La juventud universitaria ha estado al frente de los procesos de lucha a lo largo de la historia, intensificando su labor de manera más intensa en las últimas décadas, en jornadas conjuntas con los demás sectores populares, que impidieron la firma de acuerdos como el ALCA, TLC y la expulsión de la empresa OXY del Ecuador, acciones que han ido afirmando en los pueblos la necesidad de un cambio, reflejado en victorias conseguidas como, por ejemplo, la aprobación de una Constitución democrática, que recoge reivindicaciones y derechos como la educación gratuita hasta el tercer nivel, arrebatada en la Constitución de 1998.

En esta coyuntura, el debate continúa, y es así que la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), tras varias reuniones y meses de trabajo, hoy se encuentra puliendo hasta el mínimo detalle para su 43º Congreso Nacional a realizarse los días 21,22 y 23 de mayo en la ciudad de Cuenca y que acogerá a aproximadamente 1.400 delegados universitarios. Tuvimos la oportunidad de conversar con Deysi Terán, quien es parte de la comisión organizadora de este evento:

  ¿Qué temas van a tratarse en este Congreso?
 Consideramos que es importante tratar temas como la situación actual del país, la situación actual de la universidad, el nuevo régimen académico, derechos humanos, la reanimación del movimiento estudiantil, cultura, ambiente que son de importancia y que están plasmados en el cuaderno de debate presentado por la FEUE Nacional. Estos temas serán abordados mediante talleres, los cuales nos ayudarán a enriquecer el debate, pues estamos a puertas de un momento trascendental, como es la aprobación de la nueva Ley de Educación Superior, la cual debe contar con la participación del movimiento estudiantil.

  ¿Qué es lo más trascendental de este evento?
 Lo fundamental es el elemento de la nueva Constitución, ya que genera derechos importantes alcanzados por el movimiento estudiantil, tanto universitario como secundario, sobre la base de que necesitamos elaborar la nueva Ley de Educación superior, para esto necesitamos tener los argumentos académicos, sociales, económicos, culturales, es decir, todo lo que simbolice a los estamentos de la universidad para poder hacer una ley realmente democrática, progresista, que recoja los derechos de los estudiantes y que afirme una universidad abierta a los pobres.

  ¿Cómo ha visto el desarrollo del movimiento estudiantil universitario?
 En este último periodo el movimiento estudiantil, no sólo a nivel nacional sino internacionalmente, ha demostrado tener una reanimación de las fuerzas y su recomposición. Una de las ventajas que tenemos en el Ecuador es mantener una federación unificada, que permite levantar los derechos estudiantiles, a pesar de los intentos del neoliberalismo por dividirla, como sucedió en Colombia, donde hay muchas federaciones y no se ponen de acuerdo para trabajar con una sola línea.

En nuestro país, la juventud ha sido protagonista del proceso de esta nueva Constitución, del referéndum, de la propuesta del “Ecuador que los jóvenes queremos”, y hoy no puede ser la excepción, por eso es tan importante que discutamos sobre estos elementos trascendentales, pues no podemos permitir que el movimiento estudiantil quede relevado de las decisiones que tienen que ver con la universidad.

  ¿Cuales son las proyecciones en esta nueva etapa?
 En primer lugar, saber la posición que tiene el movimiento estudiantil, pues nos caracterizamos por tener líneas generales que son aterrizadas en las realidades concretas de las diferentes provincias y de las universidades que tenemos en el país. Otro motivo fundamental es informar y debatir sobre esos elementos trascendentales antes planteados y definir las resoluciones que hemos tomado como Congreso Nacional de la FEUE, que permitan levantar al movimiento estudiantil y generar que se tome en cuenta a los estudiantes para las decisiones que se están planteando, como es el tema del régimen académico, e incluso que se pueda democratizar este proceso.

Nuestra visión es salir fortalecidos, salir con una FEUE unificada y combativa, que genere propuestas claras para que los propios estudiantes se sientan identificados con la Federación y de esa manera poder transformar a la universidad ecuatoriana. Tenemos nuevos retos, uno de ellos es el de elegir un presidente que mantenga esas líneas generales que planteamos, y sean establecidas a través de las diferentes filiales.