Revisión, rectificación, reimpulso. Vamos a armarnos en el alma con esas tres “R”:

Revisión. Vamos a revisar todo. Yo comencé a revisarme a mí mismo, al Gabinete, las medidas, los programas…

Rectificación, como producto de la revisión. Es bueno siempre profundizar en el contenido de las palabras para que no se nos quede en una consigna. Vamos a revisar todo, y eso es un proceso permanente, dialéctico, de todos los días.

Reimpulso. Y alimentándose de todo eso, el reimpulso revolucionario, del Gobierno, el reimpulso popular, de los programas, de los planes, en todos los niveles y en todos los espacios.

La revolución continúa

La Revolución debe seguir marchando sobre un esfuerzo y resultados permanentes. Y todo en función de:

 La felicidad del pueblo.
 Cubrir, satisfacer las necesidades de toda la Nación: educación, poder popular.

Importante: Moral y luces.

Desde que la Revolución Bolivariana comenzó, hace ya casi 200 años, allá en el Orinoco, en ese maravilloso discurso político de Angostura, cuando lo dijo Bolívar: “Moral y luces son los polos de una República; moral y luces, nuestras primeras necesidades”. Ya lo había dicho Cristo muchos años atrás: “Vayan y sean luz del mundo y sal de la tierra”. La sal. Para curar la corrupción, para evitar la corrupción, Moral y Luces. Allí está la clave para la salvación no sólo de la República, de la Revolución, de Venezuela toda, sino del mundo.

Primer plan socialista de la Nación

Es muy importante que todos nos empapemos sobre lo que es el primer plan socialista de la Nación. Ya comenzamos a ejecutarlo, pero ahora viene la fase de profundización y de expansión. ¿Cuántos ejes estratégicos tiene el plan? Son 7 directrices fundamentales. (Ver recuadro)

Valores del nuevo socialista

Fortalezcamos los valores: El deporte, la solidaridad, la humildad, la honradez, el trabajo social voluntario, el desprendimiento de lo de uno por los otros, el estudio, la justicia, la igualdad, son los valores de la Patria que están contenidos en nuestra Constitución.

– El arte en forma general, la cultura, el deporte; debemos seguir conformándolos como valores de la Patria Bolivariana.
– Un bolivariano debe ser, culto, estudioso, deportista, no importa la edad, no importa el sexo, no importa nada.
– Los verdaderos valores están en la solidaridad, el amor por los demás, el amor por la sociedad...
– Los valores del nuevo socialista es que vivamos en paz. La paz es el valor fundamental del socialismo.
– Sólo a través del socialismo se puede conseguir la justicia: la justicia social, profunda.
– No sólo la ausencia de ametralladoras y de guerras armada es la paz estructural. La paz fundamentada en los valores de la justicia social, eso es el socialismo.

Lección de lecciones

El 2 de diciembre fue una gran lección. Tenemos que aprenderla bien, buscar con lupa las enseñanzas, registrarla en el papel, en la mente, en el espíritu, en el corazón, en la conciencia: No pudimos aprobar la propuesta de reforma que era una puesta alta, lo sé, lo reconozco. Yo asumo la responsabilidad. Yo no soy el que va a echarles la culpa a otros. Yo soy el responsable. ¿Por qué? Porque nosotros ganamos hace un año y tanto (3 de diciembre de 2006), con 63 por ciento de los votos. Yo pensé, desde el punto de vista estratégico, como clásicamente se piensa.

¿A qué me refiero cuando digo clásicamente se piensa, en la guerra o en la política? Lo que se llama la explotación del éxito. Es decir, después de un éxito sólido, continuemos, para explotar el éxito, no nos detengamos.

Yo pensé clásicamente, y entonces decidí tomar la iniciativa y lanzar el ataque de la reforma. Ahora, el ataque de la reforma fue como que aquí estamos al frente de unos valles, yo soy el comandante de una operación, y todos ustedes un ejército, y hagamos una fuerte campaña y tomemos unas colinas, digamos, a una altura de aquí de los Valles del Tuy, a estas alturas que no son muy elevadas ¿no? Tomamos unas colinas; pero luego yo inmediatamente les digo, bueno, no descansemos, ahora vamos a tomar el pico El Ávila, allá, y alargamos el ataque inmediatamente. Para graficarlo así, esa fue mi decisión. No pudimos tomar el pico El Ávila, pero estamos aquí en los Valles, ¡pues!

¿Algún día tomaremos el Pico El Ávila? Claro que lo tomaremos algún día, vamos a tomarlo. No estábamos preparados todavía, sencillamente así. Todas las demás fallas provienen de eso. No tenemos todavía el nivel necesario de organización, de conciencia, como un ejército ¡pues! Todavía nuestra tropa, nuestros equipos y nuestra logística no están listas para tomar los picos más altos.

Hace falta hacer un partido

Partido Socialista Unido de Venezuela. Los invito a que nos pongamos en ánimo y voluntad para pronto tener consolidado el nuevo partido que nos hace tanta falta. Nos hizo mucha falta para la batalla del 2007. Nos hace mucha falta para las batallas que vienen: Este año hay elecciones de gobernadores y alcaldes. La Revolución está obligada no sólo a mantener los espacios ocupados y a profundizarlos sino también a abarcar nuevos espacios.

Preparémonos porque la contrarrevolución no descansará tratando de recuperar espacios. ¿Les permitiremos recuperarlos? Imaginen ustedes por un momento que eso volviera a ocurrir: La Alcaldía Mayor de Caracas, las Alcaldías de Sucre, Petare, el estado Carabobo, Aragua, Miranda. El imperio colocaría de nuevo a Venezuela en pie de guerra (abril de 2002). Vean ustedes lo trascendental que es para la paz de Venezuela.

Quiero que nos pongamos todos en situación. No perdamos un día. Es un año de ofensiva. Por eso, lo más pronto posible instalaremos el Congreso Fundacional del Partido Socialista Unido. Por eso, sobre la marcha debemos articular el Polo Patriótico, que es la alianza con los demás partidos que legítimamente no se sumaron al Partido Socialista, el PPT, el PCV, otros partidos regionales y, más allá de los partidos, los movimientos sociales, las mujeres, los trabajadores, los estudiantes, los campesinos. Una gran alianza, no sólo de los revolucionarios; ahí tenemos que atraer también a sectores del empresariado nacional, pequeños, medianos empresarios, sobre todo productores del campo, de la ciudad, las clases medias.

Nosotros no podemos dejarnos quitar las clases medias por la contrarrevolución. Las clases medias son esencia de este proyecto.

Es bueno saber que sólo a través de la Revolución Bolivariana se convertirá Venezuela en una potencia mundial en el continente americano. Y eso le interesa a una burguesía nacional.

Vean lo que está pasando en algunos países que firmaron Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos: quiebran las grandes empresas nacionales, las barren las empresas gringas, no pueden competir. Eso tienen que saberlo los empresarios venezolanos. Algunos todavía no lo saben. Una de nuestras tareas: que ellos entiendan que esta Revolución les da la bienvenida a todos los sectores nacionalistas, patrióticos, no sólo los que nos ponemos camisas rojas. ¡No!

Tenemos que abrirnos: una de las cosas que tenemos que revisar para hacerle la guerra al sectarismo y al extremismo es que algunos quieren ser más papistas que el Papa.

Hay que leer un poco más a Antonio Gramsci. Hay que revisar la teoría y revisar la praxis para construir el nuevo bloque histórico. Es la sumatoria de distintos sectores políticos, sociales, religiosos.

Nosotros no podemos dejarnos quitar los espacios por una minoría. Los que somos católicos, seamos católicos, cristianos ¡ah! Pero si hay unos ateos, ¡bienvenidos!, evangélicos, magnetistas, ¡bienvenidos! […]. Aquí cabemos ¡todos! Ellos son los sectarios, no lo somos nosotros.

¡Alerta! No subestimemos. A todos se lo comento: no subestimemos a nuestros adversarios. Ni un segundo olvidemos que nuestros adversarios se pueden concentrar o se puede condensar en un solo nombre: El imperio norteamericano. Es el imperio más poderoso de la historia de la Tierra, y ellos están trabajando día y noche para frenarnos, para debilitarnos y luego derrocarnos. No nos descuidemos un día.

Tengamos conciencia de esto: la responsabilidad que tenemos trasciende los tiempos y la geografía nuestra. El mundo está pendiente de lo que aquí pasa y por eso es que el imperio no descansará. Ellos lo saben muy bien: del impulso y el avance de la Revolución Bolivariana depende de muchas maneras el destino de este continente.

Inseguridad y corrupción

La seguridad en las calles, el tema de la corrupción. Hago un llamado a que luchemos cada día con más éxito contra todos esos flagelos. Son heredados del pasado, pero no podemos estar condenados a vivir para siempre con ellos. Son males muy profundos, estructurales, procedentes del modelo capitalista: la corrupción, la inseguridad, la delincuencia, el narcotráfico, la burocratización. Son males heredados pero tenemos que ir poniéndoles freno y poniéndoles fin, no permitir que sigan expandiéndose porque, de continuar, se constituyen en el más grande enemigo de nuestra Revolución, porque eso es como un cáncer.

Eficiencia gubernamental

Algo muy importante para un gobierno es la eficiencia en el cumplimiento de las tareas. Hacer las cosas previstas y hacerlas bien, y las que vayan surgiendo y que no estaban previstas, enfrentarlas y solucionarlas.

Un gobierno tiene que hacerse experto, a través de la política, en detectar problemas y solucionarlos, eso sí con participación popular. Un gobierno popular tiene que romper con esquemas de la burocracia.

Candidaturas y bases populares

Yo lo dije hace varios años. Lo ratifico. Me niego a que se repita lo que pasó muchas veces, que al final llegaban a mi Despacho con una lista: “Presidente, aquí está, estos cuatro ¿cuál es? Escoja usted” No, me niego. Las candidaturas deben venir como producto de las decisiones de las bases populares y no como producto de reuniones en conciliábulos, acuerdos de un partido, con el otro, y al final entonces el dedo de Chávez ¡Y el hombro de Chávez pa’echarse encima a veces más de un bacalao! ¡No! necesitamos liderazgo.
La verdad ante todo

Comparto todo eso de decir la verdad aunque sea la más dura: el 2 de diciembre fue duro. Si podemos hablar en términos deportivos, perdí el invicto. Hay que decirle la verdad al pueblo. Incluso en los días subsiguientes, veo por televisión a gente nuestra diciendo que había que empezar a recoger firmas ya para pedir la reforma. Yo llamé a algunos y les dije:

 Ya va, hemos perdido, vamos primero a ver que pasó, ¿cómo vamos a ir otra vez a un ataque inmediato sin evaluar nada? ¡No! Perdimos, vale, perdimos, aguántate ahí. Que perdimos por un pelito, sí, pero perdimos, no ganamos, entonces habrá que rehacer, reformular, rectificar, para luego pensar en una nueva ofensiva rumbo a un objetivo similar, porque las situaciones van cambiando, no sólo las situaciones internas, también las situaciones externas.

¡Atención a todos los consejos comunales!

A todos les digo lo siguiente: este año tiene que ser de potenciamiento popular, darle más poder al pueblo a través de la organización, transferencia de gestiones, de competencias, de recursos.

Que no logramos la reforma, que era la fórmula ideal para el poder popular, para darle un porcentaje del Situado Constitucional directo. ¡Qué lástima, vale, que no pudimos aprobar la reforma!, por ahora, pero sin duda es un retardo para el proceso.

El resultado a mí me obligó a frenar, porque lo que queríamos era alargar y soltar las riendas, incrementar la velocidad. Sin embargo, les hago un llamado a todos para que este año sea de mayor avance.

Quiero que escojamos en todo el país unos proyectos piloto, 20 ó 30, para ir haciendo las federaciones de consejos comunales o las comunas, agrupaciones de consejos comunales para trascender lo local. Escojamos proyectos pilotos y luego allí concentramos esfuerzos para que se conviertan en un modelo, lo que se llama vitrina. Que todo el mundo venga a ver entre lo que es la vida comunitaria o la vida de un barrio o de una comunidad en el marco de los valores y la cotidianidad capitalista, y un proyecto piloto, vitrina, donde se viva, donde se vea ya el mundo del futuro.

Algo muy importante: el tema de los consejos comunales no puede estar limitado a la transferencia de recursos; eso sería una degeneración. Eso no es lo más importante. Lo más importante es que ustedes se organicen, que tomen conciencia de la batalla social y vayan consolidando la comunidad, y luego vendrán los recursos, pero tienen que organizarse primero.

Tienen que organizar el Banco Comunal, tienen que hacer los cursos, para que se capaciten en todas estas materias. Lo primero es el diagnóstico comunal. Después viene el presupuesto, la ejecución de los proyectos, la contraloría social, el seguimiento de los proyectos. Todo eso es un ciclo administrativo. Eso tiene un arte, que debe aprenderse. Hay que perfeccionarlo.

En cuanto a la perspectiva

Me quedan cinco años. Voy a tratar de aprovechar al máximo hasta el último día de estos cinco años. Pero es una realidad: ya no hay la posibilidad de que Hugo Chávez siga más allá del 10 de enero del año 2013. Entonces, lo que tenemos que hacer es que detallemos la perspectiva, desarrollémosla. No podemos pecar de voluntarismo. Es necesario crear las condiciones objetivas y subjetivas para crear nuevas situaciones. Por eso insisto: las tres “R”. Llamemos al año 2008 el año del reimpulso revolucionario.

Esa “R” del reimpulso absorbe, subsume a las otras dos. Porque es revisión, rectificación para reimpulsar.

Los cinco motores hay que revisarlos: Pasaron a ser cuatro. El primero se fundió: el motor de la Reforma ¡Bueno! Habrá que ponerlo en el taller. El segundo: la Habilitante, está en mínimo. Vamos a reactivar ese motor, porque nos quedan seis meses de Habilitante. El tercer motor: Moral y Luces. Hay que repotenciarlo. Ese es un motor que debe ser permanente. El cuarto motor: la nueva Geometría del Poder. No pudo arrancar porque ese dependía de la reforma. Ese motor está parado. El quinto motor: ¡Ah! Ese sí ha venido funcionando. Pero también tenemos que revisarlo, rectificarlo y relanzarlo: es la explosión del Poder Comunal. Así son los caminos de la Revolución.

El Proyecto Nacional Simón Bolívar permanece. Eso no sufrió para nada ningún tipo de impacto. El resultado del referendo impactó los motores, fundió uno, apagó el otro; sin embargo, este proyecto, que fue elaborado y presentado en la Asamblea el año pasado, en noviembre, y aprobado por la Asamblea Nacional, no sufre ningún impacto. Este es el proyecto largo, enmarcado en la Constitución. Tenemos que conocer bien este proyecto, los siete lineamientos estratégicos.

Nosotros somos, ¡con el favor de Dios!, el camino a la paz, la garantía de una Venezuela en paz. Por eso es que no podemos fallar. No podemos dejarles a nuestros hijos una Venezuela de guerra. Construyamos un mundo de paz, de justicia, de igualdad, un mundo bonito.

Yo repito desde el alma: ¡Patria, socialismo o muerte! ¡Nosotros venceremos!


Primer plan socialista o Proyecto Nacional Simón Bolívar

 1.- La nueva ética socialista: Lo moral, los nuevos valores. Un revolucionario verdadero, por ejemplo, no puede ser un ladrón. Hay que acabar con ese consumismo perverso. Con esa ambición al dinero, y al dinero fácil, además, a la riqueza material individual. No, un corrupto es un traidor.
 2.- La suprema felicidad social: La inclusión, la igualdad social, la justicia social. Este año, por ejemplo, tiene que ser también de relanzamiento de las Misiones. Algunas se debilitaron, otras pudieran haberse burocratizado. Hay que revisar todo eso y relanzarlas como estrategias fundamentales, no burocráticas, flexibles, tipo grupos de tarea, tipo misiones especiales, para derrotar la desigualdad, la exclusión, la miseria. Eso en lo social.
 3.- La democracia protagónica revolucionaria: De ahí el poder popular, los consejos comunales, los autogobiernos.
 4.- El modelo productivo socialista: Este año avancemos en la creación de unidades productivas comunales, en la transferencia del poder productivo a las comunidades, en el despertar del potencial productivo de las comunidades.
 5.- La nueva geopolítica nacional.
 6.- Venezuela, potencia energética mundial.
 7.- La nueva geopolítica internacional, el mundo pluripolar.