El 4 de febrero de 2008, el Departamento de Defensa de Estados Unidos presentó sus previsiones presupuestarias para el próximo año fiscal (que comienza en abril). Aunque el monto se eleva a 515,400 millones de dólares, esa cifra está lejos de la realidad.

 Para empezar, la oficina de la Casa Blanca que se encarga del presupuesto envió al Congreso un pedido ligeramente superior, que eleva la cifra inicial a 518,300 millones de dólares;

 A la cifra enviada al Congreso habrá que agregar, durante el transcurso del año, una suma especial, destinada a las guerras de Irak y Afganistán, que debe representar, según las necesidades del momento, entre 70,000 y 200,000 millones de dólares suplementarios;

 El armamento nuclear de Estados Unidos no está incluido en el presupuesto del Departamento de Defensa sino en el del Departamento de Energía, lo cual representa 17,000 millones más;

 La administración general de los servicios de Defensa se reserva un extra de 3,200 millones;

 El Departamento de Seguridad de la Patria requiere 40,100 millones;
Los programas de cooperación militar del Departamento de Estado (principalmente las donaciones de armas) representan 38,400 millones;

 Los honorarios de los veteranos proceden del presupuesto del Departamento de Veteranos y se elevan a 91,300 millones (suma llamada a aumentar durante el año, en dependencia de la intensidad de los combates);

 Finalmente, los retiros que se pagan a los oficiales de la reserva salen del presupuesto del Departamento del Tesoro y representan unos 12,100 millones de dólares.

Por tanto, el verdadero presupuesto del Departamento de Defensa de Estados Unidos para el año 2009 debería ser superior a los 800,000 millones de dólares.