Hay quien piensa que todo está resuelto con los nuevos medios. En verdad, puede decirse que casi todo porque nos enfrentamos con instrumentos mágicos que cada vez más complementan e incluso sustituyen al hombre. Podría hablarse incluso de una civilización innecesaria, gobernada por robots, mecanismos automatizados e instrumentos cibernéticos e informatizados.

Bastaría decir que desde hace unos 30 años contamos con armas llamadas "inteligentes" que deciden ellas mismas cuándo disparar contra qué objetivo bajo qué condiciones y con qué resultado. El "avance" de las guerras es un caso bien claro de la merma o reducción de las facultades del hombre y sobre todo de la enajenación de sus recursos y poder de decisión como ser pensante. Mientras tanto, cuando la mayor parte del mundo no llega a los primeros peldaños de la computación más elemental, los nuevos diseños caen como una catarata sobre los mercados y las grandes empresas, poniendo de relieve la necesidad de una adicional racionalización de la mano de obra y el personal excedente provocados por el surgimiento de nuevas y más eficientes funciones.

Lo que se dice en la Feria Internacional de Las Vegas

Hay nuevas funciones de efecto multiplicador desde el punto de vista operativo y de carácter sintético por su diseño estructural. Esto quiere decir más acciones con mayor alcance y consecuencias en el marco de un contexto más complejo y diversificado. Es el conocimiento utilizado como un instrumento de poder por una civilización más dotada de ideas e imaginación para las aplicaciones. Hablamos de dos mundos y de dos o tres niveles de evolución.

Los indios del Puno no pueden manejar un microchip con mil millones de componentes. Las jóvenes generaciones del MIT, Cambridge o los laboratorios Secretos de Intel, no necesitan dominar los algoritmos complejos o la cibernética-matemática para expresar la cultura tradicional que aún habrá de perdurar otros 2 000 años, debido al carácter íntimo y entrañable de esos grupos sociales, hoy marginados pese a ser mayoría en América del Sur y Central.

Falta balance, buena voluntad y vocación ontológica, para que el mundo marche con equidad y no se frustren los sueños de media humanidad a la que no le interesa el lucro sino la creatividad artística y las relaciones humanas. El mundo no es para unos pocos que piensan en romper records de fortuna personal como testimonio de su mayor capacidad, habilidad, pragmatismo o algo más simple, la elemental inteligencia.

Pensamos en los dirigentes de las corporaciones transnacionales, ni siquiera conocidos por sus propios conciudadanos. Pensamos en los novelistas, guionistas y escritores de los grandes medios que sólo hablan de salvar o destruir el mundo completo cuando lo que importa es desarrollar la sensibilidad y solidaridad del hombre, quienquiera que sea y dondequiera que esté.

A millón por la banda ancha

COMCAST, con ingresos por 25 000 millones de dólares anuales, 24 millones de clientes de TV por cable y 13 millones de usuarios mediante internet de alta velocidad, anuncia ahora en la Feria de Las Vegas la posibilidad de "bajar" mil filmes al año a partir de la banda ancha de 100 megas. Esto quiere decir que cambian las funciones y el concepto mismo del entretenimiento, que pasa a ocupar un rol privilegiado aunque no se hable para nada del tipo de contenido o de los proyectos culturales del hombre futuro.

Mientras tanto, cientos o miles de talentos pueden estar perdiendo su tiempo en forma despectiva y miserable porque sólo son publicados y leídos por cuatro gatos que apenas se dan cuenta de cómo se desgasta el valor de las ideas y las palabras. Habría que preguntar quién decide la naturaleza de los contenidos y cómo se controla la distribución de los mercados. Dónde están las piedras de Roseta de la época contemporánea y el primer poema de amor en lengua persa, escrito hace diez mil años.

Fabricantes de TV, productores de contenido y famosas firmas de software se unen ahora en nuevas funciones en busca de dinero y apostando a que la vía está en la unión y la explotación a fondo del entretenimiento, incluido lo que más llama la atención, es decir, la violencia de todo tipo y la pornografía, desde la sugerida o insinuada hasta la llamada “hard core” o "dura".

Desde que Bill Gates inauguró el sensacional evento, al que se espera concurra un cuarto de millón de personas, todos los participantes de la electrónica de consumo del mundo han ratificado que la industria se encamina a la fusión o integración de la televisión, internet y las telecomunicaciones inalámbricas. Brian Roberts, presidente de la COMCAST dijo estar en el más feliz de los mundos.

Lo más nuevo de lo nuevo, amenaza para la cultura

Roberts anunció para el 2009 la puesta en práctica del Proyecto Infinity, el cual pondrá en acción el cable de 100 megabytes, ancho con el cual todo será posible mediante descargas superrápidas y las innovaciones o creación de otras funciones en internet. Se le puso "infinity" a este sueño comercial porque sus autores dicen que su creatividad no tendrá fin, como el filme "Odisea 2000".

Hay que empezar por decir que su velocidad es diez veces mayor que los servicios actuales y que el sistema puede descargar un filme de alta definición en sólo cinco minutos. El contexto apunta hacia la mayor y "mejor" cantidad de contenido, con más de todo para todos, basado en la tecnología Docsis 3.0 de la propia empresa COMCAST. Todo esto será tan seductor, afirma Roberts, que los usuarios no querrán levantarse jamás del asiento, sometidos totalmente a las imágenes comerciales y las películas.

También estaba el presidente de Panasonic, Tashihiro Sakamoto, quien habló de las super-televisiones planas, las que piran apoderándose de los mercados por su tamaño y capacidad de alta definición. Por su parte, José Piñero, jefe de mercadotecnica de Microsoft, se refirió a un aspecto central de los medios, llamado a transformar el futuro.

Señaló Piñero que su empresa se prepara para un nuevo tipo de relaciones familiares cada vez más basadas en la interrelación de los servicios de alta definición e internet, incluida la inalámbrica multifuncional. O sea, todo en el bolsillo, hasta el control de la lavadora automática, la puerta del garage y la cadena del perro. Nuevos avances, nuevas funciones, nuevos cambios en el campo de las ideas y los hábitos culturales. ¿Será posible sobrevivir?

Nota publicada en http://www.cubarte.cult.cu