Las zonas mineras de Latinoamérica albergan altos porcentajes de pobres y desnutridos. Una persona que no tiene ingresos suficientes para tener un mínimo de servicios de salud, alimentación, vivienda, vestido y educación es pobre. Este es el caso de un alto porcentaje de habitantes de las zonas mineras de Latinoamérica.

Perú

Cajamarca es la provincia minera de Perú, que posee la mayor mina de oro del mundo: Yanacocha.

En 1990, el 44 % de los niños de la zona tenía algún grado de desnutrición y la pobreza rondaba al 60 % de los habitantes. Hoy, luego de 16 años de explotación minera del oro, esas cifras no han variado significativamente. La única diferencia es que ya no es una zona rica en oro porque se lo han llevado, y la contaminación del suelo y el agua compromete seriamente su futuro. El distrito de la Encañada (donde se encuentra ubicada la misma Yanacocha) sigue siendo muy pobre.

Pasco es otro departamento minero del Perú y tiene un 40% de desnutrición y apenas el 18 % cuenta con cloacas. El 59 % de los vecinos no tiene empleo.

Según cifras emitidas por organismos oficiales, Perú ha "sufrido" un notable aumento de la inversión extranjera en los últimos diez años. Principalmente en sectores primarios como la minería extractiva. El crecimiento anual del PIB ha sido sostenido en un 4%, unos de los más altos de la región, y la balanza comercial es positiva. Entre la década del 90 y 2000, la actividad minera pasó de ocupar el 4% del territorio nacional al 13%.

Pero, según el Instituto Nacional de Estadísticas, el 54% de la población del país es pobre y otro 14% vive en condiciones de extrema pobreza. Las actividades económicas extractivas no dan valor agregado a los que se llevan. Del 40% de la Población Económicamente Activa (PEA) sólo un 15% tiene empleo estable.

Solamente el 50 % de los peruanos posee servicio de cloacas y el 25 % no tiene agua potable.

Datos que alarman:

 Desde 1996 al 2000 aumentaron los costos para el tratamiento de agua potable por problemas de contaminación en 100 millones de dólares.
 La actividad minera ha ingresado a tierras agrícolas afectando los terrenos de cultivos. Esta expansión afecta las tierras de 3 mil comunidades campesinas que se han visto invadidas.
 Aun cuando en el Perú las exportaciones mineras ascienden a US$ 4 573 millones de dólares anuales y representan el 51% de las exportaciones totales, la producción minera sólo contribuye con el 5% del Producto Bruto Interno (PBI), aportando en impuestos con un promedio anual de 1.9 % de sus exportaciones. Entre 1992 al 2002, la producción minera acumulada superó los 63 mil millones de soles, pero sólo aportó como canon 654 millones de nuevos soles, lo que es apenas el 1%.

Argentina

A escasos kilómetros de las localidades de Andalgalá y Belén, provincia de Catamarca, funciona la mina de cobre y oro más grande de Argentina, Bajo La Alumbrera. Ésta factura 1000 millones de dólares por año.

En Andalgalá, y durante los inicios en 1997, la campaña publicitaria de la empresa y los políticos de turno prometieron la construcción de un barrio para cinco mil personas, nuevas escuelas, un hospital de alta complejidad, rutas asfaltadas, 6000 puestos de empleo. Ninguna de esas promesas se plasmó en realidad.

Los pobladores dicen que en la mina no trabajan más de 90 personas de Andalgalá, el resto son todos "profesionales foráneos". Aída Orellana había creído, como todos sus vecinos, en las promesas. Invirtió todo lo que tenía, y más, para construir un pequeño hotel. Creyó que la ciudad crecería, que Alumbrera le daría huéspedes y prosperidad. Pero los cuartos rara vez alojaron visitantes. Cuando se dio cuenta del engaño comenzó su militancia contra la minera. "Fue todo una gran estafa y encima nos envenenan". Prometían desarrollo del lugar, comprar a proveedores locales; pero lo cierto es que de acá no compran ni el tomate o la lechuga para las ensaladas", refuta Orellana.

El boca a boca en Andalgalá muestra que las enfermedades gastrointestinales se multiplicaron, pero ni el hospital local ni ningún estamento gubernamental dan cuenta de estudio alguno. Una sola vez, en 2003, se conocieron estadísticas del hospital local: confirmaron que, desde la instalación de la mina y hasta 2003, las enfermedades respiratorias en niños habían aumentado de 1374 a 2244. Todos señalaron como responsable a la mina. Nunca más fueron difundidos datos de salud del lugar.

El fiscal de Tucumán denunció a la empresa por contaminación. El juez federal de Santiago del Estero investiga una denuncia de presencia de cobre y plomo en el norte provincial y una posible contaminación que llegaría hasta las turísticas Termas de Río Hondo. La justicia de Rosario investiga el presunto tráfico documental y exportación ilegal de metales. Pobladores de Villa Vil, en Catamarca, denunciaron a la empresa por un derrame tóxico del mineraloducuto. Son sólo cinco de las decenas de acusaciones que tiene en su contra Minera Alumbrera, impulsadas por una gran diversidad de sectores, localidades y provincias.

En Belén la situación es aún más grave. El jefe del Área Programática Nº 11, Dr. Armando Kapluk, declaró que "contamos con alrededor de 80 niños en estado de desnutrición, de lo cual un 98 por ciento está afectado por el grado 1, mientras que el resto corresponde al 2º grado”. La problemática afecta principalmente a quienes habitan en los barrios más carenciados de la ciudad, como Artaza, El Arenal, La Puntilla y Huaco.

Catamarca es la provincia con mayor pobreza del NorOeste argentino, y lo más preocupante es que no logran bajar la línea de pobreza de los últimos años.

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