Ha dicho, con aires de suficiencia tremebunda, desdén estudiado y patanería de búfalo de cuernos largos, Carlos del Solar, que la empresa que le paga opíparos dólares, la Hunt Oil, ni siquiera se ha sentado a discutir o contempla examinar con el gobierno peruano sobre el contrato de Camisea y el lote 88. Eso sería –berrea- destruir la sacrosanta “estabilidad jurídica”, esa poderosa herramienta que consagra los robos y latrocinios con nombre y apellido, de recursos no renovables. Este individuo no es empresario, pero le encanta que le llamen así. Está en el payroll, nómina de pagos, es decir, es un número más, un funcional, otro de esa larga cadena de elementos a quienes solaza trabajar cipayunamente para ver cómo le roba a su país ocasional. No es la primera vez que se expide con tanta insolencia el sujeto de marras.

Más aún. Ayer, Daniel Saba, de PerúPetro había anunciado la renegociación del contrato y el lote 88 para garantizar el gas para consumo nacional. El funcionario ha tenido que declarar que en realidad las nuevas tratativas no existen y que sólo en conjunción de las partes puede realizarse. ¡Qué papelón! ¿O sea que este empleado estatal produce vómitos declarativos y dice A para mañana pronunciar Z? ¿cuánto le pagan por ser tan poco respetuoso de sí mismo con el dinero de todos los peruanos? Débese notar, sin embargo, que su estentórea corrección, coincide muy mucho con lo afirmado por el inefable Carlos del Solar. ¿Casualidad o le llamaron la atención por bocafloja?

Leamos algo de la larguísima producción del eslabón del Solar.

La “autoridad moral” de Hunt Oil
9-3-2005

Dijo ayer públicamente, Carlos del Solar, empleadito bien rentado y vasallo a carta cabal de los hermanos facinerosos Hunt de Hunt Oil, que su empresa no “temía ninguna investigación” retrucando a las expresiones del presidente de la Región Lima, Miguel Angel Mufarech. ¿Será verdad tanta belleza? O sea que si se remueven los conchos no muy antiguos de historias que perjudicaron al Perú por cientos de millones de dólares y que tuvieron por protagonistas a la empresa que le paga muchos dólares a del Solar, ¿no va a pasar nada? ¡Eso está por verse!

Dicen lenguas memoriosas que años atrás los texanos Hunt, los que alquilan al rechoncho servidor de insolente lengua Carlos del Solar, estafaron al Perú en un negocio que tenía que ver con la plata en una bolsa importante a nivel mundial. Sobre el asunto cayó un espeso velo de silencio, ese que saben muy bien los ladrones sirve cuando las cosas van chuecas. Los Hunt retornaron al Perú vía el contrato de Camisea y aprovecharon la falta de memoria del pueblo y la conveniente amnesia de los vendepatria que regalan lo que no es suyo.

Del Solar presidente de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo, entidad que dice ahora tener un código de ética y sobre el medio ambiente, se despacha con la flema de quien tiene alguna autoridad moral para discurrir sobre temas que ellos irrespetan siempre. ¿Y Choropampa? ¿Y Túpac Amaru en Camisea? ¿Y en La Oroya? Sólo queda reírse con indignación cuando los mineros, especialistas en despreciar todo lo peruano, proclaman su respeto a lo que violan institucionalmente y por principios todos los días.

Y ha acusado del Solar a ONGs, al terrorismo, de ser los causantes de los disturbios en Huaraz. La verdad verdadera es que el pueblo de esa zona salió a manifestar su indignación porque la Sunat y el MEF, protegen el robo legalizado por Barrick que se hace la sueca con un monto superior a los US$ 140 millones de dólares que debía pagar al Estado. Pero, por supuesto, cuando algunos parlamentarios y presidentes regionales hacen un plantón cívico, para del Solar están presionando a los poderes. Pero cuando su señorial SNMP soborna, coimea, estafa, amenaza, a jueces, secretarios, autoridades mil, entonces no hay que cuestionarlos. ¿Qué descaro, no?

Tengo la impresión que al palafrenero del Solar le aguardan algunas sorpresas en las semanas venideras. Y tiene que estar muy preparado porque de lo contrario puede dar con sus huesos en la cárcel por defender a sus patrones, los Hunt. Del Solar no es ningún empresario, es un tipejo en la planilla de sueldos, insolente y malcriado, porque afinca ese poder en los dólares de sus cuentas corrientes. No hay mal que dure 100 años, ni país que lo resista.

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

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