De fabricación rusa y puesto en servicio por vez primera en 1994, el cohete antitanque Kornet (para tanques pesados) es un arma móvil y confiable que permite destruir cualquier tipo de vehículo blindado moderno, de día o de noche y sin importar las condiciones meteorológicas. Su sistema de guía por láser le permite incluso alcanzar helicópteros en vuelo a baja altitud.
Se informó que la resistencia iraquí utilizó esta arma durante la invasión estadounidense, en 2003, pero luego se supo que la destrucción de los blindados mencionados se debió en realidad al fuego amigo.

Lo que sí es cierto es el Kornet contribuyó ampliamente a la derrota de Israel en el Líbano, en 2006, a tal extremo que los responsables de la entidad sionista se quejaron más tarde ante el Kremlin. Acusaron entonces a Siria de haber entregado esos cohetes al Hezbollah.

Fuentes fidedignas informaron a la Red Voltaire que el Hamas ha recibido cohetes Kornet. Estos llegaron a Gaza dos días antes del fin de la operación israelí «Plomo fundido». Como los enviados especiales del presidente electo Obama habían exigido que las hostilidades terminaran antes del inicio de las ceremonias de investidura del nuevo presidente estadounidense, Israel y el Hamas anunciaron, cada uno por su parte, un cese al fuego unilateral sin tener tiempo de acordar una tregua. El Hamas decidió no utilizar los cohetes en los últimos combates para no poner a Rusia en una situación incómoda y para poder disponer de una sorpresa estratégica en caso de una posible reanudación de las hostilidades.

(Imagen: un tanque pesado israelí destruido par el Hezbollah, verano de 2006)