El profesor Danilo Zolo.
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Las noticias de las agencias de prensa nos informan que en audiencia a puertas cerradas, la Corte Constitucional [1] italiana ha fallado para que el caso Abú Omar termine con un suspensión inmediata del caso, cosa que es muy sorprendente y rara. La Corte habría establecido que los magistrados de Milán, magistrados y otros jueces que habían investigado, acusado y llevado ante la justicia a Nicolo Polari, antiguo jefe del SISMI [los servicios secretos italianos] y otras 34 personas involucradas de las cuales 26 eran agentes de la CIA operando en Italia, como responsables hoy en día, de violación del secreto de Estado [italiano], es decir los jueces pasan de acusadores a acusados.
De esta manera los recursos [buscando un indulto] que fueron presentados primero por el gobierno Prodi, y después por el gobierno Berlusconi serían aceptados. Recursos que no tenían otra finalidad que impedir el trabajo de los jueces milaneses, impedir sus investigaciones para que no acusen ni inculpen a los servicios secretos estadounidenses e italianos de haber transgredido y violado de manera grave el orden constitucional del país.

Como se sabe, el imán Abú Omar fue secuestrado en Milán el 17 de febrero de 2003 por la CIA. Según la reconstitución de los sucesos por los jueces y las declaraciones del mismo Abú Omar, el religioso musulmán fue secuestrado en Milán y llevado a Egipto en donde fue encerrado y en donde se le habría sometido a torturas y otras vejaciones.

Lamentablemente, no podemos decir más ni tomar posición acerca del comportamiento de la Corte Constitucional italiana sobre la base de un breve comunicado de prensa de agencia. Sólo se podrá tomar una posición más concreta después de haber examinado cuidadosamente el texto de la decisión. Por otro lado, lo que podemos declarar ya inmediatamente, es el sorprendente vuelco de las responsabilidades jurídicas y políticas de los principales actores de este episodio, los acusadores pasan a acusados, es lo más resaltante y sorprendente.

Es decir, los responsables de haber cometido comportamientos ilegítimos o ilegales serían ahora los jueces que han tratado de manera valiente de poner fin a una práctica criminal utilizada durante mucho tiempo por los servicios secretos de los Estados Unidos, frecuentemente con la complicidad y la ley del silencio de otros gobiernos europeos.

No es por casualidad si el secuestro de Abú Omar ha sido considerado por la prensa internacional como uno de los casos mejores documentados de “extraordinary rendition” [“extradición extraordinaria”, NdT] ejecutada por los servicios secretos estadounidenses. Los miembros de la CIA que son acusados de este grave crimen internacional con la complicidad de los servicios secretos italianos serían intocables. La estrategia utilizada por la administración Bush, hoy en día denunciada y criticada por el mismo presidente Barack Obama como irrespetuosa del derecho internacional incluso de la misma Constitución de los EEUU, sería ahora una cosa rara proteger y preservar.

Se puede entonces sospechar legítimamente que los jueces de la Corte Constitucional italiana han hecho una elección más política que jurídica. Y muy probablemente estos últimos se han puesto en contra de los jueces milaneses por la única finalidad de no cortar el estrecho vínculo de cooperación existente entre los gobiernos de Italia [sean estos de derecha o de izquierda] con las estrategias hegemónicas de los EEUU: una potencia que se considera desde hace varios decenios como legibus soluta [de soberanía absoluta NdT] y ha ignorado sistemáticamente no solamente el derecho internacional sino que los más elementales derechos de las personas, torturándolas, secuestrándolas, masacrándolas.

Il n’est que de penser à Guantanamo, Abou Ghraib, Bagram : des horreurs accomplies au nom d’une aussi délirante qu’inefficace guerre contre le terrorisme. Une guerre qui, si elle était menée avec les moyens utilisés jusqu’ici par la grande puissance états-unienne, nous conduiraient très probablement non pas à la défaite du terrorisme mais à de nouveaux 11-Septembre.

Sólo hay que pensar a Guantánamo, Abou Ghraib, Bagram: horrorosos hechos en el nombre de una delirante e ineficaz guerra contra el terrorismo. Una guerra que, si era llevada a cabo con los medios utilizados hasta ahora por la gran potencia estadounidense, nos conducirían muy probablemente no a la derrota del terrorismo sino a de nuevos 11 de septiembres

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Acta de acusación de los agentes de la CIA (versión en inglés) en el caso Abú Omar (Tribunal de Milán, 22 de junio de 2005), que viene de ser invalidado por la Corte Constitucional Italiana.


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Artículo recibido del autor y traducido al castellano por la Red Voltaire.
Publicado de manera adaptada de la del diario italiano Il Manifesto, del jueves 12 marzo 2009.

Profesor de la filosofía del derecho en la Universidad de Florencia invitado en el Centro de Estudios Europeos de Oxford. Director de la revista de filosofía del derecho internacional y de política global Jura Gentium.

[1La Corte Constitucional o Tribunal Constitucional según los países es la entidad estatal encargada de vigilar que la Constitución del país sea respetada y cumplida.