Por: Juan F Ruales,
Dirigente de la Unión de Artistas Populares del Ecuador

El Ecuador está de luto, no cualquier Ecuador, sino el de los pobres, el de los proletarios, el de los campesinos, el de los indios, el de los negros, el de los demócratas, el de los revolucionarios, el de las mujeres conscientes que luchan por sus derechos y del de los demás, el Ecuador de los desplazados, de los excluidos, el de los marginados, el de los perseguidos por sus ideas libertarias, el de los encarcelados por luchar por la patria y por el pueblo. Está de luto el Ecuador de los que no se conforman con esta realidad vergonzante a la que nos ha sometido el capitalismo, está de luto el Ecuador de los humildes, el de los parias, el Ecuador de los que no solo se lamentan sino que combaten contra la injusticia y la ignominia. El Ecuador de los que no quieren ver que sus hijos crecen en el analfabetismo y la ignorancia, el Ecuador de los que ponen el pecho a las balas, a la calumnia, al ataque artero de la derecha que es la causante de toda la miseria en la que vivimos, pues ella ha sostenido ideológicamente a la oligarquía y a las otras clases dominantes para que conviertan a nuestro país en un país subdesarrollado y corrupto, indigno de nuestros próceres y de nuestros héroes, de nuestros padres y de nuestros hijos.

El Ecuador está de luto porque ha muerto la última heroína real, de carne y hueso que quedaba de aquella generación que asumió la lucha de Tupac Amaru, de Fernando Daquilema, de Bolívar y Eloy Alfaro y que como un roble sólido no se doblegó jamás ante las tiranías, ante la injusticia, ante la vanidad, ante el olvido. Me siento orgulloso de haberla conocido y homenajeado cuando aun estaba viva, de haber ido solos, sin bombos ni platillos hasta su humilde choza a brindarle un concierto con el Grupo Yarina, exclusivamente para ella, de haberme sentado a su lado, de haberla marcado para que se siente en mi carro y de haberla llevado hasta el patio de la escuela para que reciba nuestro humilde homenaje de artistas que valoramos a tiempo su inconmensurable figura, su lucha eterna, su compromiso vital con la lucha de los pueblos del Ecuador, de América y del Mundo.

Ahora ya no está, aunque siempre estará. Una mujer como ella no muere, aunque la muerte se la lleve, nunca muere, aunque los traidores a la patria bailen de alegría por su muerte, ella no muere. Aunque las instituciones públicas la hayan olvidado, ella no morirá jamás. Ella está ahí, en su Pesillo aunque frío, hermoso, trascendente, histórico. Ella está ahí, en el corazón de todas las organizaciones campesinas y obreras, en el corazón de movimiento indígena y negro, en el corazón de las luchas de las mujeres, de los inmigrantes, de los pobres de los explotados. Está ahí en cada penco, en cada wiracchuro, en cada flor de niacha, en cada aurora, en cada tiesto rebosante de maíz tostado, en cada cóndor del Cayambe, del Imbabura, del Antisana, del Aconcagua y del Illimani. Está en el corazón de nuestro continente.

Ahora es que renace Mama Tránsito con su canto inquebrantable, con su fuerza telúrica, con su puño guerrillero. Su semilla fue sembrado en este siglo pero sus frutos se cosecharán hasta la eternidad.

Mama Tránsito Amaguaña no ha muerto, ha renacido en la lucha de los pueblos de esta América a la que ella soñó ver liberada, unida, justa. Ha renacido en los ejércitos de hombres y mujeres que están construyendo ahora mismo la nueva historia de nuestro continente. Gracias mama Tránsito por el ejemplo que nos legaste. Gracias por el siglo de luz con que iluminaste nuestra historia. Gracias por ser nuestra comandante eterna en la lucha por la construcción del mundo nuevo en el que soñaste.

Ibarra, 11 de Mayo del 2009

Transito Amaguaña

Su nombre original fue Rosa Elena Amaguaña Alba, nació en Pesillo, Cantón Cayambe, Provincia de Pichincha, en 1909. Sus padres fueron Mercedes Alba y Vicente Amaguaña quienes fueron trabajadores de hacienda. Tránsito, nombre adoptado cuando ingresa a militar en el Partido Comunista, luchó toda su vida por la defensa de los derechos indígenas, pues conoció de sed muy pequeña la explotación a los indígenas huasipungueros. Se casó muy joven y tuvo dos hijos, sin embargo su matrimonio duró poco debido a los maltratos de que era objeto por parte de su esposo.

Desde muy joven y apoyada por su madre se vinculo con los incipientes movimientos indígenas y conoció a la dirigente Dolores Cacuango, decidiendo luchar junto a ella. Asistía a las reuniones del naciente Partido Comunista del Ecuador y participaba activamente en protestas. Participó en la creación de los primeros sindicatos agrícolas del país, en la primera huelga de trabajadores agrícolas en Olmedo (1931). Cuando los sindicalistas y campesinos habían conseguido el primer Código de Trabajo y la Ley de Comunas, Fundó la Federación Ecuatoriana de Indios en 1944, junto a Jesús Gualavisí y Dolores Cacuango. Por iniciativa propia y sin apoyo del gobierno, en 1945 inició las escuelas campesinas, fundando, en el área de Cayambe, cuatro escuelas bilingües (quichua-español).

En 1963 fue invitada a visitar Cuba y la Unión Soviética, a su regreso fue apresada y llevada al Penal García Moreno acusada de venir con instrucciones para armar la revolución en el Ecuador. Transito Amaguaña fue victima de la represión oligárquica, fue perseguida y encarcelada por varios gobiernos.

Esta líder popular, “cabecilla” de a luchas indígenas durante un periodo muy duro en la vida del país, murió el domingo 10 de mayo del 2009 en la comunidad La Chimba, en Cayambe; habría cumplido 100 años en agosto.

Adiós a Mama Tránsito

L. y M. Fernando Chávez

Mama Tránsito Amaguaña/
transita por los caminos /
que están sembrados de espinos/
pero ella no se engaña /
ella sabe la artimaña /
de los patrones de hacienda /
ella cumple la encomienda /
de su pueblo y de su gente /
ella camina de frente /
dando el pecho a la contienda

Mama Tránsito pionera /
de la lucha campesina /
wirakchuro, golondrina /
indómita enredadera /
inquieta warmi viajera /
soñadora y activista /
tu ideario socialista /
no lo pueden apagar /
aunque lo van a intentar/
tanto hipócrita y racista

Desde Pesillo hasta Quito /
va levantando su voz /
con el martillo y la hoz /
guitarreando un sanjuanito /
porque su canto es un grito /
de bronca y de rebeldía /
su canto es la poesía /
para todo proletario/
la luz del abecedario /
taita inti que nos guía


*Fernando Chávez, cantautor
riobambeño y miembro de la UNAPE