Muy pronto comprendió la irracionalidad de esa política, por lo que funda en 1964, junto con otros miembros de la emigración, el Comité de Emergencia de los Refugiados Cubanos, para luchar por un cambio de postura del gobierno estadounidense en relación con Cuba.

La guerra de Viet Nam contribuyó a su toma de conciencia, se niega a participar en ella y asiste a demostraciones públicas contra esa agresión. Poco a poco se convierte en activista de esta y otras causas.

El 15 de septiembre de 1978 funda el Programa Cubano de New Jersey, organización de apoyo al diálogo con La Habana y a luchar por la reunificación familiar. Esa organización también se pronuncia contra el terrorismo y la criminal guerra económica, financiera y comercial hacia la Isla.

En noviembre y diciembre de ese mismo año se destaca como uno de los organizadores de la reunión de la Comunidad Cubana Exterior con las autoridades revolucionarias, integrando el Comité de los 75.

Por esa actividad comenzó a recibir numerosas presiones, primero, y amenazas, después. El 25 de marzo de 1979 la banda terrorista Omega 7 realiza un atentado dinamitero contra el local del Programa Cubano en New Jersey. Negrín denunció la acción al FBI, por no haber tomado medidas contra los autores, sobradamente conocidos.

Después entre abril y julio recibe nuevas amenazas terroristas, y el 26 de agosto es agredido físicamente por parte de las organizaciones Abdala y Movimiento Nacionalista Cubano. Pese a este acoso, no detiene su actividad. El seis de noviembre recibe una carta donde Omega 7 fija su muerte para el primero de enero de 1980.

Nuevamente denuncia las amenazas contra su vida ante el jefe y el subjefe del Buró de Cuba en el Departamento de Estado, mencionando por sus nombres a los miembros de la mafia cubano-americana. No recibe respuesta.
Durante la visita del Comandante en Jefe Fidel Castro a la ONU, se dedica a destruir y borrar la propaganda contrarrevolucionaria colocada en varias partes de la ciudad, consciente del riesgo que corría.

El 25 de noviembre de 1979 las amenazas se hicieron realidad y es asesinado delante de su hijo de 12 años por bandas terroristas contrarias al diálogo, la reunificación familiar y la normalización de las relaciones. El autor principal del crimen es Pedro Crispín Remón, socio de fechorías de Luís Posada Carriles y, como él, libre ahora por las calles de Miami.

Agencia Cubana de Noticias