Lograr la excelencia académica de las universidades ecuatorianas ha motivado al Consejo Nacional de Educación Superior (Consesup), a elaborar una propuesta para mejorar los estándares de profesionalización: la idea central es unificar la malla curricular de las diferentes universidades en el aspecto académico, técnico y humanístico, para lograr cumplir con los requerimientos y expectativas de la sociedad.

A partir de octubre del 2008, el Conesup emitió un proyecto de Régimen Académico que dispuso que las facultades de todo el país funcionen por semestres, es decir, que cada ciclo lectivo dure seis meses, lo cual implica cambios organizativos de las universidades, en el área financiera, administrativa y académica.

En el caso de la Universidad Central del Ecuador, los cambios se inician con el sistema de créditos, el cual durará 32 horas semestrales, divididos en 16 horas de trabajo presencial y 16 horas de trabajo autónomo, es decir, se reduce a la mitad de tiempo el contacto de los estudiantes con los docentes; las otras 16 horas tendrán que investigar por su propia cuenta. Los docentes, por su parte, deberán condensar sus materias desechando lo menos importante o lo que se considere obsoleto e innecesario para el aprendizaje de los alumnos. En este sistema se eliminan los arrastres: si un estudiante no aprueba una materia, no podrá coger los créditos del siguiente semestre.

Este planteamiento de la semestralización ha causado preocupación dentro de la comunidad universitaria, pues se irrespetan derechos alcanzados por la lucha del movimiento estudiantil como la gratuidad de la educación (si un estudiante pierde una materia debe pagar segunda matrícula, rublo que no es reconocidopor el Estado); el derecho de arrastre de materia y la oferta académica con las que los jóvenes de años superiores ingresaron a estudiar (se pretende aplicar este sistema en todos los niveles).

Docentes y estudiantes plantean que se profundice el debate: a criterio de Franklin Hermosa, alumno de la Facultad de Jurisprudencia, se deben “realizar talleres y debates para recoger puntos de vista y poder aplicar de manera progresiva este proceso, respetando las particularidades que tiene cada facultad y los derechos alcanzados por los estudiantes”.

Franklin Cabascango, ex - vicerrector Académico, opina que “las reformas que se apliquen en la Universidad Central deben ser realizadas de manera paulatina y progresiva: la educación tiene que estar orientada en favor de los estudiantes, para formar mejores profesionales con un cúmulo de conocimientos científicos y técnicos, cosa que se no se logrará si lo hacemos de forma improvisada y apresurada”.

Las semestralización es una de las reformas para fortalecer la excelencia académica de las universidades. Es un proceso, y como tal, debe irse dando paso a paso; la efectividad de éste depende de los detalles: el debate, las propuestas y, sobre todo, el consenso y la participación entre los sectores beneficiarios, maestros y estudiantes (JTC).

‘Es esencial que se abra un debate intenso’

Lorena Araujo

Estudiante de la Facultad de Filosofía

Candidata a la Presidencia de la Asociación Femenina Universitaria (AFU)

“Este proyecto ha sido elaborado por el CONESUP, sin ser consultado ni debatido con los estudiantes, quienes somos los directamente afectados o beneficiados con los cambios que plantean.

“Creemos que es esencial que se abra un debate intenso en el movimiento estudiantil, planteando los pro y los contras de la semestralización; debe ser el universitario quien decida si debe o no aplicarse este régimen en la universidad. Además se debe reconsiderar el tema de los arrastres, pues si un estudiante pierde una materia debe pagarla como segunda matrícula, violando así el derecho a la gratuidad; además no se puede tomar materias del semestre superior inmediato hasta igualarse, causándole un retroceso al estudiante.

Planteamos que la propuesta de semestralización tiene que reorganizarse de acuerdo a la realidad de cada facultad y debe aplicarse de forma progresiva, iniciando desde los primeros años