Por: Cristian Carrasco

Desde que los hermanos Lumiere lograron el impuso inicial que dio a luz al cine, este arte logró influir con mayor decisión en la vida y el comportamiento de los seres humanos. Los personajes creados por las estrellas del cine marcan la moda y los comportamientos de generaciones. Incluso parte de la historia de los pueblos está representada en las producciones cinematográficas, en muchos casos se llegó a la conclusión de que los acontecimientos históricos que el cine proyectaba eran considerados como los verdaderos generando incluso una opinión pública decisoria frente a los hechos históricos.

El desarrollo tecnológico permitió que la televisión fuera ocupando el lugar del cine y consolidando una forma de comunicación que se transformaría progresivamente en lo que en la actualidad llamamos el ’cuarto poder’. Llegando a afirmarse incluso por teóricos de la comunicación social que todo lo que se proyecta en la televisión existe o forma parte de la vida de los pueblos y lo que no está en la pantalla chica prácticamente no existe. Aunque la televisión y el cine en la actualidad tengan sus distancias respectivas, de alguna manera, tanto el cine como la televisión son formas audiovisuales de comunicación que siguen manteniendo una enorme influencia en la vida social, cultural y económica de los pueblos. El arte cinematográfico tiene en la actualidad distintos senderos, uno de ellos es el llamado “cine ficción”, y otro el llamado “cine documental”. En el cine documental, así mismo, encontramos muchas vertientes, una que nos acerca cada vez más al reportaje periodístico, en la que se describen o se narran algunos temas de diverso interés, y otras que se acercan a proponer imágenes que nos permitan la reflexión social de determinado acontecimiento histórico que viven nuestros pueblos. Este formato de documental social, llamémoslo así, va tomando fuerza útilmente en la producción cinematográfica actual, dándole al cine un papel protagónico en la reflexión de la problemática social.

El documental ’Plan Colombia: Plan de Muerte’
Cuando nació la propuesta de realizar un video sobre el Plan Colombia, la asumimos como una tarea de construir un audiovisual que nos permitiera exponer algunos hechos políticos que han conducido a nuestro país al involucramiento en la guerra que se desata en Colombia y en la que juega un papel preponderante EE.UU.

Un aspecto que topa esta propuesta es el origen de la violencia en Colombia y la zozobra en la que viven pobladores de las zonas en conflicto, especialmente, de la zona fronteriza con nuestro país.

Este macabro plan diseñado por los EE.UU. no solo afecta a Colombia, sino que logró cínicamente involucrar a toda la región, logrando, además, que los políticos de turno se transformaran en alfiles norteamericanos al servicio de los intereses de las multinacionales del Banco Mundial (BM), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las fumigaciones en la frontera norte, la contaminación ambiental y el atentado no solo a la salud sino a la vida de los pobladores más pobres de la región del Putumayo. Muchos han tratado que este macabro Plan no sea visibilizado en la magnitud de lo que representa y se ha orientado la opinión pública en el sentido de que la lucha contra el narcotráfico exige y justifica las acciones gubernamentales tanto del Palacio de Nariño como del Palacio de Carondelet.

’Plan Colombia, Plan de Muerte’ es un documental, que si bien no fue realizado con grandes recursos y en los términos profesionales de una producción cinematográfica, logra provocar una profunda reflexión de estos acontecimientos históricos que, sin duda, marcarán el futuro de nuestro país. Esta alternativa del cine documental social nos abren una puerta para que nuevos y creativos cineastas, que no cuenten con un gran presupuesto, logren proponer un cine que conduzca a mejorar nuestro entorno y a la lucha por conquistar una sociedad más justa.

‘Plan Colombia, Plan de Muerte’

Duración: 105 minutos

Director realizador: Cristian Carrasco