Las virtudes no alcanzan para describir a este nuevo aporte del desarrollo humano con múltiples beneficios pero no pocos inconvenientes si no se toman las precauciones adecuadas para enfrentar sus desafíos.

El Consejo de Europa (CE) alertó en varias ocasiones sobre la influencia de Internet en la sociedad.

Sin dejar de reconocer sus ventajas, la institución advierte de sus riesgos potenciales para los menores por ser parte de su contenido ilegal, lo cual puede ser peligroso e incompatible con la integridad.

Pornografía, pederastas, imágenes y juegos violentos, informaciones que promueven el odio y el racismo, incitación al turismo sexual, entre otros peligros concretos y potenciales que sin dudas, existieron siempre, están más accesibles con la red.

Pero no se le puede culpar a esta nueva herramienta de la tecnología de sucesos muchas veces lamentables, pues fue creada por seres humanos, que no podían preverlo pero si deben ahora hacer esfuerzos por corregirlo.

En el Viejo Continente, la navegación por este canal de comunicación gana nuevos adeptos cada día, y en algunos sitios supera a los medios convencionales.

De acuerdo con un estudio realizado por la Asociación Europea de Publicidad Interactiva (EIAA), 169 millones de personas utilizan Internet en 10 naciones de la región y entre ellas hay incontables niños.

El Consejo de Europa lanzó el año pasado un juego online destinado a enseñar sobre los peligros de Internet y los cuidados que se deben tener para utilizarlo con seguridad.

No obstante, la denominada joya de los tiempos modernos necesita una vigilancia adecuada en los hogares para no convertirse en una maldición.

Incontables padres alaban a Internet al reconocerla como la solución a la mayoría de los problemas escolares o simples dudas que puedan presentar sus hijos.

Además un grupo importante de ellos suplieron o minimizaron sus atenciones bajo la confianza de que sustituye afectos y cuidados.

Irrisorias resultan las prohibiciones por edades en cine o televisión si en la red de redes que está al acceso de muchas personas los menores se enfrentan a contenidos que resultan peligrosos hasta para un cerebro adulto.

Lamentablemente niños y adolescentes resultan el grupo más vulnerable porque del otro lado de la pantalla hay a veces personas que bajo el telón de bienhechores pueden provocar daños irreversibles para su desarrollo físico y psicosocial.

Los pederastas son quizás el mayor peligro al que se enfrentan los menores en Internet, los cuales se infiltran en los chat de conversación y con múltiples manipulaciones llegan a obtener hasta fotos desnudas, las cuales son comercializadas mundialmente.

Redes enteras son capturadas continuamente por todo el mundo, pero siempre ocurre demasiado tarde pues se descubre que dentro de ellas ya muchos niños fueron víctima de violación, abusos sexuales, prostitución o corrupción.

Especialistas franceses señalan que los pederastas existieron siempre, se dan fenómenos dentro de las propias familias, amistades, maestros, sacerdotes, entre otros, pero con el acceso infantil a la red sin precaución, estas personas encuentran mayores oportunidades.

Francia en particular tiene un código penal bastante severo contra los pederastas y el actual gobierno pretende endurecer aún más los castigos contra este delito.

Independientemente de las medidas a tomar por los Gobiernos en cooperación con los operadores de Internet para bloquear páginas Web perniciosas, son los padres, tutores y educadores los máximos responsables de la supervisión de los niños.

Además de controlar y limitar a los menores en el uso desmedido de la red, se les debe educar en el manejo de esta herramienta tecnológica con las alertas y medidas de seguridad adecuadas, y bajo la advertencia sobre los peligros a los que se pueden enfrentar.

Nota publicada en Prensa Latina (http://www.prensalatina.com.mx/)