Ante la posibilidad de un conflicto nuclear, en lugar de tener como blanco las ciudades rusas más importantes, los científicos proponen al Pentágono que apunte sus misiles balísticos intercontinentales (MBI) contra las instalaciones económicas claves, cuya destrucción conduzca, "a la paralización total de la economía rusa".

La FAS es una de las organizaciones no gubernamentales más prestigiosas y antiguas de EEUU. La entidad fue fundada en 1945 como la Federación de Científicos Nucleares, porque la mayoría de sus fundadores participaron en proyecto Manhattan, el programa secreto estadounidense para fabricar la bomba atómica.

Entre otras actividades, la organización desarrolla investigaciones en la temática del balance militar y nuclear a nivel mundial, la disuasión o contención estratégica nuclear y el desarme.

De acuerdo a un informe elaborado por la FAS, la actual doctrina de contención estratégica nuclear de apuntar los MBI contra las fuerzas nucleares y las grandes urbes del adversario es caduca e ineficaz.

Para lograr que el adversario sufra las denominadas "pérdidas inadmisibles", el objetivo del ataque nuclear, ahora los científicos estadounidenses consideran que basta con atacar los objetivos vitales para la economía, porque una vez destruidos, el adversario queda sin posibilidades de continuar la guerra.

La lista de blancos en el territorio de Rusia suficientes para una "disuasión efectiva" incluye doce núcleos económicos clave.

Entre ellos figuran los complejos metalúrgicos de Magnitogorsk, Nizhni Tagil y de Cherepovets, la planta productora de Norilski Níquel, dos fábricas de aluminio, las refinerías de Omsk, Angarsk y Kirishi y las centrales eléctricas de Sredneuralsk (zona de los Urales) y las de Berezovo y Surgut en Siberia.

En realidad, la concepción propuesta por los científicos de la FAS no es nada nueva.

Los planes elaborados en la época de la Guerra Fría por ambas potencias establecían la destrucción de las empresas de importancia vital para las economías de las partes enfrentadas, simultáneamente a la destrucción del potencial bélico y las tropas del adversario.

La diferencia radica únicamente en que la estrategia propuesta reconoce el hecho de que para asestar "pérdidas inadmisibles" a un país desarrollado ya no hay necesidad de aniquilar decenas de millones de personas de la población civil y destruir todas sus Fuerzas Armadas.

Ahora sólo basta con paralizar su economía y el país pierde la posibilidad de continuar la guerra y el colapso económico y sus consecuencias, puede causar tantas víctimas como un bombardeo nuclear.

La nueva doctrina nuclear de EEUU tiene en cuenta que puede concertarse una considerable reducción de los potenciales nucleares de EEUU y de Rusia. También tiene en cuenta el desarrollo de sistemas de defensa antimisiles (DAM) y la superioridad de sus fuerzas convencionales.

Actualmente, a EE UU le conviene reducir el nivel de confrontación nuclear, porque al fin de cuentas, esa reducción le permitirá contar con obtener la victoria en el caso de un posible conflicto nuclear con Rusia.

Al mismo tiempo, esa reducción es contraproducente para Rusia.

Actualmente, nuestro país no puede quedar con un potencial nuclear que pueda ser interceptado por el DAM estadounidense.

La única forma que tiene Rusia para contrarrestar la nueva doctrina nuclear estadounidense es mantener una postura firme en las negociaciones sobre la reducción del arsenal estratégico nuclear.

En esas negociaciones, los intereses de Rusia se pueden enmarcar en el cumplimiento de cuatro condiciones.

Primero. Establecer la limitación exacta tanto máxima como mínima de los potenciales nucleares de ambos países.

El límite máximo es indispensable, porque evitará el comienzo de una carrera armamentista de alto costo, y el límite mínimo porque impedirá que los potenciales nucleares se reduzcan a niveles que puedan ser interceptados por sistemas DAM.

Segundo. Debe fijar una reducción y limitación estricta del denominado potencial recuperable (ojivas y misiles que se guardan en depósitos).

Tercero. Imponer restricciones al desarrollo de sistemas de defensa antimisil (DAM) que garanticen la defensa de ataques masivos de MBI con ojivas múltiples de guiado autónomo.

Al mismo tiempo, debe permitir el desarrollo de sistemas DAM para la defensa de ataques contra misiles de corto y medio alcance y también contra lanzamientos individuales de BMI desde silos o rampas de lanzamiento.

Finalmente, limitar el desarrollo de armas convencionales de alta precisión y largo alcance (misiles de crucero convencional) que se puedan utilizar para atacar las fuerzas nucleares del adversario.

El cumplimiento de estas condiciones permitirá a Rusia seguir siendo una de las dos principales potencia nucleares del mundo a pesar de la adopción de nuevas concepciones de disuasión estratégica.

En el caso contrario, su arsenal nuclear no podrá garantizar la seguridad del país de una agresión nuclear.

Fuente
RIA Novosti (Rusia)