Un malestar se está incrustando respecto a la nueva política llevada por el gobierno de Barack Obama en América Latina. A pesar de las bonitas y sonoras declaraciones Obama cuando era candidato presidencial que dejaron entender que deseaba mejorar las relaciones con Cuba y Venezuela, la actual campaña electoral que se desarrolla en El Salvador demuestra que en Washington, los admiradores de la Doctrina Monroe siguen bien plantados en sus puestos.

Los sondeos demuestran que los salvadoreños —que tienen que elegir en las urnas el próximo 15 de marzo 2009 al nuevo presidente de la república—, tienen preferencia por la victoria del candidato de izquierda, el ex periodista de la cadena CNN en Español Mauricio Funes (del partido FMLN) y cuyo hijo fue asesinado en París en octubre 2007 en extrañas circunstancias hasta hoy día no muy bien elucidadas.
Frente a Mauricio Funes se encuentra el candidato de la derecha, el antiguo director de la Policía Nacional Rodrigo Ávila (del partido ARENA).
Si el pronóstico de las agencias de encuesta se concretiza, El Salvador gobernado por el partido ARENA sumiso a la política de Washington desde hace 20 años, escaparía entonces a la legendaria influencia dominadora de los Estados Unidos.

Durante la campaña presidencial salvadoreña de 2004, la administración Bush había enviado como emisario especial a Roger Noriega, Sub-Secretario de Estado estadounidense de la época para que diera su apoyo al partido ARENA. Y el senador republicano USA Tom Tancredo anunció medidas de represalias de varias índoles en caso de victoria de la izquierda, como aquella por ejemplo de prohibir a los salvadoreños viviendo en los EEUU de enviar dinero (remesas) a sus familiares en el distante El Salvador.

Es en esta efervescencia y contexto que el partido ARENA (cuyos principales miembros controlan casi la totalidad de los medios de comunicación nacional en el país) difunden reclames y otros anuncios en la TV acusando a la izquierda de querer entregar el país al presidente Chávez. Algunos de estos reclames propagandísticos utilizan las recientes declaraciones de un consejero de Barack Obama: Daniel Restrepo.
Este último amenaza que en caso que el futuro presidente salvadoreño decida entrar al bloque ALBA (el movimiento económico-político bolivariano constituido por Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Honduras, Dominica), Washington aplicaría severas medidas de chantaje y represalias.

A la iniciativa de Raúl Grijalva (representante de Arizona) y de Marcy Kaptur (representante de Ohio), 31 parlamentarios demócratas USA han pues redactado una carta abierta dirigida al presidente Obama para pedirle de no inmiscuirse el los asuntos internos de El Salvador.
Paradójicamente, la respuesta de la Casa Blanca ha sido la de nombrar a Dan Restrepo como director para la América Latina en el seno del [gobierno] Consejo de Seguridad Nacional de los EEUU que dirige la administración Obama.

De doble nacionalidad colombiano-estadounidense, el Sr. Restrepo es un amigo personal del presidente colombiano Álvaro Uribe, «Caballo de Troya» de los EEUU en América Latina.

[Foto arriba: recepción del presidente Uribe brindada por Dan Restrepo en el Center for American Progress, el principalthink tank de la administración Obama.]