Emerson Hidalgo nació hace 23 años en “la ciudad a la que siempre se vuelve”: Ibarra. Desde muy temprana edad, el arte empezó a inquietarle la vida: su tío abuelo fue un artesano de la música que se paseó por casi todo el Ecuador acompañando a la orquesta de Monseñor Leonidas Plaza; aquellos acordes nostálgicos de la esperanza se impregnaron en su sentimiento para ya no abandonarlo.

A la melodía se juntó la fascinación por el arte retinal: su tío compartía con él sus creaciones plásticas y todo aquel universo interpretativo de la existencia.

El destino estaba ya marcado, y el talento por el dibujo, el trazo y la expresión, lo ayudaron a transitar por el camino, siempre complejo, siempre arduo, siempre enaltecedor, del arte.

Emerson ingresó a estudiar en el Instituto Daniel Reyes, el primer colegio de artistas plásticos del Ecuador, para profundizar sus conocimientos en la investigación y la creación estética, a la par que se concientizaba de la realidad económica y política de nuestro país: formó parte de los estudiantes que realizaban movilizaciones en contra del Tratado de Libre Comercio (TLC) y por la salida de la transnacional petrolera OXY.

Esta conjunción del estudio del arte y de la necesidad ineludible de tomar posiciones ideológicas y políticas, crearon en él la necesidad de trabajar por el desarrollo del arte popular, multicultural y emnacipador: “La lucha cultural y la lucha política se complementan; no pueden existir la una sin la otra”, manifiesta Emerson.

Con este pensamiento, nuestro personaje lidera la Unión de Artistas Populares del Ecuador de Imbabura hace dos años: “No hay arte sin colectivo; nuestra fuerza individual debemos aprovecharla para el bien común”.

La UNAPE considera al arte popular como una experiencia social, que surge desde las profundidades de nuestra milenaria historia; que se une, funde y desarrolla en la larga tradición insurgente de los pueblos indígenas, negros y mestizo del Ecuador. Para este aglutinador de artistas e intelectuales comprometidos con una sociedad justa, el arte es consciente, crítico, de resistencia, y debe brindar mensajes de liberación.

Embuido de esta certeza, Emerson Hidalgo obtuvo el Primer Premio Nacional de la Universidades en Artes Plásticas, con una obra que asombró por su poder descriptivo, por los elementos figurativos que la componen y por la utilización de espacios no convencionales; su trabajo invita a reflexionar acerca de la mujer y la opresión a la cual está sometida.

Como miembro de la UNAPE, Emerson ha dictado talleres acerca de la composición del espacio y de las formas, en un acercamiento a una propuesta pedagógica en las artes plásticas, que contiene elementos del materialismo histórico, de la dialéctica y del desarrollo científico: “Hay que lograr la decodificación gráfica de las líneas, hay que romper la mirada bi dimensional de la obra y lograr la tri dimensionalidad; el espacio debe funcionar por todos los lados, logrando una generación total de la obra”.

La UNAPE de Imbabura está de anfitriona del III Congreso de esta organización, que se realizará el 7 de marzo y que acogerá a cientos de artistas, de todas las manifestaciones, que creen y trabajan por un arte comprometido con la realidad económica, social y política de nuestro país y nuestra América.