviembre de 2006, José Manuel Nava, destacado periodista, ex director de la cooperativa que editaba el periódico Excélsior, fue encontrado muerto en su domicilio, ultimado a puñaladas. Este asesinato se dio en circunstancias sumamente sospechosas. No se descarta que esté relacionado con la publicación de su último libro “Excélsior, el asalto final” en el que denunció la conjura entre el gobierno de Fox, cooperativistas traidores e intereses privados. A la fecha las investigaciones no dan pistas de los asesinos.

21 de noviembre de 2006, Roberto Marcos García, reportero de la revista Testimonio, ejecutado en la carretera Veracruz-Alvarado.

30 de noviembre de 2006, Alfonso Sánchez Guzmán, ex corresponsal de Televisa y reportero de las páginas de noticias www.enlaceveracruz212.com.mx y “Orizaba en vivo”. Su cadáver fue encontrado en las aguas del Río Blanco, del municipio de Orizaba, estado de Veracruz. Presentaba 4 impactos de bala, uno de ellos en la cabeza, conocido como tiro de gracia. Se le dio por desaparecido, dos días antes de su asesinato.

14 de diciembre de 2006, Raúl Marcial Pérez, columnista del diario regional El Gráfico de la ciudad de Oaxaca. Sus sicarios, en acto totalmente inédito, entraron hasta la redacción del rotativo para acribillarlo con disparos de armas de fuego calibres 22 y 9 milímetros.

11 de enero de 2007, Gerardo Guevara Domínguez, editor de la versión digital del semanario Siglo 21, dirigida a la comunidad hispánica de Estados Unidos y con sede en Oxnar, California www.siglo21web.com Su cadáver fue encontrado en un barranco cercano al municipio de Ocampo, Chihuahua. El 7 de octubre de 2006 Guevara Domínguez salió en motocicleta de Guadalajara, Jalisco, donde residía, para ir a Creel, estado de Chihuahua, a cumplir con un trabajo periodístico; desde entonces se le había dado por desaparecido. Las autoridades declararon que al parecer la causa de su muerte fue un accidente de carretera. Lo cuestionable es que tuvieron que pasar 3 meses para localizar su cuerpo.

6 de abril de 2007, Amado Ramírez Dillanes, corresponsal de Televisa en Acapulco y titular del noticiario local de Radiorama. Fue muerto en pleno centro del puerto en el estado de Guerrero. Inmediatamente después de terminar la edición nocturna de su informativo, cuando salía de las instalaciones radiofónicas, fue ejecutado de cuatro balazos por dos sicarios que lo esperaban. Uno sólo disparó contra su víctima. Tres tiros lo hirieron en la cabeza y uno más en la espalda; el comunicador todavía tuvo fuerzas para descender de su vehículo y llegar a un hotel cercano para pedir auxilio, lugar donde finalmente se desplomó sin vida.

23 de abril de 2007, Saúl Noé Martínez, reportero del Diario de Agua Prieta, Sonora, quien cubría la fuente policíaca, su cadáver fue encontrado en el municipio de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua. El lunes anterior fue subido con lujo de fuerza a un vehículo por cuatro o cinco sujetos armados, cuando llegaba a la estación de policía de su localidad donde corrió para evitar ser víctima de sus captores. Según la autopsia fue muerto a golpes.

5 de septiembre de 2007, Oscar Rivera Izunza, periodista con trayectoria que lo llevó a ocupar la presidencia de la Asociación de Periodistas “7 de Junio” del estado de Sinaloa. Fue ejecutado por esbirros que usaron armas de alto poder. La víctima ocupaba el puesto de vocero de los operativos conjuntos del Ejército, autoridades federales y estatales contra el crimen organizado. El atentado ocurrió en pleno centro de la ciudad capital, Culiacán. Según testigos, Rivera Izunza conducía una camioneta oficial y a unas cuadras de su oficina fue baleado desde otro vehículo en marcha.

8 de octubre de 2007, Mateo Cortés Martínez, junto con dos de sus compañeros, empleados de El Imparcial de Oaxaca, fueron asesinados cuando se dirigían a distribuir el diario a la región del Istmo. Un comando con armas de alto poder a bordo de una camioneta Equinox, de vidrios polarizados, interceptó el vehículo propiedad del periódico, rotulado con el nombre de la empresa, en la carretera federal 185, kilómetro 291+700, entre Tehuantepec y Salina Cruz, dando muerte a los trabajadores sólo porque distribuían los ejemplares del diario.

8 de octubre de 2007, Flor Vásquez López, otro de los empleados de El Imparcial de Oaxaca, asesinado junto con sus dos compañeros.

8 de octubre de 2007, Agustín López Nolasco, también asesinado el mismo día junto con sus compañeros trabajadores, los tres del diario El Imparcial de Oaxaca.

3 de diciembre de 2007, Gastón Alonso Acosta Toscano, periodista y abogado del semanario Noticias de la Frontera, fue muerto a golpes en Agua Prieta, Sonora, momentos antes lo habían secuestrado a las puertas de la Comandancia de Policía. Al momento de quitarle la vida fungía como representante legal de la Asociación Regional de Periodistas, con sede en la misma localidad, que surgió a raíz del asesinato del reportero Saúl Noé Martínez, ocurrido en abril pasado. Además de articulista, ocupaba el cargo de asesor jurídico en el semanario Noticias de la Frontera, también fue agente del Ministerio Público estatal

8 de diciembre de 2007, Gerardo Israel García Pimentel, joven reportero del diario La Opinión de Michoacán, de apenas 24 años de edad, en Uruapan, Michoacán, fue ejecutado a tiros. Sus asesinos lo persiguieron hasta el hotel de su suegra, donde había recibido alojamiento ante las amenazas recibidas.

Periodistas desaparecidos

10 de julio de 2003, se denunció la desaparición del periodista radiofónico Jesús Mejía Lechuga, reportero de MS Noticias, en Martínez de la Torre, estado de Veracruz, cuando iba a entrevistar al líder del Comité Directivo Municipal del PRI, Alonso Alegretti. El reportero acababa de revelar en un noticiario radiofónico los posibles vínculos del diputado priísta Guillermo Zorrilla Pérez con grupos criminales.

20 de abril de 2005, desaparición del reportero del periódico El Imparcial de Hermosillo, estado de Sonora, Alfredo Jiménez Mota cuando se dirigía a una entrevista.

8 de julio de 2006, desapareció Rafael Ortiz Martínez, reportero de Zócalo, de Monclova, Coahuila, al terminar su jornada de trabajo.

30 de noviembre de 2006, José Antonio García Apac, director del periódico semanal Ecos de la Costa, de Lázaro Cárdenas, Michoacán fue secuestrado al realizar un viaje de la ciudad capital, Morelia, al municipio de Tepalcatepec. Según testigos fue interceptado en la carretera y bajado de su automóvil por los tripulantes de una camioneta Ram color guinda, en la cual se lo llevaron con rumbo desconocido.

19 de enero de 2007, Rodolfo Rincón Taracena, reportero del diario Tabasco Hoy, de Villahermosa, Tabasco, desapareció desde ese día, luego de que tres días antes su periódico publicó un amplio reportaje acerca de las actividades del narcomenudeo en la entidad.

6 y 7. 10 de mayo de 2007, Gamaliel López, reportero y Gerardo Paredes, camarógrafo, ambos de TV Azteca del Noroeste, al parecer fueron interceptados por cuatro sujetos cuando salieron a realizar un reportaje sobre el nacimiento de unas siamesas en Monterrey, Nuevo León. Desde entonces no se sabe nada de ellos.

México, D. F., enero de 2008

TEODORO RENTERIA ARRÓYAVE
VICEPRESIDENTE FELAP-MÉXICO

ROBERTO PIÑÓN OLIVAS
PRESIDENTE FAPERMEX

ROSAURA CRUZ DE GANTE
PRESIDENTA DEL CLUB PRIMERA PLANA

JOSE ANTONIO CALCÁNEO COLLADO
SECRETARIO EJECUTIVO
COMISIÓN INVESTIGADORA DE ATENDADOS A PERIODISTAS (CIAP-FELAP)

Artículo publicado en el portal de la Federación Latinoamericana de Periodistas (www.felap.info)