En la ‘teoría del supuesto’ podemos vislumbrar la típica posición ideológica cultural del siglo XXI: el posmodernismo. El posmodernismo ha hecho su entrada triunfal en Latinoamérica por medio de Uribe y el gobierno de Colombia. El posmodernismo, el filón cultural de la globalización económica, promueve la cultura única, la cultura global, el máximo consumo, el estricto control militar del statu quo, el imperialismo y, sobre todo, no tiene un fondo a donde apuntar, pues al no existir ni centro, ni periferia, ya no hay una verdad, sino verdades, y a medias, que también valen. Es decir, en el posmodernismo, la mentira puede tranquilamente ser verdad, mejor si es avalada desde el imperio económico posmoderno. Mejor dicho, el que tiene el poder, tiene la voz cantante y su verdad es única, hay que creerle a ojos cerrados, o como dicen los huambras: SEÑOR URIBUSH, MENTIRA.

Hace unos meses, supuestamente asesinaron al segundo de a bordo de las FARC (hasta ahora no hay pruebas ADN que demuestren lo contrario; tampoco pueden decir si las fotos de Reyes son verdaderas). Luego de asesinado se encontraron unas supuestas computadoras que supervivieron al ataque de los misiles del supuesto ejército colombiano que incursionó en territorio del Ecuador (todavía no se fabrican computadoras de titanio con discos duros de uranio y molibdeno y con chips de cerámica que puedan resistir al calor y fuego de supermisiles inteligentes). Existen pruebas de que los aviones de Colombia no poseen la tecnología para este tipo de ataques con hoja de afeitar, así es que solo suponemos que atacó Colombia, cuando parece que en realidad fue el gobierno de Bush fue el que lo emprendió).

Hoy, la INTERPOL reconoce que las supuestas computadoras, del supuesto muerto Raúl Reyes, en el supuesto ataque del ejército colombiano a Ecuador, no fueron manipuladas y su información es creíble; perdón y mil veces perdón, pero quién le cree a la INTERPOL del gobierno de los Estados Unidos, que se inventó unas supuestas armas químicas en Irak y así asesinaron a centenares de miles de gentes y, sobre todo, asesinaron la memoria histórica de este pueblo, queriendo imponer la cultura gringa en esas tierras; perdón, pero perdón, las computadoras no manipuladas han pasado por la justicia de Colombia, por la justicia de Estados Unidos, por la ONU. Pregunta: ¿estos tres organismos estatales/no estatales tienen la mejor credibilidad del mundo?, o si no pregúntenle al mismo Uribe, cuando en las reuniones internacionales manipula a la prensa de su país. ¿Acaso el periódico bogotano El Tiempo no quedó en muy mal predicamento cuando exhibió una fotografía de un líder argentino con Reyes, y se inventaron que se trataba del ministro de gobierno ecuatoriano?. Por favor, hasta los mass media de Colombia tienen rabo de paja.

La sensatez ante todo, no vayan a creerle todo al diablo y a su acólito. Cuidado que las pailas hierven, pero parece que en vez de quemarles vivos, el mundo los matará con la indiferencia. Es que más pronto cae el mentiroso de Uribe que el ladrón de Bush.