El Secretario de Defensa de los EEUU, Robert M. Gates (izquierda) y el presidente del Comando Conjunto Mike Mullen (derecha), Marina de EEUU, escuchan el informe y preguntas en el Pentágono el 24 de enero 2008.
Foto: DoD photo by R. D. Ward.
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Sobre los informes y su elaboración

Los NIE son informes escritos de la comunidad estadounidense de inteligencia que sirven de referencia al más alto nivel en cuanto a cuestiones de seguridad nacional. Se redactan para que los encargados civiles y militares de la toma de decisiones puedan elaborar políticas adecuadas para la seguridad de Estados Unidos. Los NIE generalmente proporcionan informaciones sobra la situación actual pero son esencialmente «apreciaciones», o sea que evalúan las probabilidades de evolución futura y encaran sus implicaciones para la política estadounidense.

Generalmente los piden civiles y militares de alto rango encargados de la toma de decisiones así como jefes políticos miembros del Congreso y a veces personas que el Consejo Nacional de Inteligencia (National Intelligence Council NIC) mantiene al corriente. Antes de la redacción del proyecto, el servicio de inteligencia interesado tiene que redactar un documento de referencia (Terms of Referente) que presenta a la Comunidad de Inteligencia. Dicho documento define las cuestiones claves, designa a los redactores y establece un calendario a seguir para la redacción y la publicación del informe.

Para redactar el texto inicial se designan uno o varios analistas. El Consejo Nacional de Inteligencia se reúne después para criticar el proyecto antes de someterlo a la consideración de las diferentes agencias de inteligencia. Representantes de las agencias implicadas se reúnen para coordinar y perfeccionar línea por línea el texto completo. En colaboración con sus respectivas agencias, ellos evalúan el grado de fiabilidad de los principales juicios. También evalúan la calidad de las fuentes junto a quienes recogieron las informaciones y el National Clandestine Service verifica que dichas fuentes no incluyan información caduca o seriamente cuestionada.

Todos los informes de los servicios de inteligencia son objeto de examen por parte de la National Intelligence Board (NIB) de la que forman parte todos los presidentes de los 16 servicios y cuyo presidente es el director de la Inteligencia Nacional (DNI) [1]. Cuando la NIB adopta el informe, esté último se transmite al presidente [de Estados Unidos] y a los responsables de la toma de decisiones de alto nivel.
Todo el proceso de elaboración de los informes demora normalmente varios meses como mínimo. […]

Exposición de los motivos

El presente Estimado Nacional de Inteligencia (NIE por National Intelligence Estimate) hace un balance sobre el estado del programa nuclear iraní y las perspectivas de dicho programa para los próximos 10 años. Ese lapso de tiempo es apropiado para evaluar capacidades, lo es un poco menos cuando se trata de evaluar intenciones y reacciones extranjeras –difíciles de proyectar para un decenio.

Al presentar esta evaluación de la Comunidad de Inteligencia sobre las intenciones y capacidades nucleares iraníes, el documento examina en profundidad el conjunto de informaciones disponibles sobre estas cuestiones, enumera los diferentes escenarios razonablemente previsibles en función de dichas informaciones y describe los elementos esenciales que, según nos parece, pudieran acelerar los progresos nucleares de Irán o ponerles fin.

Este documento constituye un completo reexamen de las cuestiones abordadas en el estimado de mayo de 2005.
Este estimado examina las siguientes cuestiones esenciales:

 ¿Cuáles son las intenciones iraníes en el campo del desarrollo de las armas nucleares?
 ¿Qué factores internos pudieran influir en la decisión iraní de desarrollar o no armas nucleares?
 ¿Qué factores externos pudieran influir en la decisión iraní de desarrollar o no armas nucleares?
 ¿Cuál es la gama de acciones que se ofrecen a Irán en cuanto al desarrollo de armas nucleares y cuáles son los factores decisivos que pudieran conducir a Teherán a escoger una vía en particular?
 ¿Cuál es la capacidad actual y futura de Irán de desarrollar armas nucleares? ¿Cuáles son nuestras hipótesis esenciales y cuáles son las principales debilidades y puntos vulnerables iraníes?

Este estimado no parte del principio que Irán alberga la intención de adquirir armas nucleares. Se esfuerza por examinar las informaciones disponibles para evaluar la capacidad y la intención (o la falta de intención) de Irán de adquirir armas nucleares –teniendo en cuenta la dualidad [civil y militar] del ciclo de combustión nuclear–, así como sus actividades nucleares que por naturaleza son al menos parcialmente civiles.

Este estimado parte del principio que los objetivos estratégicos y la estructura fundamental de la dirección y del gobierno iraníes seguirán siendo los mismos que han perdurado desde la muerte del Ayatola Khomeiny en 1989. Estamos muy conscientes de que siempre es posible que estos cambien durante el lapso de tiempo al que se refiere este estimado, pero no tenemos la posibilidad de predecir con certeza dicho cambios ni de prever sus implicaciones. Este estimado no analiza la manera como los iraníes pudieran conducir futuras negociaciones con Occidente sobre la cuestión nuclear.

Este estimado se basa en las informaciones disponibles hasta el 31 de octubre de 2007. […]

Principales conclusiones

A. Estimamos con un alto grado de certeza que Teherán interrumpió su programa de armamento nuclear durante el otoño de 2003 [2]; también estimamos, con un grado de certeza que va de medio a alto, que el anuncio por parte de Teherán de su decisión de suspender su declarado programa de enriquecimiento de uranio y de firmar el Protocolo Adicional sobre las garantías de seguridad del Tratado de No Proliferación que ya suscribió fue ante todo consecuencia de la vigilancia y de las crecientes presiones internacionales que resultaron de la salida a la luz de las actividades nucleares que no había declarado hasta entonces.

• Pensamos con certeza que hasta el otoño de 2003 entidades militares iraníes trabajaron bajo control gubernamental en el desarrollo de armas nucleares.

• Estimamos con un alto grado de certeza que la interrupción de dichos trabajos duró por lo menos varios años. (Como consecuencia de una falta de información que se discute por otra parte en este documento, el Departamento de Energía y el Consejo Nacional de Inteligencia [NIC, National Intelligence Council] no juzgan sin embargo sino con un grado moderado de certeza que el paro de estas actividades traduce un paro total del programa de armamentos de Irán.)

• Estimamos con un nivel moderado de certeza que a mediados de 2007, Teherán no había retomado su programa de armamento nuclear, pero ignoramos si tiene actualmente la intención de desarrollar armas nucleares.

• Seguimos estimando con un grado de certeza que va de medio a alto que actualmente Irán no posee armas nucleares.

• La decisión de Teherán de detener su programa de armamento nuclear indica que está menos decidido a desarrollar armas nucleares de lo que nosotros habíamos estimado desde 2005. Nuestro estimado según el cual dicho programa fue interrumpido probablemente en primer lugar por causa de la presión internacional indica que Irán pudiera verse influenciado sobre esta cuestión más fácilmente de lo que habíamos juzgado hasta ahora.

B. Seguimos estimando con un bajo grado de certeza que Irán importó como mínimo materias fisibles utilizables en fines militares, pero estimamos también con un grado medio de certeza que no obtuvo la cantidad suficiente para un arma nuclear. No podemos descartar la posibilidad de que Irán haya adquirido en el extranjero –o que adquiera en el futuro– un arma nuclear o una cantidad de materia fisible suficiente para un arma nuclear. Sin tales adquisiciones, de querer dotarse de armas nucleares, Irán se vería obligado a producir por sí mismo las materias fisibles necesarias –lo cual estimamos con un alto grado de certeza que no ha hecho aún.

C. Estimamos que si Irán decidiera producir suficiente materia fisible para un arma nuclear, lo haría probablemente mediante el enriquecimiento en centrífugas. A pesar de haber detenido su programa de armas nucleares, Irán reanudó sus actividades declaradas de enriquecimiento por centrífugas en enero de 2006. Irán logró progresos significativos en 2007 al instalar centrífugas en Natanz, pero estimamos con un grado medio de certeza que todavía tiene problemas técnicos significativos para hacerlas funcionar.

• Estimamos con un grado medio de certeza que el final del año 2009 es la fecha más próxima para la cual Irán sería técnicamente capaz de producir suficiente uranio altamente enriquecido para poder desarrollar un arma nuclear, aunque esta posibilidad es muy improbable.

• Estimamos con un grado medio de certeza que Irán pudiera ser técnicamente capaz de producir uranio altamente enriquecido en cantidad suficiente para un arma en el período 2010-2015. (El INR) [3] juzga improbable que Irán logre ese resultado para 2013 debido a los problemas técnicos y programáticos previsibles.) El conjunto de agencias admite la posibilidad que esta capacidad sólo sea alcanzada más allá de 2015.

D. Entidades iraníes siguen desarrollando una serie de capacidades técnicas que, si se tomara la decisión, pudieran ser aplicadas a la producción de armas nucleares. Prosigue, por ejemplo, el programa civil iraní de enriquecimiento de uranio. Estimamos también con un alto grado de certeza que desde el otoño de 2003, Irán realiza proyectos de investigación y desarrollo con aplicaciones comerciales y militares convencionales –algunas de las cuales pudieran ser parcialmente utilizadas en la concepción de armas nucleares.

E. No disponemos de información suficiente como para juzgar con certeza si Teherán está dispuesto a mantener indefinidamente la suspensión de su programa de armas nucleares mientras que sopesa sus opciones o si establecerá o ha establecido ya fechas límites o ciertos criterios específicos que lo inciten a reanudar su programa.

• Nuestro estimado según el cual Irán interrumpió su programa en 2003 como respuesta sobre todo a la presión internacional indica que las decisiones de Teherán se rigen por una aproximación costo-ventaja más que por una voluntad de obtener el arma nuclear lo más rápido posible y a expensas de cualquier costo político, económico y militar. Lo cual sugiere, en cambio, que una combinación de amenazas de vigilancia y de presiones internacionales crecientes, junto a oportunidades ofrecidas a Irán de garantizar su seguridad y su prestigio y de alcanzar sus objetivos de influencia regional por otros medios, pudiera –a condición de que los responsables iraníes la perciban como algo creíble– incitar a Teherán a prolongar la actual interrupción de su programa de armas nucleares. Es difícil determinar cuál pudiera ser esa combinación.

• Estimamos con un grado moderado de certeza que será difícil convencer a los dirigentes iraníes de renunciar a un posible desarrollo de armas nucleares debido al vínculo que muchos, en el seno de la dirección iraní, probablemente establecen entre el desarrollo de armas nucleares y los objetivos esenciales de Irán en materia de seguridad nacional y de política exterior, y después de ver los considerables esfuerzos que Irán ha aceptado para lograr desarrollar esas armas desde por lo menos finales de los años 1980 hasta 2003. En nuestra opinión, sólo una decisión política iraní de renunciar a la posesión de armas nucleares pudiera de manera plausible impedir que Irán produzca finalmente armas nucleares –y una decisión de ese tipo sería por naturaleza reversible.

F. Estimamos con un grado moderado de certeza que Irán utilizaría probablemente instalaciones secretas –no emplazamientos nucleares declarados– para producir el uranio altamente enriquecido con fines militares. Una creciente cantidad de información indica que Irán había emprendido efectivamente actividades secretas de conversión y enriquecimiento de uranio, pero pensamos que esas actividades fueron probablemente interrumpidas durante la suspensión del programa en el otoño de 2003, y que a mediados de 2007, seguían sin haber sido reanudadas.

G. Estimamos con un alto grado de certeza que Irán no será técnicamente capaz de producir y de reprocesar suficiente plutonio como para fabricar un arma nuclear antes de 2015 más o menos.

H. Estimamos con un alto grado de certeza que Irán posee la capacidad científica, técnica e industrial para producir en el futuro armas nucleares en caso de decidir hacerlo.»

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[1El cargo de director de la Inteligencia Nacional es un puesto ministerial. Su creación se decidió en 2004 por recomendación de la Comisión Investigadora sobre los atentados del 11 de septiembre y se inscribió a fines de 2004 en la Ley sobre la Reforma de la Inteligencia y la Prevención del Terrorismo. El director de la Inteligencia Nacional retomó misiones esenciales del director de la Inteligencia Central (DCI), más concentrado en la dirección de la CIA. (NdlR.)

[2«Designamos aquí como ‹programa de armamento nuclear› las actividades de concepción y fabricación de armas nucleares y las actividades secretas relacionadas con la conversión y el enriquecimiento de uranio. No se trata de las actividades civiles declaradas de conversión y enriquecimiento de uranio.»

[3El INR (Bureau of Intelligence and Research) es un pequeño servicio de inteligencia y de investigación del Departamento de Estado. (NdlR.)